Su primer trabajo fue en la gráfica de su padre, que dirige desde hace 25 años. Dice que extraña “los bufetes de los clubes”, pero no reniega del Escobar actual y sugiere “ponerle una fichita” al río.

Cerca de cumplir su medio siglo de vida, Miguel “Pipi” Tortorice (49) es el típico escobarense que vivió su infancia y adolescencia entre fines de los ´80 y principios de los ´90, de esos que pasaban todo el tiempo con amigos, en clubes y sin peligros. Muy distinto a lo que es hoy, por eso añora tanto esa época.

Imprentero por herencia paterna, tiene su local sobre la calle Estrada 865, a metros de las vías. En un parate de la actividad comercial, entre las impresiones y diseños gráficos, recibió a DIA 32 para hablar un poco de todo en Las 32 de 32.

“Hoy organizo el local, pero arranqué haciendo diseño. Estoy con las máquinas nuevas, porque hay que actualizarse siempre. Soy como los viejos imprenteros, pero digital”, cuenta, sonriente.

Con el avance tecnológico, y especialmente a partir de la pandemia, el papel se usa cada vez menos, aunque asegura que el negocio sigue firme: “Se dejó de imprimir la parte de facturación, hoy se cuida más al papel por lo ecológico. Si bien hubo varios cambios, gracias a Dios seguimos dando batalla”.

La confección de remitos, recibos, presupuestos y talonarios se sigue haciendo en papel y es parte del trabajo diario, al igual que folletería, tarjetas y etiquetas.

Como en todos los rubros, los precios también se dispararon en la gráfica: “Para nosotros la inflación es de casi un 180%. Encima no hay papel de color en Argentina, traemos uno ecológico de Brasil, más caro. Y hasta pintamos el papel blanco para ciertos trabajos, increíble, algo impensado en otros años”, sostiene.

Más allá de su oficio, Miguel Tortorice siempre estuvo ligado a la actividad deportiva. Desde los 8 a los 24 años jugó al vóley en el Club Independiente de Escobar (CAIDE), como central y armador. Fue federado, pasó por todas las categorías y llegó a primera división, en Liga de Honor. “Tuve una linda carrera en el vóley, me hubiera gustado pasar a otro club, pero no se dio”, comenta.

También jugó al fútbol en el CAIDE y desde 2015 se volcó al triatlón, donde encuentra nuevas motivaciones. “Por lesiones empecé a nadar y con el profe Luciano Drovetto me enganché, me gustó y arranqué”. Corrió en Punta del Este, La Paz, San Pedro, con buenos resultados, y asegura que se siente cada vez mejor.

Tortorice en su imprenta Miguel Angel
Entre las máquinas. Se inició en la gráfica cuando terminó el secundario y la dirige desde 1998.

1-¿Cuál fue tu primer trabajo?
-Siempre en la gráfica, mi papá la tiene desde 1978. Terminé el secundario y me metí en la imprenta, que estaba en la calle Rivadavia al 700.

2-¿Cómo era el oficio en esa época?
-El sistema gráfico era de letra por letra. Cuando entré compramos una computadora, estudié diseño, retoque fotográfico y pasamos al sistema digital.

3-¿Cuándo pasó a ser tuya?
-En el ´98. Ahí se desligan mis padres y quedé a cargo, pero sigue siendo un negocio familiar. En 2007 nos mudamos a este local, buscaba un lugar más cómodo y acá estamos muy contentos.

4-¿Qué querías ser cuando eras chico?
-Quería estar en el campo, estudiar para ingeniero agrónomo. Pero terminé en la imprenta con mi papá.

5-¿Por qué te dicen “Pipi”?
-Dicen que de chiquito me hacía pis en la cama. Pero no sé bien, me quedó así.

6-¿Cuál es el primer recuerdo que te viene de la adolescencia?
-Las temporadas de pileta y la colonia de vacaciones en Independiente. Con el profe Luciano Cianfanelli, que después fue mi entrenador en la escuela de vóley.

7-¿Qué extrañás del Escobar de esa época?
-Los bufetes de los clubes. Se hacía una pre o un post antes de entrenar, y en la secundaria nos encontrábamos para jugar al pool o a las cartas. Hoy solo quedó el de Italiano, donde suelo ir a comer algo. Carlos (el dueño) es un amigo y fue guardavidas del club cuando yo tenía 12 años.

8-¿Qué te gusta del Escobar de hoy?
-Se pobló mucho, hay mucha gente que vino de otros lados. Es bueno que hay mucha conexión entre barrios, con calles nuevas. Yo vivo en El Cazador y cuando entreno en la bici termino directo en la Villanueva de Maschwitz. Eso es un avance.

