Ni punk, ni reggae. Tampoco la cumbia. Ellos eligieron escuchar James Brown, Jamiroquai, Barry White, Kool and the Gang, pasando por Charly García, Willy Crook a Los Abuelos de la Nada y Soda Stereo. Sinfonías para agendar.

Por MARTIN POZZO
Director de revista La Negra

Malbeq es una agrupación escobarense que se mueve entre el funk y el soul, todo bajo el ala del rock. Sus responsables: Nicanor López (voz y teclado), Luciano Mereu (bajo), Emilio Tanus (guitarra), Leonardo Silvestrin (percusión), Dino Mereu (batería), Ailen Quittet, Pamela Kölln y Fernanda Bucci (coros).

“Elegimos el soul y el funk para expresarnos porque es la música que escuchamos y es la música que siempre quisimos hacer. Además, nos parece que son géneros poco explotados en la música popular argentina. Es un género que tiene muchos matices como para poder expresar todo lo que tenemos para decir musicalmente”, afirma convencido Luciano.

Finalizando 2009, los músicos comenzaron a gestar el combo rítmico que vería recién en marzo de este año su debut en vivo. Fue en Balón Rojo Club, de Ingeniero Maschwitz, compartiendo la función con Tony 70, banda referente del género que profesan. “Es la que más se acerca al funk en la actualidad. Pero atrás en el tiempo hay etapas de las carreras de varios artistas grandes del rock nacional que utilizaron muchas cosas del estilo. Casos como Los Abuelos de la nada o el mismo Charly García”, justifica Luciano, reconociendo el logro de ese primer paso sobre las tablas.

Frente a la corta carrera bajo este nombre, los músicos que integran Malbeq cargan en su mochila un envidiable currículum musical (algunos de ellos fueron o forman parte de bandas como Hermanos de la Calle, La ilegal, Sel K, Facundo Mocoroa, Disco Fever Band, Bajo Consumo y la Oveja Negra, entre otras). “En cuanto a las experiencias con otras bandas, esta tiene de particular que la música la hacemos nosotros y, por lo tanto, disfrutamos de todo el proceso, desde que se gesta la canción o nace una letra hasta que terminamos armando el tema y tocándolo en vivo o escuchándolo en un disco grabado”.

“Todas las demás bandas tuvieron o tienen sus cosas buenas. De ellas aprendimos mucho, pasamos por varios estilos. Desde el funk instrumental y el rock and roll hasta el reggae. Ahora, por primera vez incursionamos en este estilo del funk rock, pero en formato canción, yendo un poco más allá en cuanto a lo musical, arriesgándonos a poner vientos, coros y percusión, formato por el cual nunca habíamos pasado siendo compositores de la banda. Realmente nos sienta muy cómodo, sabemos que aún nos queda mucho por aprender y creemos que este proceso de investigación nos ha hecho lograr una maduración musical muy amplia”, se extiende el bajista.

Hace un mes editaron su primer disco de estudio. Cinco canciones bajo el título de Malbeq funk rock que plasman el buen gusto por la música. Otra de las virtudes de estos “catadores musicales” recae en la formación técnica y profesional como músicos, valor que resaltan como muy positivo. “Creemos que el hecho del estudio para el músico influye de maneras diferentes y también depende mucho de la formación académica que tenga, si es muy clásica o más contemporánea. Hay músicos que al tocar todo el tiempo con partituras pierden un poco de originalidad e ideas. En nuestro caso, creo que todos tomamos los conocimientos nuevos y los aplicamos al beneficio de lo que es el estilo musical de la banda, tratando siempre de hacer lo que cada composición
que llega a la sala nos pida”, continúa Luciano.

El futuro parece ser prometedor y para eso los integrantes coinciden y concluyen con un posible presagio. “El desarrollo del género en Escobar es algo difícil pero no imposible. Es cuestión de que alguien lo empiece y después quién sabe. Tal vez, hasta llegue a ser una moda, como fue el rock’n roll stone o, hace muy poco, el reggae”. Cuestión de probar.

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