Ante la caída del Frente Renovador en las encuestas, optó por sumarse a las filas de Mauricio Macri. Un salto a tiempo para mantener en carrera su precandidatura a intendente. Niega que sea una jugada especulativa y marca sus diferencias con Guzmán y Sujarchuk.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Leandro Costa (29) se cambió la camiseta: dejó la del Frente Renovador y se puso la del PRO. Cuesta creer que no lo haya hecho para evitar que su ilusión de llegar a la Intendencia de Escobar quede sepultada bajo los escombros del massismo, cuya estructura se desmorona cada vez un poco más ante una sangría de dirigentes que parece no tener fin. Pero él niega, una y otra vez, que haya sido una jugada oportunista.

Así como lo hizo Sandro Guzmán en marzo, dos meses después Costa también decidió alejarse de Sergio Massa, con quien semanas atrás se lo había visto radiante y feliz recorriendo el centro de Garín y prometiendo que “Escobar puede ser como Tigre”. Cierto es que las fotos de aquel sábado 11 de abril ya parecen un lejano recuerdo; de hecho, el primero en pegar el portazo fue Darío Giustozzi, que por entonces todavía era el socio fundador número dos del Frente Renovador y uno de sus precandidatos a gobernador.

La noticia causó una sorpresa mayúscula en la opinión pública. Pero en el mundillo político se sabía que podía pasar. De hecho, si se analizan en perspectiva algunos acontecimientos resulta hasta obvia. Particularmente, que Leandro Costa se había quedado huérfano en el massismo, al que se alineó en 2013. Su padrino político, Gustavo Posse, fue uno de los primeros en distanciarse (finalmente depuso su precandidatura a gobernador para ir por una nueva reelección en la Intendencia de San Isidro), y su padre, el senador provincial Roberto Costa, también había pegado el salto al PRO, como tendiendo un puente para lo que terminaría ocurriendo.

Con Massa en caída libre en las encuestas y los brazos de Mauricio Macri abiertos para darle pista y mantenerlo en carrera, no lo dudó más. Se reunió el miércoles 20 con el alcalde porteño en la nueva sede de gobierno de Parque Patricios, se sacó la foto de rigor y se tomó unos días para anunciar, a través de un comunicado, su transfugación.

En tiempos donde el gatopardismo pasó a ser moneda corriente, el concejal vecinalista dice estar convencido de que su decisión no le acarreará costos políticos. Al contrario, sostiene que muchos de sus seguidores tienen más simpatía por Macri que por Massa. “El votante independiente nos va a entender”, confía.

Es viernes al mediodía. Pasaron menos de 24 horas desde que la noticia comenzó a circular y Costa se sienta a la mesa de un bar para esta entrevista con DIA 32, en la que dará las explicaciones del caso pero también hablará de otros temas. Por ejemplo, en qué cambiaría Escobar si él fuera intendente y sus diferencias con Sandro Guzmán y Ariel Sujarchuk, los otros dos animadores de las elecciones primarias de agosto, que prometen estar para alquilar balcones.

¿Qué ocurrió para que en un mes haya pasado de manifestarse “orgulloso” por el apoyo de Massa a plantear que no sabe “para qué sigue adelante”, como expresó en un comunicado?

Uno siempre está orgulloso cuando un dirigente importante lo apoya. Y no digo que no tenga que seguir, digo que ojalá sea parte de este frente y entienda que la opinión pública cambió y que hay una persona más capacitada que él para representar a la oposición en la Argentina. Porque el objetivo principal en lo nacional es vencer a una manera de gobernar autoritaria y corrupta, así como en lo local está el objetivo personal de ganar en Escobar para llevar adelante nuestro proyecto. Y creo que lo vamos a poder conseguir desde este frente que encabeza Mauricio Macri.

O sea que se va del Frente Renovador porque veía que desde ahí, como se están dando las cosas, se le iba a hacer difícil pelear la Intendencia…

No, eso sería una especulación. Yo me voy porque veo que lo nacional es muy importante y la gente está buscando un cambio real. Y este frente está mejor organizado y explica mejor su mensaje, que no varía mucho del que venimos dando desde el vecinalismo.