Tortorice muy contento en su imprenta Miguel Angel
Aggiornado. “Soy como los viejos imprenteros, pero digital”, asegura, próximo a cumplir 50 años.

9-¿Y qué le mejorarías?
-Siempre el río quedó lejos, ahora se asfaltó nuevo el camino y quedó bárbaro. Habría que poner una fichita ahí, que sea más turístico, más deportivo, que venga gente de afuera.

10-¿Temas de conversación preferidos?
-Con amigos hablamos de qué rápido pasó la vida, de lo económico, poca política y mucho de viajes. Tengo un grupo de amigos del secundario con los que viajé mucho y la idea es volver a viajar, todos estamos por los 50 años ya…

11-¿Querés nombrarlos?
-Sí, los de la secundaria: Alejandro González, Fernando Barbagelatta, Germán Díaz, Martín Vanni, Luis y Jorge Bruni; y también Antón Ritcher, Juan Fardini, que son menores que yo.

12-¿Equipo de fútbol?
-River Plate.

13-¿Cuál te parece el mejor invento que existe?
-Internet y el teléfono celular. Antes eso se veía en películas, y llegó.

14-¿Cuántas horas por día estás con el celular?
-Dos más o menos, veo redes, noticias, leo… Y después lo uso mucho para trabajar.

15-¿Una serie o película para recomendar?
-Película: Pecados capitales.

16-¿Cuántas horas dormís por día?
-Entre seis y ocho.

17-¿Red social preferida?
-Antes usaba Facebook y ahora Instagram, como todos. Me gusta más, aunque me costó acostumbrarme.

18-¿Qué hacés antes de acostarte?
-Generalmente me hago el bolso para ir a entrenar al otro día, para no olvidarme nada y estar tranquilo.

19-Si ganaras la Lotería, ¿qué harías?
-Tuve la suerte de que mis padres me hicieron viajar mucho y me gusta. Pasaría seis meses afuera, en el calor, y los seis meses restantes acá.

20-Si pudieras cenar con una personalidad, ¿a quién elegirías?
-A Messi, para aprender cómo es tener todo al alcance y contenerse. Cómo no se sale del eje, ni para bien ni para mal; ese equilibrio que tiene con la fama y vivir sin escándalos.

21-¿Algún TOC o costumbre?
-Cuando jugaba al vóley tenía cábalas, usaba las mismas medias, las mismas zapatillas. En casa no, nada.

22-¿Otro país para vivir?
-España, cualquier parte que tenga mar, me gustan el agua y el sol.

23-¿A qué le tenés miedo?
-Miedo a nada. Sí a no poder hacer un deporte, por una lesión o enfermedad.

24-¿Un talento oculto?
-Nadar, y me gusta cumplir los objetivos en el triatlón. Le pongo entusiasmo a lo que hago.

Tortorice junto a las maquinas tradicionales de imprenta Miguel Angel
Relajado. Tortorice cuenta que el negocio funciona bien, aunque el papel cada vez se use menos.

25-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
-Llamo a algún amigo para tomar un café, ellos tienen una rutina y yo a veces no puedo estar.

26-Si fueras un animal, ¿cuál serías?
-Un delfín, para estar en el agua.

27-¿Un personaje de ficción?
-Chewbacca, de Star Wars.

28-¿Un artista?
-Alejandro Sanz, un romántico.

29-¿Asado, pizzas o pastas?
-Asado.

30-¿Cómo te imaginás en cinco años?
-En lo laboral, creería que igual o mejor. En lo deportivo, sumando objetivos.

31-Si pudieras saber solo una cosa del futuro, ¿qué elegirías?
-Varias. Uno no quiere nunca perder a sus padres… Preguntaría eso, cuándo se me irían.

32-¿Un deseo?
-Paz y armonía en el mundo, que no es poco.

Tortorice padre e hijo en la imprenta
Legado. Junto a su padre, Ángel, que abrió la imprenta sobre la calle Rivadavia en el año 1978.

FICHA PERSONAL

Escobarense de ley

Miguel Angel Tortorice nació el 12 de marzo de 1974 en Saliqueló, provincia de Buenos Aires, de donde es oriunda su mamá, Mirta Esperanza. Cuando tenía tres años la familia se mudó a Escobar, por el trabajo de su padre, Angel, que era policía bonaerense. Cursó el jardín de infantes en Pulgarcito y la primaria en la Escuela Nº14; la secundaria la empezó en la Técnica 1º y la terminó en el colegio San Vicente. Soltero, está al frente de la imprenta “Miguel Angel” desde 1998. Apasionado por el deporte y los viajes, un escobarense de ley.