El deporte del palo y la bocha empieza a ser furor en Sportivo Escobar, donde medio centenar de chicas se entrenan dos veces por semana y ya tuvieron su bautismo en una liga. “Te emociona verlas jugar”, dicen sus entrenadoras.

Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web

Si hay un deporte que fue en franco ascenso en la última década de nuestro país es el hockey femenino. Las brillantes actuaciones del seleccionado nacional en mundiales y juegos olímpicos hicieron que miles de chicas quisieran ser “Leonas” y las escuelas de esta actividad tuvieran una demanda antes impensada.

“En Escobar el hockey se practica en varios lugares, uno de ellos es el Club Sportivo, donde este año se hicieron cargo de las clases las profesoras Cintia Manrique y Adriana Renaudi -inicialmente estuvo Gabriel Sáenz, que no pudo seguir-, actuales jugadoras de primera en Liceo Naval (Nuñez) y el Campana Boat Club, respectivamente. Las amigas están haciendo su primera experiencia como entrenadoras en el deporte que practican desde pequeñas.

Al principio, a las prácticas solamente iban cuatro chicas, pero después volvieron las que se habían alejado y así empezaron a llegar nuevas jugadoras cada lunes y miércoles. El caudal fue creciendo y al cierre de la temporada cuentan con 50 alumnas regulares -de 4 a 18 años- más las 20 mamás, que practican “mami-hockey”. Todas aprenden y tratan de perfeccionar su técnica con el palo y la bocha.

“En los colegios no existía el hockey, se jugaba sólo vóley o handball, pero ahora creció un montón gracias a Las Leonas. Antes pasábamos con el palo y nos preguntaban a qué jugábamos”, cuenta Renaudi a DIA 32 sobre la evolución y masividad que adquirió el juego.

A nivel competitivo Sportivo jugó en 2014 su primer torneo. Entró a mitad de temporada a la liga LICA con 6º (14-15 años) y 8º división (9-12 años), que finalizó el domingo 9 de noviembre. “Las chiquitas de 8º tienen un nivel de juego muy bueno, te emociona verlas jugar, y en 6º el equipo no clasificó pero creció mucho. Las chicas no sabían cómo era un torneo, cero experiencia, ahora estamos creciendo”, detallan las profesoras acerca del torneo, que se juega una vez por mes en Pilar y al que volverán en 2015.

Ambas están ilusionadas y satisfechas por el nivel de jugadoras que están formando, aseguran que existe una buena base y que “hay varias chicas que son fanáticas y entrenan al cien por cien, después marcan la diferencia”, confiesa Manrique antes de iniciar una de las prácticas en el predio albiceleste de la calle Güemes, pegado a la cancha de fútbol.

Además de haber incursionado en la LICA, durante el año jugaron amistosos con las escuelas de Independiente y del polideportivo municipal de Escobar, ambos de un estilo “más recreativo” que Sportivo, donde se enseña mucha táctica. También recibieron la visita de Rocío Sánchez Moccia, jugadora de la Selección y compañera de Manrique en Liceo Naval, quien les dio una charla y prometió volver próximamente para brindar una clínica.

Para las dos profes, escobarenses de toda la vida, es especial enseñar en su propia ciudad: “Nosotras también arrancamos de cero y transmitir eso está bueno. Por ahí suena cursi, pero era un sueño que teníamos y lo logramos: enseñar en Escobar, de donde somos”.

Con su anhelo cumplido, ahora buscan plasmar en sus jugadoras lo que ellas asimilaron con los años.

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