Especialista en Malvinas, escritor y periodista, a los 72 años recibió la distinción de “Vecino Ilustre” que entrega la Casa de la Cultura de Maschwitz. “Esto realmente es muy fuerte”, expresó.
Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar

Ante cientos de personas y emocionado por el premio que acababa de recibir, pero con el aplomo de alguien con su experiencia, José Antonio Da Fonseca Figueira (72) no dejó de lado la costumbre de hablar como le sale: “No se olviden que me van a ver siempre caminando por estas calles con los pies descalzos y el torso desnudo, libre y disfrutando de mi libertad y de mis sueños”.

Con ese verso, que lo pinta de pies a cabeza, le puso el moño a uno de los discursos seguramente más importantes de su vida, tras ser distinguido como “Vecino Ilustre” por la Casa de la Cultura de Ingeniero Maschwitz, el sábado 8.

“Esto realmente es muy fuerte, porque no es uno de esos premios que uno está acostumbrado a recibir en lugares donde te lo dan por algún trabajo realizado. Acá son tus amigos, tus vecinos, la gente que te conoció cuando andabas con las rodillas llenas de barro jugando a la bolita por las calles, o jugando a la pelota en el potrero vecino. Por eso estoy muy agradecido”, expresó, visiblemente conmovido.

“No me quebré de casualidad”, le confesó a DIA 32 tras bajar del imponente escenario montado a espaldas de la estación del ferrocarril y frente a la placita en la que recuerda que de chico solía jugar a la pelota con sus amigos.

En 1973 se hizo conocido por su participación en el célebre programa televisivo Odol Pregunta, donde exhibió sus amplios conocimientos sobre la historia de Malvinas. A lo largo de su vida hizo de todo: trabajó muchos años como periodista –Radiolandia, Crónica, Clarín, Radio Nacional, entre otros, y medios locales- y es autor de nueve libros -cinco sobre Malvinas, dos de poesías, uno de historia escobarense y otro de investigación- y varios artículos académicos.

Sangre lusitana

Descendiente de una familia portuguesa con plantaciones de olivo y viñedos, en 1926 su padre decidió cruzar el Atlántico para afincarse definitivamente en Argentina. Y lo hizo en el partido de Rojas, donde conoció a quien luego se convertiría en su esposa.

Ya casados, recalaron al entonces pueblo de Maschwitz para trabajar en la quinta del doctor Ricardo Fish y nunca más se fueron. El 4 de junio de 1946 se mudaron a la esquina de Maipú y Santa Fe, donde criaron a sus cuatro hijos: uno de ellos es “Tati”, nacido el 15 de diciembre de 1945.

Su currículum es larguísimo. Fue investigador de la Biblioteca Nacional, brindó más de 150 conferencias sobre el tema Malvinas/Antártida y recibió numerosas distinciones por sus trabajos; entre otras, un diploma y una medalla de oro de la Liga Naval Argentina. Además, fue nombrado “visitante ilustre” de Tierra del Fuego y en la casa del famoso artista Pablo Neruda, en Chile, por una investigación sobre el poeta Arturo Cuadrado, exiliado en Maschwitz durante la Guerra Civil Española y que, a la postre, sería su “maestro”.

Cuenta que en el país trasandino cayó “parado como los gatos” y se ganó una reputación envidiable tras ser premiado entre mil novecientos escritores en el concurso literario “Cuentos en Movimiento”, en 2016 y 2017. Este año también irá y dará un discurso en la apertura, ya que fue nominado nuevamente por una antología de cuentos.

“Todas las funciones que cumplí en mi vida, las hice siempre con honestidad y con el corazón. Pero la palabra ilustre es muy grande, ¿no?”, concluye Da Fonseca, un maschwitzense de pura cepa, que ahora también es profeta en su tierra.

Comentar la noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *