
Los escobarenses fanáticos de los peces exóticos y el acuarismo, un mundo atrapante y lleno de cuestiones por aprender, están de parabienes. A fines de abril abrió sus puertas en Loma Verde un lugar soñado para asesorarse y abastecerse de ejemplares de todo tipo, plantas acuáticas y demás accesorios para recrear un acuario colorido y moderno.
El acuario Biotopium está sobre la Colectora Oeste, a la altura del kilómetro 54,500 de la Panamericana. Su dueño es un vecino que hace cuatro años se mudó de Capital a Loma Verde. Desde entonces empezó a pergeñar ese espacio para exhibir peces, vender, asesorar y plasmar su experiencia de décadas en la cría de especies.
“Arranqué en esto de los peces a los 9 años. Como la mayoría de la gente que tiene tiendas de acuarios, nace como un hobby. Te quedás sin lugar en tu casa para poner más peceras y terminás armando algo para compartir con más personas. Me gusta Escobar y no había locales así, por eso decidí abrir”, le cuenta Emanuel a DIA 32.
“Hace muy poquito que abrimos y vino gente que quiere iniciarse y no sabe cómo. Uno los puede ayudar a hacer las cosas bien y a querer a los animales. La idea es mostrarlos y recrear una zona geográfica de algún río”, explica, acerca de la propuesta de Biotopium.

Atractivos biotopos
El local está en el primer piso de un centro comercial y cuenta con unas veinte peceras. Al ingresar, del lado izquierdo hay tres estanques grandes. Uno pegado al otro, pero muy distintos entre sí. Uno representa el biotopo del río Amazonas, con peces discos nacidos en cautiverio, por intermedio de crías selectivas que van manteniendo diferentes rasgos de colores. Son peces de los más elegantes y movedizos.
Al lado está uno de los más exóticos ejemplares: el pez globo, proveniente de África, criado por el propietario desde que medía solo un par de centímetros. Nada y flota por cada lado de la amplia pecera, moviendo constantemente sus pequeñas aletas laterales. Con él hay otros pececitos chicos, asiáticos, que andan en cardumen a toda velocidad.
La tercera de las tres peceras más grandes recrea un biotopo del Tapajos, una de las vertientes del caudaloso Amazonas. Está habitada por más peces discos, escalares, geophagus, uarus y heros. Ese acuario tiene 1.800 litros de agua y tres metros de largo. Las aguas de cada recinto están limpias y transparentes, con sistema de aireación, filtro y calentador, porque todos son peces de aguas tropicales.
Las peceras grandes tienen raíces, pequeños troncos que no solo ornamentan, sino que también hacen que cada especie se sienta como en su hábitat. “Por más que hayan sido criados en cautiverio, los genes son salvajes, tratan de buscar la naturaleza. Nosotros le recreamos eso para que estén cómodos, tienen troncos específicos de cada lugar”.

Del otro lado del local están las peceras más chicas, divididas por especies y con un admirable colorido de ejemplares. Hay neones, lebistes, albinos de cabeza roja, altums, mollys y bettas, entre muchas especies más. Se observan perfectos montajes de acuarios africanos, amazónicos y cada estanque tiene una grava específica en el piso, de acuerdo al ambiente que se recrea.
Asesoramiento y secretos
El asesoramiento a los clientes es otro eje de la propuesta de Biotopium. “Al acuarista que arma un acuario y se le mueren los peces se frustra. Nosotros ayudamos para que eso no pase. El secreto es la calidad del agua, con una buena filtración, y la alimentación. Una vez que está estabilizada se hace un cambio de 20% una vez por semana, no más que eso. También se le pone un acondicionador de agua, que es más completo que el anticloro”, sostiene Emanuel, compartiendo su conocimiento.
Sus preferidos son los peces discos, “porque viven en cardumen, tienen jerarquías y se comunican por medio de vibraciones. Forman parejas y tienen cría. Al público le gustan los lebistes, son los más vendidos, los discos llaman la atención y también los gold fish”, asegura.
Saber datos de cada uno de los ejemplares y razas requiere una vasta experiencia y conocimientos sólidos. “Hay muchos libros, mucha información en internet. Hay que informarse, leer constantemente, más la experiencia. Cada pez tiene su alimento especifico, cambia la composición de la comida. Los africanos tienen un gran compuesto vegetal, los discos no. Depende cada especie”, afirma.
Por el momento, el acuario abre sus puertas los sábados y domingo, con cita previa a través de su cuenta de Instagram. Como una idea innovadora, en mayo organizará un workshop gratuito.
“El acuarismo es el hobby de mi vida y la idea es compartirlo con las demás personas”, confiesa el responsable de esta idea, feliz por sus simpáticas y coloridas mascotas acuáticas.