Amigo y ex compañero de facultad de la gobernadora, el empresario escobarense fue designado al frente del codiciado Instituto Provincial de Lotería y Casinos. Su plan de gestión, sus negocios con el fútbol y su mirada sobre la política local.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Lo primero que llama la atención de él -no lo único- es su primer nombre, que significa nacido en la isla de Malta. “Es de origen árabe, pero cuando los moros invaden España el nombre quedó en Galicia y mi papá es español. De ahí viene”, explica mientras espera que el mozo traiga los cafés con los que invita al periodista y al fotógrafo de DIA 32 que viajaron hasta La Plata para entrevistarlo en su amplio y flamante despacho de la calle 46: la presidencia del Instituto Provincial de Lotería y Casinos. Nada menos.

Melitón Eugenio López (42) no era una figura visible en Escobar hasta 2013, cuando encabezó la lista de candidatos a concejales de un Francisco De Narváez cuyo caudal electoral ya estaba devaluado. Los 7.500 votos que sacó no le alcanzaron para llegar al Concejo Deliberante y desde entonces volvió a quedar fuera del radar político. Hasta esta reaparición sorpresiva tras el triunfo de Cambiemos.

Con María Eugenia Vidal se conocen desde que cursaban juntos la carrera de Ciencias Políticas en la UCA. “Somos muy amigos, nunca perdimos contacto”, cuenta. De ahí surge la confianza que la gobernadora depositó en él al asignarle la presidencia de un organismo del cual dependen 4.800 agencias de lotería, cerca de 200 de apuestas hípicas, 46 bingos, 13 casinos provinciales y 5 hipódromos.

Toda esa estructura, que involucra a unos seis mil empleados, genera la segunda fuente de ingresos más importantes de la provincia, detrás de ARBA, y recauda el 60% de todo el dinero que se apuesta en el país. “En 2015 se generaron 5.600 millones de pesos limpios. El objetivo de este año es duplicar ese monto, mínimo”, afirma López en el arranque de un mano a mano que no deja tema afuera.

Después de no haber llegado a concejal en las elecciones de 2013, ¿toma este nombramiento como una revancha política o lo vive como algo distinto?

Yo estudié Ciencias Políticas y toda mi vida quise hacer política. Me dediqué a la actividad privada para poder darle sustento a mi familia y no tener que depender absolutamente de nadie. La amistad con María Eugenia me hizo llegar hasta esto, que para mí es un avance difícil por mi familia, por la exposición y por todo. Pero creo en este proyecto, creo plenamente en ella porque sé el tipo de persona que es y creo que podemos tener una provincia de Buenos Aires distinta.

¿Cómo es María Eugenia Vidal?

Es una persona muy capaz, con ideas muy claras, tiene una transparencia tremenda, sabe lo que hace y a lo que vino. Todos los días deberíamos darle gracias a Dios porque ella llegó a ser gobernadora.

¿Cómo surgió el ofrecimiento para que trabaje con ella desde el Instituto?

Yo quería hacer otra cosa -no lo dice, pero se sabe que habla del Ministerio de Desarrollo Social-, pero ella me dijo que necesitaba a alguien de mucha confianza en el Instituto, que es una de las cajas más importantes de la provincia y que tenía que sanear un sistema que estaba plagado de corrupción. El objetivo es que todo lo que podamos hacer acá vaya a donde tenga que ir y no a una situación política.

¿A qué se refiere cuando dice que había un sistema de corrupción enquistado?

A todo un sistema que estaba corrupto, que se manejaba con personas que tenían muchos vínculos políticos. Desde el día que asumimos dije que para atrás yo no soy juez. Lo que pase hacia adelante sí es responsabilidad mía completa. Por eso no voy a dejar que nadie toque lo que no tenga que tocar o haga lo que no tenga que hacer ni que ningún fondo se desvíe.

Cuando asumió le dijo a los empleados que el objetivo principal era recuperar la identidad del organismo, ¿eso que implica?

En el Instituto hay muchas personas que están desde el principio, en el año 90, y que tienen la camiseta puesta. Al llegar encontré un capital humano muy bueno, gente con una capacidad y una entrega enorme. El objetivo es que esto no tenga una bandería política, que la gente crea en el Instituto y sepa que lo que hacemos a través del juego va destinado a las personas que lo necesitan.

Si la gestión anterior era tan caótica, ¿cómo se entiende que quien estaba al frente ahora sea su vicepresidente?

Porque Jorge Rodríguez es una persona que está en el sistema del juego hace más de 40 años y conoce mucho del tema. Era el presidente, pero quienes tomaban las decisiones claves eran otras personas, que ya no están y que lo ponían a él al frente. Hasta ahora viene trabajando muy bien y nos está ayudando a lograr el objetivo que queremos.

Al conocerse su designación empezaron a trascender varias versiones sobre usted; entre otras, que contaría con el padrinazgo del presidente de Boca, Daniel Angelici, que también es dueño de bingos. ¿Qué hay de cierto?

Con Angelici tengo relación porque lo conozco del ambiente del fútbol, pero quien me eligió es María Eugenia. Y con el Instituto Angelici tiene el mismo diálogo constante que tienen todos los bingueros.

También se dijo que usted había estado involucrado en una supuesta triangulación con el pase de Ángel Di María…

Jamás en mi vida hice una triangulación de nada. Menos con Di María, que todos saben que fue en forma legal y de club a club. Que una página de internet publique eso porque alguien puso en un blog lo que se le cantó, no quiere decir que sea realidad. Nunca tuve una contravención con la AFIP, la AFA ni con ninguno. Siempre trabajé en forma legal y todos los actores del fútbol lo saben.

¿Fueron operaciones de prensa entonces?

Desde que llegué acá dicen tantas cosas… Como que hasta 2013 fui socio de una empresa con los hermanos Rosenzvit, que no tengo ni idea de quiénes son.

Justamente, se planteaba que la oposición iba a evaluar si existía un caso de incompatibilidad por su presunta relación con ellos en la compañía Ivisa, que se dedica al control de apuestas online.

No estuve asociado nunca a nadie del juego. Es más, nunca jugué ni entré a un casino ni nada. Pero no puedo salir a desmentir algo que sale en una página de internet.

¿Cuáles son los principales lineamientos que tendrá su gestión?

Mi misión es erradicar la corrupción, verificar que cada peso vaya al destino que tiene que ir y que el juego que se haga, se haga legal. Hay un sistema ilegal gigantesco, que nosotros vamos a atacar de varias maneras. La principal: una ley que penalice el juego ilegal como un delito y que no sea más una contravención. A María Eugenia no le gusta el juego y no quiere que crezca. En ese sentido, no va a haber una máquina tragamonedas o un bingo más en la provincia. Y las empresas que desde hace más de veinte años se vienen llevando la plata, que inviertan en nuestro sistema. También queremos fortalecer la actividad hípica, que los hipódromos funcionen bien y mejorar todo el ambiente del turf, porque le da mucho trabajo a la gente.

¿Sigue relacionado a De Narváez?

No, el vínculo terminó después de esa elección. Sí tengo relación con Gustavo Ferrari y Fernando Rosas, que son amigos míos, pero con Francisco no.

¿Qué sabor le dejó aquella experiencia electoral?

Me gustó mucho. Hicimos una muy buena elección, para ser un candidato que medía 4,2% dentro de la primera sección electoral y nosotros sacamos seis y pico, porque una gran cantidad de gente cortó boleta a favor nuestro. Me dejó un desgaste grande en lo familiar y en lo económico, pero me sirvió para aprender muchas cosas de Escobar y fue una gran experiencia.

Según como se den las cosas, ¿volvería a meterse en la política local?

No creo. Hoy pienso en hacer la mejor gestión posible en el Instituto. Después, Dios dirá hacia dónde iremos. Desde ya que, en el lugar que esté, haré lo que pueda para ayudar a Escobar.

Empresario del fútbol

¿Cuál es su trabajo en el mundo del fútbol?

Soy agente FIFA, hace más de 20 años que tengo la licencia. Con ella podés hacer intermediaciones, transferencias o representaciones. Lo último, casi que no lo hago. Sí realizo transferencias con una empresa extranjera de Portugal, que es con lo que más trabajo.

¿A quiénes representa?

A Alejandro Sabella y Nicolás Otamendi, nada más. Con Rodrigo Mora y Ángel Di María hice transferencias, pero no los representé.

¿Se está alejando del fútbol al tener que presidir el Instituto?

Esta es una oportunidad importante y quiero dedicarle lo que más pueda. Pero no dejo mi trabajo, lo hago con piloto automático.

“Creo que Sujarchuk tiene buenas intenciones”

La semana anterior a esta entrevista, López se reunió con el intendente Ariel Sujarchuk y compartió sus sensaciones con DIA 32: “Me llevé una buena imagen, creo que tiene buenas intenciones y quiere hacer un buen gobierno. Es de un partido político distinto al nuestro y eso, sin embargo, no tiene nada que ver, porque la mayoría de los vecinos de Escobar lo eligió. Entonces, todos los actores políticos tenemos que ordenarnos detrás de él. Esa es mi idea. Me da mucha pena que haya gente que no piensa lo mismo y no lo deje tener su presupuesto para que pueda gobernar”.

Sobre los motivos del encuentro con el alcalde escobarense, reveló: “Hablamos de algunas cuestiones del juego ilegal que yo quiero atacar en Escobar y de acciones en conjunto que podemos llegar a implementar”.

“Ayudar a Escobar”

Dice López que el Instituto debe “derramar solidaridad”. Por eso, creó un Equipo de Acción Directa que encabezará distintas misiones sociales. Como no podría ser de otra manera, el lugar elegido para su debut es un comedor de Maquinista Savio, a través de una inversión del bingo de Pilar.

Además, el funcionario afirmó que tiene “un compromiso personal” con el hospital Erill: “Ya le dije a María Eugenia que quiero hacer lo que sea para mejorarlo. No me gusta nada que la gente de Escobar vaya a un lugar donde no tengan gasas, que no haya guardia, que las puertas estén rotas… Es algo de lo que me voy a ocupar personalmente”.

Arraigado a Savio

Nacido el 13 de julio del 1973 en la Clínica Olivos, Melitón López vivió desde chico en el barrio Alta Vista de Maquinista Savio. Su padre es dueño de una conocida ferretería en esa localidad. Está casado con María Teresa Cursio y tiene dos hijos: Manuel (13) y Lucía (10 años). Hace poco se mudó a un country de la Colectora Oeste, cerca de la ruta 26. Fue dueño del salón de eventos La Finestra, se dedica a hacer transferencias de futbolistas y es hincha de San Lorenzo.

Cero redes sociales

Una rareza de Melitón López es que no tiene Facebook ni, mucho menos, Twitter. Sobre su nula presencia en las redes sociales -algo inusual en funcionarios de su rango-, explica: “No me gustan ni Facebook, ni Twitter ni nada de eso. Cuando llegué acá me dijeron: ‘Tenés que tener una cuenta del Instituto’, y les dije que no quiero. Es una cuestión personal”.

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