A los 16 años, el pibe del barrio Stone tocó el cielo con las manos al cantar ante una multitud en el festival Lollapalooza. No fue casualidad: en 2018 se presentó tres veces en el Luna Park y es furor en las redes sociales. “Si yo pude, todos pueden”, afirma.

Ya sea en el mítico estadio Luna Park o en la plaza de la estación, Luciano Vega no tiene pudor en salir a escena y empezar a hilvanar una rima tras otra. Sus jóvenes 16 años no lo atemorizan; al contrario, lo envalentonan. Este adolescente escobarense es una de las sensaciones argentinas del trap, el género musical que es furor en los últimos tiempos, y su reciente presencia en el festival Lollapalooza no hizo más que confirmarlo.

Lo que muchos artistas anhelan toda su vida, el pibe oriundo del barrio Stone lo consiguió cuando su recorrido apenas comienza. Su presencia en el popular mega evento, el domingo 31 en el hipódromo de San Isidro, fue el punto más alto de una carrera que transita en franco ascenso, desde las plazas hasta las marquesinas más luminosas del país.

“Estoy contento porque las cosas me están yendo bien y lo estoy haciendo con mi música, que es lo que más me gusta. Hoy mucha gente me reconoce por la calle, me saluda y me pide una foto. Es algo lindo”, le cuenta a DIA 32.

Plagadas de beats -ritmo que acompaña la voz-, sus letras son de lo más variadas. Pueden tratar temas banales como la ropa, mencionar a personajes de la serie animada Dragon Ball, hablar de referentes de la movida urbana o mencionar marcas de autos de alta gama. Pero también atraviesan cuestiones más profundas como la verdad y la mentira, sus orígenes humildes y la familia. Hasta le tira algún palo al ultraconservador presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El surgimiento de Lucho SSJ -su nombre artístico- fue en el Quinto Escalón, un encuentro organizado los domingos en Parque Rivadavia (Capital Federal), donde, como él, muchos jóvenes competían por ver quién era el mejor improvisando rimas bajo los rayos del sol.

Por su corta edad y su originalidad al expresarse con el micrófono en la mano, no pasó mucho tiempo para que sus versos se trasladaran de la intemperie a los estudios de grabación. “Empecé a sacar temas, era lo mío, es lo que me hace feliz”, confiesa.

Así como Duki, el principal referente del trap en Argentina, Lucho levantó los cimientos de su incipiente carrera a través de internet. Su canal en YouTube, creado hace apenas dos años, cuenta con 235 mil suscriptores y sus videos fueron reproducidos más de 18 millones de veces.

Para dar una noción de lo que genera este nuevo fenómeno, la cantidad de seguidores del escobarense en esa plataforma es seis veces superior a la de un eterno referente del rock nacional como Charly García. También le saca ocho cuerpos de ventaja al presidente Mauricio Macri, que tiene apenas 31 mil seguidores.

Lo mismo pasa en Instagram, donde su cuenta (@LuchoSSJ) tiene más de 400 mil seguidores. La única figura pública escobarense que lo supera en la red social preferida de millennials y centennials -nativos digitales- es la mediática Marian Farjat, participante del reality Gran Hermano en 2015, que orilla los 720 mil.

Además, el trapero escobarense, al igual que varios de sus colegas, también se destaca en Spotify: sus canciones tienen más de 330 mil oyentes mensuales y forman parte de varias de las populares playlists del género.

“No sé si soy el cabecilla, pero le estoy metiendo para serlo, para que nuestro sonido se escuche afuera y que abra puertas a los pibes que quieren empezar a la misma edad que lo hicimos nosotros. Quiero transmitir el mensaje de que, si yo pude, todos pueden”, sostiene.

Ante las críticas de varios sectores a este nuevo fenómeno cultural joven, basado en “algo de rap, música y autotune” -según su definición al sitio Silencio-, Lucho lo defiende con uñas y dientes y apunta hacia el rock. “Nosotros respetamos lo que hacen los rockeros, que ellos respeten lo que hacemos nosotros. Las cosas cambian y tampoco es que sea algo que creamos. Viene de afuera, a nosotros nos gustó y lo empezamos a hacer. Como a ellos les habrá pasado en su momento con el rock”, afirma con la sencillez propia de su edad, mezclada con el aplomo de un artista que ya hizo sus primeras armas.

Todos los logros de Lucho fueron sin la necesidad de publicar un CD ni firmar un contrato con una compañía discográfica. Apenas un EP -Sangre Joven- y varias de sus letras desparramadas por la web le sirvieron para que su nombre resuene cada vez más fuerte en el ambiente.

Con todos esos pergaminos bajo el brazo, su presencia en el Lollapalooza, junto a otros jóvenes talentos de los ritmos urbanos, estuvo más que justificada. De hecho, antes del festival una de sus canciones sonó en el programa de Matías Martin en FM Metro, presentado nada menos que por la DJ Catarina Spinetta, la hija del “Flaco” Spinetta, promotora del evento. También le hicieron una nota para el noticiero de Telefe.

