La vida en Escobar va recuperando el ritmo previo a la pandemia. Las mesas en las veredas de los restaurantes, el mayor disfrute de los espacios verdes y actividad física al aire libre son las primeras postales de primavera.

Así como se brotaron los árboles y estallaron las flores en los canteros de las plazas de Escobar, las personas empezaron a salir de un invierno que se hizo sentir. En este año de pandemia, con un aislamiento social que ya lleva más de un semestre, la primavera llegó para acoplarse a una flexibilización que se nota en las calles y, sobre todo, en los espacios verdes, que se aprovechan al máximo.

Pareciera ya lejana la imagen desértica de las plazas silenciosas, quietas y vacías: en esta nueva etapa de la cuarentena, son los lugares más concurridos para reunirse en pequeños grupos, hacer picnic, caminar, tomar algo y despejarse. En la plaza de la estación de Escobar volvieron a activarse el skatepark y las canchas. Y para reforzar el colorido estacional, también reabrieron las florerías.

Otra de las postales más esperadas de esta “nueva normalidad” son las mesas en la vereda de los locales gastronómicos. Finalmente, adaptándose a las circunstancias y con los protocolos correspondientes, bares, restaurantes, cervecerías y cafeterías retomaron su actividad en doble turno: mediodía y noche, con mesas al aire libre.

Algunas de las medidas adoptadas fueron: trabajar al 50% de la capacidad, cuatro personas por mesa como máximo y, desde ya, el uso obligatorio de tapabocas.

Si bien la gente ya venía realizando caminatas, saliendo a correr o practicando ciclismo, las temperaturas templadas y los días más largos incrementaron este tipo de actividades; también volvieron a abrir sus puertas los polideportivos municipales, con clases de ritmos y funcional de hasta 15 participantes.

Aunque las ventas en algunos rubros se reactivan muy paulatinamente, los comercios ahora pueden permanecer abiertos hasta las 20. La medida, que extendió el rango horario por segunda vez -en marzo era de 8 a 18-, apunta a apoyar a los negocios locales, que fueron severamente afectados durante la etapa inicial de la cuarentena.

Algunos optan por la modalidad de permitir el ingreso de a una o dos personas, mientras que otros atienden desde la puerta con una mesa a modo de mostrador.

Un caso particular es el del paseo de compras Rivadavia, donde se le toma la temperatura a la gente en la entrada y cada puesto tiene en su frente una cortina sanitaria de pvc como protección. En sus pasillos la circulación es muy inferior a la habitual y casi la mitad de los puestos permanecen cerrados.

En término culturales, las restricciones continúan más firmes, lo que implicó realizar varios eventos de manera virtual, entre ellos la Feria del Libro de Escobar y la 57º Fiesta de la Flor. Por otro lado, con un toque vintage pero ajustada a estos tiempos donde aún no se sabe cuándo volverán ciertos permisos, el Municipio activó las propuesta del autocine y el autoteatro en el estacionamiento del Maschwitz Mall, que admite hasta 75 vehículos con un máximo de cuatro ocupantes.

En los horarios pico, la concentración de gente y de tránsito en algunas avenida y calles se va pareciendo cada vez más a la de antes de la pandemia. Sin embargo, las conductas, como el uso de barbijos, la distancia social, la higiene de manos y el sentido de alerta, marcan la diferencia.

Los abrazos argentinos, por ahora, no volvieron. Y si bien se flexibilizó la cuarentena en gran medida, todavía hay muchas actividades propias de la normalidad anterior, tan esenciales como la apertura de los establecimientos educativos, que aún están restringidos. Porque aunque haya llegado la primavera con su espíritu alegre, el coronavirus todavia está fuerte y la cantidad de infectados sigue siendo preocupante.

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RÉCORD DE CONTAGIOS Y MUERTES EN ESCOBAR

Septiembre, el mes más duro de la pandemia

A pesar del inexorable acostumbramiento a convivir con la pandemia, el mes que pasó fue el más duro desde la llegada del coronavirus al país, con picos de contagios y muertes. En el partido de Escobar, al lunes 28 se llevaban acumulados 6.141 infectados, de los cuales 2.746 (44%) correspondían a septiembre, lo que da un promedio diario de 98 casos. En agosto el promedio había sido 58 cada 24 horas.

Por otra parte, los casos fatales sumaban 149. En septiembre -sin contar los últimos dos días- ocurrieron 66 (44%). Es decir, una muerte cada 10 horas. En agosto habían sido 41: una cada 18 horas. No obstante, la tasa de letalidad se mantuvo estable en 2,4%.

Otros indicadores, en cambio, mostraron un panorama menos desalentador. En la última semana se notó una sostenida desaceleración en la curva de contagios. El promedio diario bajó casi 10%: de 107 a 98 casos por día. Es la primera vez que pasa desde el inicio de la pandemia. Lo mismo está sucediendo en la mayoría de los distritos del Conurbano.

Asimismo, el índice de recuperados repuntó de manera consistente y ya representaba el 57% de los casos totales. ¿Habrá pasado lo peor?

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