Cada uno había trabajado por su lado en Europa, donde se conocieron. Tiempo después, los tres se reencontraron en Escobar. Formaron un grupo, editaron un disco y organizan bailes para los amantes de la música ciudadana.

Por FLORENCIA ALVAREZ
falvarez@dia32.com.ar

Florencia Amengual en bandoneón, Lionel Mortola en contrabajo y Gustavo Cassisi en guitarra conforman Forfait Tango, el trío con el que vienen tocando desde hace un año y que están imponiendo la milonga “El Debute”, una vez por mes, en el Centro de Jubilados de Ingeniero Maschwitz.

“Es una excusa para generar un espacio de tocar en esta zona, es para que la gente baile, escuche unos tangos y que con el tiempo se vayan sumando otros grupos”, dice Gustavo. Hasta el momento realizaron tres milongas, organizadas por ellos y la bailarina Gabriela Quiroga, musicalizadas por Diego Otaño.

El evento suele comenzar con una clase, luego sigue con una exhibición y, después sí, a bailar. Pretenden continuar durante el verano, pero están en la búsqueda de un lugar más fresco, por lo tanto aún no tienen nuevas fechas.

Pero si de novedades se trata, el trío festeja la salida de su primer disco, en el que eligieron un repertorio de tangos tradicionales e invitaron al actor Héctor Giovine para recitar tres poemas -de Leopoldo Lugones, Mario Benedetti y Jorge Luis Borges- musicalizados por ellos. Se va a conseguir en los conciertos y en los lugares de Escobar donde dan clases. Además, está subido al sitio web del grupo: fortfait.bandcamp.com.

Los tres vivieron muchos años en Barcelona y allí se conocieron, aunque cada uno trabajó por su lado. A sus regresos, Escobar los unió: Gustavo nació en Maschwitz, pero Florencia y Lionel vinieron a vivir acá de pura casualidad. Cuando se enteraron, decidieron ponerse a trabajar en grupo.

Cada uno de ellos viene de haber comenzado su carrera incursionando en otros estilos musicales, como el rock y el jazz, pero en Forfait se volcaron de lleno al tango tradicional, evitando las fusiones: “Me encanta escuchar lo que hace otra gente, pero a ninguno de los tres nos inspira hacerlo. Tenemos una visión del tango de la vieja guardia, el de la década del ‘30 y miramos desde ahí hacia acá”, aclara Gustavo.

Por su parte, Lionel asegura que tocar tango no es fácil ni para cualquiera: “Cuanto más te metés, más te querés perfeccionar. Es un género musical con mucha personalidad, popular, y acá hay muchísima gente que lo toca muy bien. Nosotros intentamos hacer lo mejor que podemos, pero es algo que tenés para estudiar toda la vida”.

Los tres componen, pero por ahora ninguno se animó a llevar sus temas al grupo. Prefieren hacer sus propias versiones con arreglos de canciones ya conocidas, algo que también les imprime una personalidad muy particular.

Cuando piensan a futuro, se ven juntos, profesionalizando el grupo: “Con constancia, continuidad de trabajo, lo más importante es avanzar y poder hacer cada vez mejores discos”, subraya Lionel.

Piensan lejos, muy lejos del significado real que tiene el nombre que eligieron para el trío, una palabra que según el diccionario del lunfardo significa estar en la lona, fuera de carrera o que ya no sirve.

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