El tenis es un deporte de mucho sacrificio, entrenamiento y un perfeccionamiento constante. No solo físico sino también mental. Los jugadores deben hacer trabajos diarios para estar enfocados cien por ciento en la actividad, que muchas veces tiene sinsabores, como cualquiera, pero quienes la practican son recompensados con la satisfacción de sentirse realizados cuando las cosas salen bien.
A Oriana Bossio (17) nadie le prometió un jardín de rosas. Sabe que el camino no es corto ni sencillo, pero sigue entrenando cada vez más para lograr su objetivo: ser tenista profesional.
Oriunda de Ingeniero Maschwitz, estudió en el Instituto San Antonio de Padua hasta cuarto año, cuando dejó la presencialidad porque los entrenamientos no le daban tiempo. Terminó el secundario en forma virtual. Todo por el amor a la raqueta y los courts, persiguiendo su sueño.
Empezó en el mundo del tenis de casualidad, por el simple hecho de ir a ver jugar a su padre, Cristián Bossio. El profesor la invitó a ser parte de una clase, ella aceptó y así arrancó. “Comencé en la escuelita del barrio cerrado y después pasé a tomar clases en el club CIE Deportivo, en Benavídez. Tenía 10 años y a los 13 me federé”, le cuenta a DIA 32 sobre sus inicios con la raqueta.
Primero empezó a jugar torneos básicos (G4), después G3, donde ganó su primer campeonato en el Club Chasqui de Pacheco, y luego Regionales (G2). Al poco tiempo dejó el CIE y pasó a la academia Blengino Tenis, con Tomás y Max Gattiker en la preparación, en Tigre. Allí estuvo cinco años.
En agosto de 2025 decidió empezar un nuevo camino con el entrenador Esteban Espinoza, en el Club Sportivo Escobar. “Dejé la academia para un entrenamiento más personalizado, con más horas en cancha y un entrenador para mí sola. Me está ayudando muchísimo, porque es algo más profesional. Pude llegar a la final de un G2, donde entran las mejores tenistas de la provincia. Estuve en la mayoría de las finales de dobles que jugué y pude ganar abiertos G3”, señala, satisfecha por su crecimiento y las mejoras deportivas en este último semestre.
Por su edad, Oriana Bossio participa en torneos juniors. En los nacionales entran las mejores 32 del país y en los regionales las mejores 32 de cada provincia. “Además, juego los torneos llamados Haciendo Tenis, que son campeonatos profesionales. Ahí llegué hasta cuartos de final. Pueden tocarte jugadoras de cualquier lado y también te podés cruzar con chicas más grandes”, explica, sobre los tipos de competencias en las que interviene.
Para eso, también empezó a jugar torneos en clubes más alejados, con el fin de tener más roce e ir conociendo más rivales, para saber cómo está preparada. “Este año estuve en Mar del Plata y jugué con chicas de allá. Me fue bien: salí 2º en singles y campeona en dobles con Micaela Alvarez. Fue un muy lindo torneo”, expresa, sobre su mini gira marplatense. En la final de individuales cayó con Camila Navarro 6-0 y 6-3, en el Club Náutico.
“Entreno en Sportivo todos los días doble turno. También nos está ayudando la Municipalidad de Escobar. El tenis es un deporte duro, no es barato. Siempre se necesita una mano”.
Ranking nacional
Meses atrás, Oriana Bossio salió campeona de un abierto en Náutico Hacoaj, donde superó en la final a Agustina Colombo por 6-3 y 7-5. “Fue una final hermosa. Como yo entrenaba ahí, estaban todos viéndome. Salió un muy lindo partido”, señala. En dobles salió 2º, junto a Florencia Quaglia.
Uno de los últimos torneos de la joven tenista maschwitzense fue el Regional en Huracán de San Justo. Llegó a semifinales, donde perdió con Pilar Bustamante (6-3 y 7-5). En dobles llegó a la misma instancia, en dupla con Katia Bula.
Tras estos resultados, quedó 11º en el ranking nacional femenino Sub 18 de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) y 78º en el profesional de los torneos Haciendo Tenis. En pleno crecimiento.
“Entreno en Sportivo todos los días doble turno, con gimnasio y tenis. Ya pude dar un salto muy grande, porque antes no había llegado a muchas finales de regionales. Fue un cambio muy bueno. Mentalmente, tenísticamente, fue bueno en todo sentido. También nos está ayudando la Municipalidad de Escobar. El tenis es un deporte duro, no es barato. Siempre se necesita una mano”, declara, con mucha madurez.
Para Oriana Bossio no hay descanso. En diciembre comenzará con los trabajos de pretemporada de cara a un exigente 2026, con mucho entrenamiento físico y técnico, buscando limar errores y potenciar sus mejores virtudes. “Mi mejor golpe es la derecha. Estoy trabajando mucho con Esteban para mejorarla y poder ir más para adelante”, confiesa, autoexigente.
A la hora de elegir una referente en el competitivo mundo del tenis femenino, no duda un segundo: “Me gusta mucho (Aryna) Sabalenka, que es ofensiva y va para adelante. Mi estilo de juego es más de ataque que defensivo, pero hay que seguir mejorando”, afirma con pasión. Una promesa del tenis, que busca llegar lejos.
