En su planta de Garín, el laboratorio mAbxience producirá el reactivo de la vacuna de Oxford para Latinoamérica. Serán entre 150 y 250 millones de dosis, que se distribuirán a partir de abril entre los países de la región.

A mediados de febrero, cuando el Covid-19 era un peligro lejano que acechaba en China, mAbxience inauguraba en Garín una planta de producción de medicamentos biológicos para tratamientos contra el cáncer y la artritis. Por ese entonces, nadie imaginaba que seis meses después en esos laboratorios se empezaría a fabricar el reactivo de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford para frenar la pandemia que tiene al mundo en vilo.

La firma de un acuerdo entre el laboratorio anglosueco Astrazeneca y la Universidad de Oxford con el laboratorio argentino mAbxience para producir en el país la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV2 fue anunciada el miércoles 12 por el presidente Alberto Fernández. “Es un reconocimiento a la calidad de los laboratorios argentinos. Para nosotros, es una gran alegría”, expresó.

mAbxience es una empresa creada en 2009. Es parte de Chemo, que pertenece al Grupo Insud y cuyo CEO es Hugo Sigman. Cuenta con una planta en Munro, partido de Vicente López, y el 20 de febrero inauguró otra más amplia en Garín, con una superficie de 20.000 m² y una inversión de más de u$s40 millones. La bautizaron La Linda.

Sigman definió como “epopeya colectiva” al consorcio “conformado por la Fundación Slim, que asume el mayor riesgo económico, la compañía AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que desarrollaron la vacuna, y también a nosotros, mAbxience, que producirá la sustancia activa de la vacuna, y al laboratorio mexicano Liomont, que la envasará”.

“Tengo que agradecer esta oportunidad que me dio la vida”, expresó el empresario argentino, quien aseguró que tiene “gran entusiasmo y confianza” en el modelo que utiliza esta vacuna y remarcó que “es uno de los más promisorios”.

“La Fundación Slim y la compañía AstraZeneca nos propusieron que la vacuna salga casi simultáneamente con el resto del mundo, ya que si no se fabricaba en Latinoamérica seguramente iba a llegar seis, ocho o hasta doce meses después”, destacó Sigman. En ese sentido, estimó que “la vacuna terminará de producirse en marzo y podrá comenzar a distribuirse en abril”.

Esta vacuna tendrá un precio inferior al resto de las que están en desarrollo -alrededor de 4 dólares-, porque “se optó por una filosofía no lucrativa por parte del laboratorio”. “La va a vender AstraZeneca mientras dure la pandemia a este precio y sólo a gobiernos. No se va a vender a privados”, sostuvo.

Asimismo, señaló que “mAbxience se comprometió con AstraZeneca a elaborar un mínimo de 150 millones y un máximo de 250 millones de dosis que se distribuirán en toda América Latina, a excepción de Brasil, que tiene un convenio particular”.

La prioridad al momento de aplicar la vacuna será para los grupos de riesgo: adultos mayores, trabajadores de la salud y personas con otras enfermedades. “El compromiso que está asumiendo AstraZeneca con todos los gobiernos es cubrir por lo menos el 20% de las necesidades que tienen los países, que es lo que va a permitir cubrir a esta población de mayor riesgo”, señaló Sigman.

Acerca de la cantidad de dosis necesarias para lograr la inmunidad, calculó que “para adultos mayores lo más probable es que sean necesarias dos, ya que con una dosis se comprobó que la cobertura era menor”. Para menores, si llegaran a ser vacunados, sólo sería necesaria una dosis.

Los ojos del país y la región, por lo pronto, están puestos en Garín, a la espera de la vacuna que le ponga fin a esta oscura pesadilla llamada coronavirus.

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