Con su desembarco en la Hidrovía, Ariel Sujarchuk podrá buscar un tercer mandato en 2023. Al pedir licencia antes de cumplir la mitad del segundo, queda a salvo de la norma que prohíbe tres períodos consecutivos.

Su origen es muy difuso y para algunos historiadores se remonta a la época del Imperio Romano, pero la frase “hecha la ley, hecha la trampa” sigue vigente a pesar de los años. Sin ir más lejos, se transformó en un mantra en la cabeza de los intendentes de la provincia de Buenos Aires que desean postularse a un tercer mandato en 2023, algo que la legislación actual les impide. Dentro de ellos está Ariel Sujarchuk, que primero celebró esa restricción y ahora es uno de sus más enérgicos detractores.

En agosto de 2016, con el impulso del entonces opositor Frente Renovador de Sergio Massa, el aval de Cambiemos y el rechazo pleno del Frente para la Victoria, el Senado bonaerense sancionó la ley 14.836, que estableció el fin de las reelecciones indefinidas.

La iniciativa, que meses antes había sido votada en Diputados, fue festejada y vista como una bocanada de aire fresco en la política, a la vez que le puso fecha de vencimiento a varios avezados intendentes del Conurbano, popularmente denostados como “barones”.

El texto de la norma determinó que intendentes, diputados, senadores, concejales y consejeros escolares no puedan ser reelectos más de una vez en forma consecutiva.

“Le estamos dando una señal clara a la sociedad de que quienes ocupamos cargos institucionales somos personas con los valores que decimos que pregonamos”, se jactaba el entonces senador provincial Sebastián Galmarini, cuñado del actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

Del mismo modo, el senador provincial escobarense Roberto Costa, que también votó a favor de la ley, la expuso como un logro de la dirigencia política. “Las reelecciones indefinidas atentan contra uno de los elementos más importantes de la república. Su prohibición constituye un dique eficaz contra ambiciones personales”, había afirmado quien, paradójicamente, ocupa cargos legislativos desde 1987.

A contramano de todo el arco kirchnerista, el intendente de Escobar no sólo no rechazó la iniciativa sino que se mostró plenamente a favor de limitar las reelecciones. “Esta ley fortalece la democracia, dando lugar a las nuevas ideas y propuestas que cada generación necesita”, decía, a seis meses de haber iniciado su primer mandato.

“Nadie debería ocupar un cargo más de dos mandatos seguidos. Es algo que debe ser entendido como un acto de servicio a la comunidad y no un medio de auto sustento”, enfatizaba Sujarchuk en mayo de 2016, cuando emergía como una figura nueva dentro de la escena política.

Eran otros tiempos, era otra la historia.

DESIGNACIÓN. El Presidente se reunió con Sujarchuk en la quinta de Olivos

Según pasan los años

Cinco años después, ya muchos cambiaron de opinión. Uno de los primeros en contradecirse por completo fue Sujarchuk: “Esta ley no fue creada para dar más institucionalidad. Fue creada por el vidalismo para achicar, acotar y disminuir al peronismo en el Conurbano. La gente vota al intendente que más le gusta”, declaró en enero al portal Diagonales.

La cuestión de las re-reelecciones cerró la grieta en la provincia. Más de 80 intendentes hoy no están en condiciones de presentarse a un tercer mandato. Un dato curioso: 45 son de Juntos. Es decir, la ley le terminó jugando más en contra a quienes la impulsaron.

Por eso, varios jefes comunales macristas salieron a pedir que se modifique, al igual que los alcaldes de la Unión Cívica Radical, socia fundadora de la coalición. “Los radicales estamos por la autonomía municipal: que cada municipio tenga el derecho de elegir al intendente una, dos o el número de veces que quiera”, afirmó el cacique de San Isidro, Gustavo Posse, en recientes declaraciones a la FM Rock & Pop.

EN PROBLEMAS. Gustavo Posse, Jorge Macri y Sebastián Abella, tres de los 45 alcaldes de Juntos alcanzados por la ley promulgada por María Eugenia Vidal.

Retroactividad y escape

El reloj sigue corriendo y el tiempo empieza a agotarse para los intendentes que quieren un tercer mandato, pero aún quedan salidas: que la Legislatura bonaerense modifique o derogue esa ley -lo menos probable- o que la Justicia declare inconstitucional la disposición transitoria que establece su efecto retroactivo a 2015.

En caso de que nada de eso ocurra, tienen a mano un recoveco legal: tomarse licencia antes del 10 de diciembre y hasta el final de su mandato, ya que quienes no lleguen a cumplir efectivamente la mitad del segundo período estarán eximidos de la restricción para volver a postularse.

“El reemplazo de uno o varios titulares en sus cargos efectuado por más de dos años continuos o alternados se computará como cargo ejercido”, señala con rebuscada redacción uno de los artículos del decreto que reglamentó la ley, firmado por la entonces gobernadora María Eugenia Vidal.

Por ese pasadizo ya tomaron varios intendentes bonaerenses: el actual jefe de Gabinete de la provincia, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora); el ministro de Infraestructura, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); y el administrador general de Vialidad, Hernán Y Zurieta, a quienes el gobernador Axel Kicillof convocó después de las elecciones primarias.

A nivel nacional están los casos del ministro de Obras Públicas e intendente de San Martín, Gabriel Katopodis; el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta (Hurlingham), y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi (Avellaneda).

