Dice que no haber llegado a boxeador profesional es su gran frustración. Pero está contento con sus logros. En los ´90 estuvo al frente del mítico bar La Vieja Esquina y hace 18 años maneja un kiosco y una panchería en la estación. “A Escobar lo veo muy bien”, afirma.

1-¿Dónde naciste?
-En Escobar, en la salita que estaba donde ahora está la Municipalidad.

2-¿A qué se dedicaron tus padres?
-Los dos eran carniceros. Mi papá (Raúl) tenía su comercio en la calle Estrada y mi mamá (Rita) en la esquina de Mitre y Lazaristas. Comida no faltaba en casa. Los dos ya fallecieron.

3-¿Cómo fue tu infancia?
-Linda, terminé la primaria en el colegio Belgrano y ni empecé la secundaria porque me gustaba el boxeo y pintaba bien como boxeador. A mis padres no les gustaba mucho, pero después se acostumbraron. Salía a correr a la mañana y a la tarde hacía gimnasio.

4-¿Cómo se dio tu inclinación por el boxeo?
-En la familia nadie era deportista, pero un día fui a ver una pelea de Pedro Décima y me gustó. A los 13 empecé a practicar en Unión de Del Viso y dos veces por semana iba al Luna Park. Quería probarme allá porque quedarme en la zona sentía que era poco para mí. Vivía para eso, era mi pasión.

5-¿Qué significó para vos entrenar en un lugar tan emblemático?
-Yo era chico y estaba con campeones como Carlos Monzón. Nunca me pude sacar una foto porque en esa época no había celulares para una selfie (risas). No llegué a ser profesional. Hice 28 peleas y perdí 4 ó 5. Venía bien, pero me cansé. Tenía 18 años y no me salían peleas. No tenía un peso, pero en Escobar ya me conocían todos. Después me tocó el servicio militar en Santa Cruz y casi que no pelee más.

6-¿Cómo fue esa experiencia en la “colimba”?
-Excelente, hacía de todo y era uno de los mejores soldados. A los 7 meses ya me dieron el alta. Después volví y trabajé un tiempo con mi viejo en la carnicería, tuve otros trabajos también. Laburé con “Puin” Satriano, con los cueros, donde aprendí mucho.

7-Tuviste un bar, La Vieja Esquina ¿Cuándo lo abriste?
-Trabajaba de noche en la caldera de un vivero, para que en invierno las plantas mantengan su calor. Pude juntar una platita ahí y con mi hermano Juan Carlos pusimos el bar, que arrancó despacito y fue un boom en Escobar. Eso fue hace 25 años, a principios de los ´90.

8-¿Cómo surgió la idea de ponerlo en un lugar como Mitre y Lazaristas, que no está en el centro de la ciudad?
-Mi papá nos prestó plata y fuimos arreglando el lugar, que era nuestro. Él tenía miedo de que me ande pelando por mi pasado de boxeador, pero no pasaba nada, era tranquilo. Con mi hermano, hasta que se me fue (murió en un accidente de moto al año y medio de abierto el bar), era todo 50 y 50. Nos llevábamos bien.

9-¿Qué recordás de esa época?
-Ahí tuve mis mejores amigos. Era el lugar de reunión, me invitaban a asados, charlábamos… Tenía pool, 10 mesas y 40 sillas. Hacía las mejores hamburguesas y los domingos tenía cantobar, un show bárbaro. Después el trabajo fue aflojando y me fui. Duró 10 años.

10-¿Cómo siguió tu vida después?
-Levantaba quiniela y un día vi este local en la estación, presenté un proyecto y me dieron el lugar, que es del ferrocarril. Conocí al jefe de la estación, Jorge Quiroga, que me lo mandó Dios: hice los trámites y gracias a él estoy acá. Llevo 18 años a cargo del kiosco y de la panchería.

