Maia Cabrera era una chica más del barrio La Loma de Garín: iba al colegio, estaba con amigas, salía en familia… Hasta que hace unos años se despertó en ella una pasión que marcó un antes y un después en su vida y que hoy la lleva a representar al país en competencias internacionales: la lucha olímpica.
Los estudios primarios los hizo en la escuela del barrio, la Nº30. Y hasta cuarto año cursó la secundaria en la Técnica Nº2 de 24 de Febrero. En esta institución descubrió, casi de casualidad, su habilidad e interés en esta disciplina. El disparador, como le ha pasado a tantos otros chicos en edad escolar, fue una convocatoria para los Juegos Bonaerenses. Estando en primer año del secundario participó en equipos de fútbol, cestoball y handball, buscando clasificar a las finales de Mar del Plata, sin éxito. El profesor de Educación Física, Diego Alcaraz, le avisó al grupo de chicas que había chances en lucha, si alguna estaba interesada en probar la actividad.
“De las 20 que éramos, tres dijimos que sí. Nos llevó a entrenar a Escobar, aprendimos técnicas de cómo caer y al otro día ya era la etapa clasificatoria de los Juegos en Ezeiza”, le cuenta a DIA 32. Clasificaban los tres primeros y ella quedó cuarta. Si bien no logró su objetivo, consiguió algo más grande. “Ahí me vio un entrenador de Tigre, le gustó como luché y me preguntó cuánto hacía que entrenaba. ‘Empecé ayer, cuatro horas, nada más’, le dije. Me invitó a ir a practicar a su club y comencé a ir a Don Torcuato después del colegio”. Corría agosto de 2019.
Cuatro meses después tuvo su bautismo de fuego en un Nacional que se hizo en Chaco y salió campeona en su categoría. El certamen era clasificatorio para un programa de atletas con proyección a los Juegos Olímpicos de la Juventud, competencia que después no se hizo por la pandemia de 2020.
De selección…
Como quedó seleccionada, Maia Cabrera empezó a entrenar por zoom, hasta que la habilitaron para poder ir al CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), protocolo anti Covid mediante. La lucha ya empezaba a ser cosa seria para ella, que cada vez estaba más entusiasmada. “Ahí conocí mucho más del deporte y no paré”, afirma.
Así, comenzó un derrotero de muy buenas actuaciones y viajes a distintos eventos internacionales. En 2022 salió campeona nacional en la categoría 57 kilos, clasificó a los Juegos de la Juventud y salió 3º, siendo la única mujer con podio. En 2023 la subieron al equipo juvenil y ganó su primera medalla (plata) en adultos, en lucha de playa en Vicente López. Era la primera vez que competía en arena y, con solo 17 años, obtuvo bronce en el ranking series y plata en su categoría. “Le gané a chicas de Ucrania, Estados Unidos, Panamá y Venezuela, que son potencia, y perdí la final con una rumana. Pero estuvo toda mi familia, fue increíble”, sostiene.
“Me gané el lugar para ir a Singapur, a otro ranking series de playa, donde quedé 4º. Después saqué bronce en Turquía, y el año pasado fui al clasificatorio olímpico, pero no pude clasificar. También competí en el Panamericano Sub 23 de Colombia, donde gané medalla de plata y un mes después fui bronce en el Panamericano Sub 20 de Perú”, repasa. Para ese entonces, debido a la incompatibilidad horaria con su actividad deportiva, ya se había cambiado a la Escuela Secundaria Nº11 de Garín, donde egresó en 2024.
Después dejó de entrenar en Don Torcuato para dedicarse solo a su preparación con el seleccionado nacional en el CeNARD y sumarse, desde el año pasado, a una escuela de lucha olímpica que hay en Del Viso (Argentino Wrestling), para la cual compite actualmente.
A la hora de elegir sus logros preferidos, la luchadora no duda en mencionar a los Juegos Sudamericanos, donde obtuvo el tercer puesto. “Fue en una categoría pesada: 57 kilos, cuando yo pesaba 52. Fue mi resultado más emocionante, perdí en el debut con una chilena, le gané a una peruana y perdí con una ecuatoriana en semifinales. De vuelta con la peruana por la medalla de bronce, perdía 9 a 1 y arriesgué: la planché (como un nocaut) y gané. Fue una felicidad total, porque era muy difícil remontarlo”, declara.
Este 2025 se inició tan bien como terminó el año anterior. En el verano participó en el Nacional, donde salió campeona de tres categorías: Sub 20, Sub 23 y Senior. Además, se le vienen compromisos importantes: en julio competirá en el Panamericano Sub 20 y en septiembre en los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento Deportivo (JADAR), patrocinados por el ENARD, en Rosario.
Becada a EE.UU.
La joven garinense recibió en abril una gran noticia: la convocaron de una Universidad de Estados Unidos, con estudios, alojamiento y entrenamiento incluido, para ser parte del equipo de lucha de la Central Methodist University.
“Ellos son potencia en este deporte. Su nivel es muy alto, compiten todos los fines de semana. Estas oportunidades no son habituales, pero vieron mi potencial, mi manera de luchar y me llamaron. Voy a subir mi nivel, viajo en agosto”, confiesa feliz por esta espléndida posibilidad, tanto deportiva como de vida, impensada hace apenas unos años.
Pese a su corta edad, Maia Cabrera ya tiene planes para más adelante. “Pienso armar mi club de lucha en Escobar para fomentar un deporte que es muy lindo y te abre muchas puertas. Yo no sabía lo que era hasta que empecé. Te ayuda para defensa personal sin llegar a lastimar a nadie. Soy la única que hace lucha en el distrito y en el país también somos pocos”, sostiene, con un futuro tan grande como sus ganas.
MODALIDADES
Qué es la lucha olímpica
La lucha es similar al yudo, con muchas tomas de este deporte, pero con una postura más agachada. Las mujeres hacen estilo libre, donde se puede agarrar cualquier parte del cuerpo del rival, hacer proyecciones, tacles y volteos. No está permitido dar golpes, rasguños ni hacer “palanca” en el otro. Hay dos tipos de competencia: de colchón (modalidad olímpica) o de playa, sobre la arena.
Se gana con una diferencia de dos puntos o haciendo plancha al adversario, que debe tener los omóplatos en el suelo. Se compite por seis minutos, divididos en dos períodos de tres, con 30 segundos de descanso. Eso es para categorías juveniles, U23 y adultos. En esta modalidad gana el que haya sumado más puntos a la hora del combate cuerpo a cuerpo.
