El nuevo jefe del cuartel de Escobar afirma que “ayudar a los demás” es su mayor gratificación. Además, recuerda a su padre, quien perdió la vida yendo a apagar un incendio.
Bomberos voluntarios
Hace 25 años ocurría un hecho insólito y controvertido, que ya pocos recuerdan. El entonces intendente Luis Patti ordenó destruir una fuente y un mural que estaban desde 1989 en la plaza de Escobar.
Dando clases en un jardín de infantes sufrió un ACV y sintió que el mundo se le venía abajo. Tras recuperarse, decidió cumplir el sueño de trabajar en un cuartel, sin dejar la docencia. Encontró su lugar en Paraná, Entre Ríos. “Lo disfruto mucho”, asegura.
El emblemático Pontiac de los bomberos voluntarios de Escobar está cumpliendo noventa años. Fuera de servicio hace varias décadas, es un símbolo de la institución y una atracción en desfiles y exposiciones.
Una enfermedad en la columna y las piernas no pudo vulnerar su voluntad. Trabaja en la Municipalidad, ayuda a su padre en un aserradero y disfruta de integrar el cuartel de bomberos.
Tras 33 años de servicio activo, hace 20 que integra la reserva del cuartel de Belén. Sus inicios en la institución, su comercio de matafuegos, su paso por la política, la Fiesta de la Flor y una dura sentencia sobre la situación de Escobar.