11-¿Te va bien?
-Sí, me costó mucho al principio, hacía piruetas para pagar el alquiler y la mercadería, pero salí adelante y me armé bien.

12-¿Tu otra pasión son las motos?
-Sí, totalmente. Después de que mi hermano se mató con la moto yo dejé de andar y vendí la mía. Estuve 8 años sin saber nada, era el diablo para mí. Hasta que un día compré una 125 barata y volví a andar. Me fui al norte, me parecía chica, compré otra y así hasta llegar a la que tengo ahora, una BMW 800.

13-¿Viajaste mucho en moto?
-Sí, hice toda la ruta 40, fui cinco viajes a Brasil y a las ruinas de Machu Pichu. Ahí fueron dos semanas, me la pasé arriba de la moto, hacía 500 kilómetros por día. Si yo no tengo una moto en mi casa, es como si no tuviera vida.

14-¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?
-Ya tengo los 51 encima y, la verdad, no me agrada. Pero estoy bien de salud, me cuido con la comida, no fumo, no tomo y voy al gimnasio.

15¿Cómo definís tu carácter?
-Soy simpático, me mato de risa.

16-¿A qué otra actividad te hubiera gustado dedicarte?
-A ser boxeador profesional y campeón del mundo, era mi sueño. Hoy me gusta ser un buen comerciante, atrás del mostrador soy un fenómeno.

17-¿Tenés algún vicio?
-Viajar en moto, ir de un lado al otro.

18-¿Una regla que cumplas siempre?
-La responsabilidad y los horarios. Hay que dar el ejemplo delante de la gente.

19-¿Qué hacés habitualmente antes de acostarte?
-Karaoke en mi casa. Me gusta cantar con mi mujer antes de ir a dormir.

20-¿Cuántas horas por día dormís?
-Siete. Y otra media horita de siesta.

21-¿Tenés proyectos pendientes?
-Sí, con mi mujer queremos viajar más, conocer lugares y subirnos a un avión para pasear. Me gustaría ir a Cuba, al Caribe…

22-¿Una frase de cabecera?
-Excelente todo, para adelante.

23-¿Hay cosas que no podés dejar de hacer?
-Sí, ir al gimnasio. Dejé algunos años pero ya no. Una hora por día es necesario.

24-¿Un ídolo?
-“Látigo” Coggi. Y como hincha de Boca, Diego Maradona.

25-¿Un hecho histórico del país que te haya marcado?
-Cuando el dólar dejó de estar 1 a 1 con el peso. No tenía un mango, no me olvidó más de eso.

26-¿Tu mayor logro personal?
-No tenía nada y hoy tengo mucho.

27-¿Un fracaso?
-Cuando dejé de boxear.

28-¿Una década de tu vida?
-De los 30 a los 40 y ahora, porque hace cinco años encontré al amor de mi vida.

29-¿Una comida?
-El salmón con verduras.

30-¿Cómo ves a Escobar?
-Muy bien, estoy con Ariel Sujarchuk. Me gustaría trabajar en la Municipalidad y sé que algún día se va a dar, iría gratis para enseñar boxeo.

31-¿Cómo ves al país?
-Está muy complicado, cuando entró Macri yo quería un cambio, pero no va. Veremos qué pasa. Esto se soluciona sin robar, haciendo obras y sin ambiciones de quedarse con un vuelto.

32-¿Un deseo personal?
-Tener salud y ser feliz.

FICHA PERSONAL

De los guantes al comercio

Antonio Mo nació el 20 de julio de 1968 en Escobar. Es el mayor de cuatro hermanos (lo siguen Juan Carlos -fallecido-, Andrea y María). Fue boxeador amateur, ayudante de carnicero y ahora lleva 18 años dedicado al kiosco y la panchería que tiene en el andén de la estación. Además, integra el cuerpo de vocales de la comisión directiva de la Cámara de Comercio de Escobar y sueña con enseñar boxeo gratis, para formar futuros campeones.

Comentar la noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *