Con dos discos registrados y un viraje de solista a sexteto, Toni Robot empieza a sonar por los escenarios de la zona. “Es una banda adulta, poética, para escuchar, no habla de joda o cosas divertidas”, resume su mentor.

Por GUSTAVO CEJAS
gcejas@dia32.com.ar

La relación de Leandro Ranne (38) con la música comenzó cuanto tenía 5 años y escuchó I was made for loving you, de Kiss. Ese pegadizo estribillo sería el disparador de un gusto, un hobbie y un descubrimiento permanente a lo largo de su vida. “Inconscientemente sabía que iba a ser músico”, afirma tres décadas después.

Sus inicios sobre un escenario fueron en 1987, de la mano de Éxodo Cristiano -luego Cuadriplejia-, una banda de pu3nk rock donde tocaba junto a otros conocidos escobarenses como Miguel Cornaglia, Gustavo Darrigo y Martín Muñoz y con la que llegó a compartir cartelera con los por entonces ignotos 2 Minutos y Nekro. En los noventa fue cantante de Planeta Porno y Córdova.La idea de Toni Robot le nació en 2005, después de haber realizado un curso de música electrónica y composición por computadora. Luego compuso un disco de música experimental de electrónica sin voces, al que llamó Casi humano. Nunca lo presentó en vivo, pero ese fue el inicio de su proyecto actual.

Casi sin proponérselo, seis años después registró su segundo CD: Al borde de la tempestad, grabado, mezclado y producido en Rummys Rock por Rocko Rainoldi. Leandro llegó con la intención de grabar una canción que había compuesto para su hija. A partir de allí, la inspiración con Rocko -habían tocado juntos en Planeta Porno- los llevó a completar una placa de diez temas y dos covers de David Bowie (Ziggy stardust y Spaceoddity). “Todo el proceso me generó tantas cosas que continué algunas canciones que tenía guardadas y otras cosas nuevas”, recuerda Leandro en diálogo con DIA 32.

Terminada la etapa de composición, la idea fue tocarlo en vivo. Pero las presentaciones que realizó no terminaron de convencerlo. “No llegaba a la gente sonar como una banda y ver a un tipo sólo con una computadora en el escenario”. Así fue que poco a poco comenzaron a sumarse músicos: Marcos de Vedia en guitarra, Hernán Carrique en percusión, Jorge Martínez en bajo, Mónica Ponce en voz y el ya mencionado Rocko en batería.

Leandro rotula lo que hace como “pop rock”: pop, porque son canciones que quedan en la cabeza, con estribillos pegadizos; y rock porque hay guitarras distorsionadas. Podría decirse que Toni Robot hace un rock moderno de buena calidad, muy recomendable para los amantes de Gustavo Cerati en su etapa solista.

“En vivo somos una banda adulta, no tan festiva. Es música para escuchar, más poética, que no habla de joda o cosas divertidas”, define Leandro, tras sus recientes presentaciones en algunos escenarios de la zona.

El nombre de Toni Robot es, en realidad, una fusión de dos circunstancias. A Leandro le decían Toni por un personaje (Beto Toni) de Todo por dos pesos. Robot, en tanto, surgió “por la mezcla de nuestra música, entre lo humano y lo tecnológico”, explica.

En cuanto a las letras, el cantante y guitarrista asegura que siempre compone de la misma manera: “Escribo metafóricamente canciones de amor. Todas las letras hablan de amor. Toni es amor puro”, sostiene con una sonrisa. Y como decía el público en el sketch de Beto Toni y su muñeco, ¡está bien!

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