Fue la peor catástrofe hídrica que vivió el país. En Escobar, el fenómeno desplazó a los isleños y cambió para siempre la actividad productiva del Delta. Recuerdos en 2024.
Del Baúl
Noticias históricas del partido de Escobar y sus protagonistas, contadas en tiempo presente.
En la década del 90 fue un lugar de culto para muchos escobarenses. Cerró en 2001, pero dejó su huella. “Hoy no hay bares, se perdieron”, lamenta Antonio Mo.
Era un médico de pueblo, con grandes conocimientos y siempre dispuesto a atender, tanto a chicos como a adultos. Murió en 1967, pero dejó un legado importante, a tal punto que el museo municipal lleva su nombre.
El campanario del anfiteatro es un símbolo de la exposición y de sus épocas doradas. La idea de construirlo fue de Luis Brussi y se inauguró en 1983. Entretelones de un proyecto fuera de lo común.
El trascendental e histórico acontecimiento ocurrió el 24 agosto de 1968. Aquel hito coronó más de dos décadas de una incansable lucha vecinal e hizo crecer al pueblo.
La primera transmisión deportiva de una radio local fue un partido de fútbol de Boca del Tigre, en 1983. Su protagonista, Favio Fontana, revive aquella aventura, que marcó el inicio de su carrera periodística.
Carlos Legaria fue uno de los primeros que tuvo el pueblo, ejerció su profesión con ejemplaridad y durante tres décadas dirigió el hospital Erill. Falleció en 1999, a los 72 años, pero su recuerdo sigue vigente.
Relatos en primera persona de escobarenses que lucharon para defender la soberanía argentina en el Atlántico Sur. Sorpresa, dolor, espanto, tristeza y orgullo, sensaciones de una experiencia que quedó marcada a fuego para siempre en sus vidas.
Hace veintidós años el Partido Justicialista se preparaba para una interna febril a nivel local. La foto de un histórico acto de campaña en la estación de Escobar y la presencia casi inadvertida de Alberto Fernández entre los protagonistas.
Hace 25 años ocurría un hecho insólito y controvertido, que ya pocos recuerdan. El entonces intendente Luis Patti ordenó destruir una fuente y un mural que estaban desde 1989 en la plaza de Escobar.
Con 90 años cumplidos, es el segundo comercio escobarense más antiguo. Fue fundado en 1931 por Antonio Demarco. Hoy, dos nietos suyos están al frente de este almacén, que conserva su esencia pueblerina.
El paso de esta fábrica de tecnología petrolera marcó un antes y un después en Escobar. El trabajo era exigente, pero se pagaban sueldos muy buenos y generó un sentido de pertenencia que aún perdura, a 28 años del cierre de su planta.
Vivía en Capital, pero durante décadas venía en tren a Escobar para atender a sus pacientes, en la primera mitad del siglo pasado. El hospital provincial, que lleva su nombre, inmortaliza su legado.
Funcionó entre 1911 y 1976. Recordada por su enorme y emblemática chimenea, esta fábrica de ladrillos huecos fue una de las primeras industrias escobarenses. Relatos y testimonios de una época muy distinta.
El 18 de junio de 1970 se produjo una de las mayores tragedias locales: la explosión de un reactor en una planta química. Hubo cuatro muertos y quince heridos. Uno de los primeros bomberos en llegar recuerda el horror.
A mediados del siglo pasado, la realidad de la población isleña tuvo un vuelco fenomenal al habilitarse el puente que cruza el Río Luján, junto a la extensión de la ruta 25. Les permitió llegar al pueblo y propulsó el desarrollo de la zona.
Recuerdos y anécdotas entrañables de un film cien por ciento escobarense, dirigido por Juan Carlos Villalba y protagonizado por Tomás Seminari. A tres décadas de su estreno, la promesa de llevarlo nuevamente a la pantalla.
Electo en 1983 con el advenimiento de la democracia, fue el único intendente radical en la historia de Escobar. Y el primero que pudo completar su mandato. Falleció en 1990.
Hace cincuenta años, un grupo de vecinos cansados de vivir a oscuras se unió para formar la Cooperativa Escobar Norte. La institución logró lo que SEGBA no hacía y desde entonces se convirtió en un sostén social de la comunidad.
El parque de la calle Alberdi está cumpliendo 50 años. Fue un regalo que esa colectividad le hizo a Escobar por la hospitalidad con la que acogió a sus primeros inmigrantes.
Durante casi medio siglo, en su sala de la avenida Tapia de Cruz se estrenaron los grandes clásicos del celuloide. Había funciones vespertinas y nocturnas. Asistir a ellas era un importante evento social en ese lejano Escobar.