Por DAMIAN FERNANDEZ
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El servicio postal formal surgió mucho antes de la era cristiana -los primeros usos documentados de un sistema organizado provienen del Antiguo Egipto- y durante muchísimos siglos fue la principal vía de comunicación de las civilizaciones. Pero eso ya quedó muy lejos en el tiempo. Ahora, en plena Era de la Información y con los avances tecnológicos, el envío de correspondencia se volvió una práctica obsoleta y las tradicionales oficinas de correo debieron reconvertirse para no desaparecer. Sin embargo, la de Maquinista Savio está al borde de la extinción.
La medida no es aislada sino que forma parte de un plan de restructuración que Correo Argentino comenzó con el cierre de dos agencias en las localidades de Loma Negra e Hinojo, del partido de Olavarría, y que podría alcanzar a un total de 160 terminales de distintos puntos del país, según trascendió.
“El espíritu de la empresa es reducir costos. Entonces, hay que ver cómo reordenar la agencia u oficina que no recauda mucho. Y ese reordenar, para ellos es cerrar. Es una situación general y Maquinista Savio no es la excepción”, afirma a DIA 32 el secretario de Prensa de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), Ariel Spadaro, quien confirmó que los carteros fueron notificados “de palabra” el miércoles 9 por personal jerárquico.
La terminal de Savio funciona en un pequeño local de la ruta 26, casi en la intersección con la calle 9 de Julio, y cuenta con un solo empleado.
La noticia cayó como un baldazo de agua caliente en pleno verano y rápidamente activó un plan de lucha para contrarrestar la medida. “Nosotros vemos al correo como un servicio público y no como un negocio, que es la visión que tiene la empresa”, señala Spadaro.
“Los vecinos no solamente tendrían que dirigirse a Garín o Maschwitz para enviar una carta o utilizar algún servicio sino que, además, cuando el cartero no encuentre a una persona y le deje el aviso de visita, también va a tener que hacer el esfuerzo para trasladarse a una de estas dos oficinas. Esto generaría un trastorno que muchos no podrían solventar”, asegura. Además, acota que “los carteros de Savio vienen de Alberti y ya hay paquetería que el vecino tiene que ir a retirar allá”.
El dirigente sindical plantea que la situación se podría resolver con otras alternativas, como “pasar los oficios judiciales a Garín” y evitar “gastos superfluos en gerencias y subgerencias que nunca han aportado ideas ni soluciones”. Pero, sobre todo, apela a una acción conjunta entre los trabajadores, vecinos y el Municipio. “Entre todos, creo que podemos ganar esta batalla”, se ilusiona.
Desde la órbita política, las reacciones fueron casi inmediatas. Durante su interinato en la Intendencia, Pablo Ramos le envió una carta al presidente de Correo Argentino, Gustavo Papini -ex CEO de OCA-, para expresarle su enérgico rechazo a la medida y solicitarle que la revea.
Por su parte, la presidenta del bloque de concejales oficialista y vecina de la localidad, Patricia de la Cruz, presentó un proyecto de resolución de igual tenor en el Concejo Deliberante. Además, inició una campaña callejera que ya recolectó mil quinientas firmas y se sumaron a las más de dos mil adhesiones que tiene una petición similar en la plataforma virtual Change.org. Todas bajo el mismo lema: “No al cierre del correo de Savio”.