No sé si soy el cabecilla, pero le estoy metiendo para serlo, para que nuestro sonido se escuche afuera y que abra puertas a los pibes. Quiero transmitir el mensaje de que, si yo pude, todos pueden”.

Tirando rimas en San Isidro

Domingo 31 de marzo, es el tercer día del festival Lollapalooza, donde se mezclan DJs y rockeros con músicos pop y cantantes de cumbia. Dentro de esa amalgama de artistas, en la sexta edición argentina de este evento importado de Estados Unidos ya pasaron Twenty One Pilots, Post Malone, Steve Aoki, Sam Smith, Artic Monkeys y Fito Páez, entre otros.

Es el bautismo de fuego de Lucho SSJ, el más joven de todos los que pasaron por estos escenarios desde que el evento llegó al país, en 2014. “No sé quién pudo haber tocado en Lollapalooza a los 16 años”, dice, sonriente y orgulloso de su marca.

Antes de llegar al Perry’s Stage, su mayor antecedente había sido subirse nada menos que tres veces en menos doce meses al escenario del legendario Luna Park. Su debut fue en una “batalla de gallos” -duelo de rimas- auspiciada por una bebida energizante.

Después fue invitado por el puertorriqueño Bad Bunny, referente mundial del género, en uno de los tres shows que ofreció el año pasado en el país. “Fue pura felicidad, de pronto estás al lado de uno de los artistas más grandes de Latinoamerica”, recuerda. De yapa, al poco tiempo también cantó junto a Duki, el trapero argentino de más renombre, quien le regaló una computadora para que empiece a grabar y pre-producir sus canciones. “Eso me dio una re mano, y se lo agradezco”, dice.

Nunca había llegado tan lejos. Y, sin embargo, allí está compartiendo el escenario alternativo del Lollapalooza junto a sus colegas C.R.O y Neo Pistea. Los tres, representantes de un fenómeno musical que crece a pasos agigantados en Argentina.

Fue casi una hora de show en la antesala del cierre del evento, a cargo del rapero Kendrick Lamar, el eterno Lenny Kravitz y los DJs Dimitri Vegas y Like Mike.

En esa vorágine cultural, el trap entró por la puerta grande en la edición 2019 del festival y Lucho SSJ fue uno de sus principales exponentes, junto a Khea, Dakillah, Cazzu, Seven Kayne, Bhavi, Wos, Ca7riel y Paulo Londra, entre otros.

“Empezamos todos juntos desde cero y somos todos muy reales. Aprendo mucho de Duki, Ysy A, Neo y C.R.O”, había contado Lucho a la revista Billboard. “No hay competencia, pero si uno la rompe, vos tenés que romperla más. Somos todos amigos y nos vamos midiendo entre nosotros. Lo mejor es eso, que estamos todos en la misma”.

En medio de ese ambiente, el trapero escobarense agradece la guía de sus colegas más grandes para que siga por el camino correcto. “Los pibes siempre me cuidaron mucho, nunca dejaron que me meta con gente que capaz no le iba a hacer bien a mi carrera”, reconoce.

Mientras tanto, mira al futuro y sueña con algún día grabar un CD y que más chicos como él triunfen arriba de los escenarios. “El día de mañana no quiero ser el único pibito que la pega, quiero tener al lado a otros más que hayan crecido con mi música”.

DIA 32 le preguntó cómo se imagina dentro de diez años cuando tenga 26 y este presente sea un recuerdo lejano. “Me veo haciendo música, haciendo shows, disfrutando con amigos. No sé qué pueda pasar, pero ojalá que siga haciendo trap y toda la movida que estoy haciendo ahora, porque es lo que quiero hacer para siempre”.

Con un camino recorrido y toda una carrera por delante, Lucho SSJ es la nueva promesa del trap argentino. Y es escobarense.

EL ORIGEN DE SU NOMBRE ARTÍSTICO

“Me re siento súper sangre joven”

Las alusiones a Dragon Ball son frecuentes en sus canciones. De hecho, una se llama Goten, en referencia al personaje del dibujo animado japonés. Allí, SSJ es la sigla para Super Saiyajin, un estadio al que se llega mediante una transformación por la que atraviesan ciertos guerreros y que les brinda un aumento de su fuerza y una mejora en sus aptitudes de combate. La leyenda dice que este fenómeno se da una vez cada mil años.

Castellanización de por medio, SSJ fue adaptado por Duki y los suyos como Súper Sangre Joven. Y así como Goten es el hijo menor de Goku y Milk, Lucho SSJ puede verse como el hijo menor, y Super Saiyajin, del trap argentino. “Me re siento súper sangre joven”, se ríe.

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