Ahora se sumó a ellos Sujarchuk, recientemente designado titular del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable por el presidente Alberto Fernández. Después de haber amenazado con irse del Frente de Todos y lanzar críticas a diestra y siniestra, el jefe comunal de Escobar consiguió ese nombramiento para pedir licencia en el Municipio a días de cumplir la mitad de su segundo mandato. Ahora sí, podrá postularse en 2023.

Otro que tomó el mismo atajo fue Jorge Macri, que cruzó la avenida General Paz para asumir como ministro de Gobierno porteño. “No es bueno que haya reelecciones indefinidas, la alternancia es pilar fundamental para una mejora democrática”, había declarado el primo del ex presidente, que gobierna Vicente López hace diez años y, con esta jugada, podrá ir por su cuarto mandato.

REENCUENTRO. Intendentes del Frente de Todos se reunieron en La Plata con Kicillof, Massa y Máximo Kirchner.

Borrar con el codo

“No se puede legislar para atrás, mucho menos en materia electoral. Hay una mirada muy amplia de que lo del primer período debiera subsanarse”, declaró hace unas semanas Sujarchuk a Télam, después de reunirse en Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Juan Manzur.

“Hasta el presidente del bloque de Cambiemos en el Senado, que era oficialismo en aquel entonces, dijo que podíamos llegar a tener un problema con esa disposición”, sostuvo.

El intendente se refería a declaraciones que Costa hizo días antes de las elecciones al ser consultado sobre el tema: “Hay que reparar el error de la cláusula transitoria que plantea la retroactividad de la norma, con eso se resuelve el problema. Está mal y es inconstitucional. La política, que cometió el error, lo tiene que subsanar”, remarcó en una entrevista con El Día de Escobar. No obstante, sostuvo que “no puede haber reelecciones indefinidas”.

De hecho, por esa misma ley Costa no se pudo postular a un tercer mandato en el Senado y debió presentarse para concejal en Escobar.

El Frente Renovador, en tanto, no parece dispuesto a dar el brazo a torcer. “No hay acuerdo político, acuerdo electoral ni ninguna situación que me vaya a hacer cambiar de opinión: los intendentes tienen que cumplir dos mandatos y a otra cosa”, sostuvo Massa durante un encuentro con estudiantes universitarios en la Cámara de Diputados, sin mencionar la cuestión de la retroactividad.

Más recientemente, el diputado provincial Jorge D’Onofrio fue más tajante y aseguró que el massimo “no va a borrar con el codo lo que escribió con la mano”. “Quien se sienta agraviado por la ley, que vaya a la Justicia a reclamar o que presente el proyecto y cuente las manos”, desafió.

En el medio de la discusión está La Cámpora, que no votó a favor de la ley, pero que inesperadamente se vería beneficiada. De no modificarse, está ante la posibilidad de disputar la conducción de varios municipios. Escobar podría ser uno, aunque Sujarchuk ahora tiene luz verde para 2023.

Por su parte, el presidente Alberto Fernández y el gobernador Kicillof estarían proclives a dar lugar al reclamo de los jefes comunales, con quienes luego de las elecciones mantuvieron reuniones donde el tema estuvo sobre la mesa.

Mientras algunos intendentes piensan recurrir a la Justicia para cuestionar la retroactividad y otros esperan que la Legislatura corrija la ley, varios ya acortaron camino y dejaron sus municipios para poder volver en dos años. Ya lo dice el refrán: “Hecha la ley, hecha la trampa”.

SUJARCHUK DEJA ESCOBAR

Un cargo por el que peleó y pataleó

Ariel Sujarchuk consiguió lo que buscaba. Después de amenazar con irse del Frente de Todos tras las elecciones primarias y de criticar tanto al gobernador Axel Kicillof como al presidente Alberto Fernández, recompuso relaciones y consiguió un nombramiento para dejar la Intendencia, proyectarse políticamente y estar en condiciones de buscar un tercer mandato en 2023, más allá de que se modifique o no la ley que limita las reelecciones.

Su designación como titular del flamante Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable tuvo lugar el jueves 2, al cabo de un encuentro que mantuvo con el jefe de Estado en la Quinta de Olivos junto al ministro de Transporte, Alexis Guerrera, hombre del Frente Renovador, de quien dependerá.

Sujarchuk tendrá que pedir licencia en el Municipio. Desde el lunes 6 lo reemplazará interinamente el secretario general Alberto Ramil. “No dejo Escobar, a lo sumo tendré doble tarea por una sola remuneración. Voy a seguir ejerciendo la conducción de la gestión y la política”, aseguró.

QUÉ ES LA HIDROVÍA

Corredor clave para el desarrollo

La hidrovía Paraná-Paraguay es un corredor natural de transporte fluvial de más de 3.400 kilómetros de largo, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia Paraguay y Uruguay.

Se trata de un inmenso sistema hídrico denominado “Cuenca del Plata”, que comprende a una vasta región cuyas aguas superficiales descargan en el Río de la Plata.

Por su extensión, es la segunda cuenca después de la amazónica en esta parte del continente y constituye el área donde se concentra una importante actividad económica y la mayor densidad de población.

Actualmente, la administración y el mantenimiento de la vía navegable es coordinado por la Administración General de Puertos. Pero cuando se complete el plazo de transición pasará a manos del ente y así avanzará con los pliegos licitatorios para la nueva concesión.

Con sede en Rosario, el organismo está conformado por Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe.

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