La tradicional exposición dio que hablar desde su apertura, a la que asistieron desde Scioli y ocho intendentes de todos los colores hasta el embajador del Reino Unido y Costantini.

Nunca es igual. La Fiesta Nacional de la Flor es distinta cada año. A veces para mejor, a veces para peor, pero ninguna edición es un calco de otra. De hecho, la número 53 empezó a destacarse desde el vamos, con un acto inaugural del que se habló bastante.

Las presencias de Daniel Scioli y Eduardo Costantini fueron las que más llamaron la atención en el palco. El ex gobernador concurrió casi todos los años a la Fiesta, a la que conoció en la Secretaría de Turismo de la Nación. Su presidente le agradeció el gesto de haber ido: “Durante mi gestión siempre me ha apoyado y hoy lo vuelve a hacer”, expresó Tetsuya Hirose.

Al magnate, en cambio, lo invitó el Intendente: “Los grandes empresarios que invierten en el distrito tienen que conocerlo. Tenemos que encontrarnos en las calles, en las plazas, en nuestros símbolos históricos, para cultivarlos y fortalecerlos”, argumentó Ariel Sujarchuk.

Envalentonado anfitrión, también se permitió algunas licencias en su discurso, cuando instó a “que florezcan mil flores” y, en otro pasaje, bromeó: “Si nos tiramos con flores, no nos tiramos con carpetazos”.

Hablando de tirarse flores, el jefe comunal le entregó a Hirose la condecoración de “ciudadano ilustre” del partido de Escobar, un incuestionable reconocimiento a su trayectoria. Y le garantizó su apoyo “para que esta Fiesta cada año sea más grande y más fuerte”.

Ocho intendentes bonaerenses de todos los colores -FPV, FR y PRO-, los embajadores del Reino Unido, Japón y Túnez y el ministro de Agroindustria de la provincia le agregaron más tonos al variopinto palco. Sólo faltó a la cita la gobernadora María Eugenia Vidal, aunque no descartan que visite la muestra. Hasta el lunes 10 tiene tiempo.

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