Acepta que sea difícil no verlo como una decisión oportunista, un salto a tiempo para sostener una candidatura…

No, no coincido. No hay ninguna especulación, porque las mediciones de Massa en Escobar siguen siendo buenas. Pero siempre habrá detractores que no estén de acuerdo, así como habrá muchos votantes independientes que entenderán que lo que hacemos es para tener más potencia electoral.

¿No cree que este salto pueda afectar su imagen o su credibilidad?

Insisto, creo que muchos independientes van a entenderlo. Es más, hay muchísimos votantes nuestros que tienen más empatía con Macri que con Massa.

Sobre la fuga de dirigentes y candidatos de sus filas, Massa afirmó que “hay quienes tienen valor y quienes tienen precio”. ¿Cómo toma esa expresión?

Yo pienso lo mismo. De hecho, me copió la frase… la dije cuando vino a Garín y me referí a algunos candidatos a intendente de afuera que se piensan que pueden venir a comprarle la voluntad a la gente. Nosotros no tenemos precio, tenemos valores, principios y un mismo objetivo.

Mencionó la visita de Massa a Garín. Allí, cuando le preguntaron qué había pasado con Guzmán, Massa dijo que “algunos solo piensan en un cargo”. Qué cree que diría hoy de usted?

No sé qué diría. Pero nuestra explicación es clara y de cara a la sociedad.

¿Habló con él antes de tomar esta decisión? ¿Le avisó?

Yo no hablo con Massa desde hace como veinte días. Sí hablaba con (su cuñado) Sebastián Galmarini, que es su operador. Le avisé que estábamos tomando esa decisión y que pensábamos que Sergio tenía que tomar el mismo camino. Además, saben que yo tengo una excelente relación con el intendente de Malvinas Argentinas, que el día después el acto en Vélez tomó la decisión de irse por motivos similares a los nuestros.

Esto de plantear que Massa tiene que hacer un frente común con Macri “porque es la única manera de vencer al kirchnerismo”… Hay malas experiencias con respecto a coaliciones electorales que se constituyen con el objetivo de ir contra una fuerza política y no en pos de determinadas banderas.

Cuando uno dice “derrotar al kirchnerismo” dice derrotar a sus políticas para cambiarlas por otras y para cambiar también a determinados actores. No tengo dudas que en algunos años muchos que forman o formaron parte de este gobierno van a estar presos.

¿Por qué, si está tan claro que debería hacerlo, Massa no se baja?

Quizás él tenga otras expectativas, quizás piense que puede revertir la situación. En la última elección demostró ser un gran tiempista y tal vez quiere hacerlo sobre la hora. O por ahí piensa que no tiene que ser gobernador y decide apoyar sin estar en una boleta. Debe estar pensando todo eso. También están quienes dicen que es por algún arreglo con el oficialismo, pero eso lo desconozco y no lo creo.

Hasta ahora por el PRO el único que se había lanzado como precandidato a intendente era Miguel Jobe, quien es compañero suyo de bloque. ¿Qué va a pasar con él?

Sí, quien también compartió la lista con nosotros en la última elección y con quien venimos votando exactamente igual en el Concejo Deliberante. Tenemos una excelente relación, venimos trabajando con los mismos valores, las mismas ideas y las mismas prioridades. Quién encabeza y quién acompaña son especulaciones que hoy no puedo responder.

¿Se imagina una interna con él y Maximiliano Patti o preferiría evitarla?

No imagino, no me puse a pensar en eso. Creo que lo mejor sería una lista de unidad con todos los sectores. En cuanto a Maximiliano Patti, que yo sepa no tiene ninguna relación con el PRO.

¿Cuánto se juega en las primarias? ¿Todo? ¿El que gane, gana en octubre?

Depende cómo sea la situación final, cuántas fuerzas tengan internas y quiénes sean los candidatos. Es una gran encuesta, pero después hay tres meses para modificarla.

Hasta acá, la experiencia marca que no se modifica demasiado…

Pero tampoco hubo grandes internas, entonces es difícil saberlo. Cuando hay grandes internas creo que los resultados se pueden modificar y mucho.

Guzmán, Cantero, Costa… el único apellido nuevo en una boleta sería el de Sujarchuk, ¿cómo observa y qué opina de su irrupción en la política local?

No lo conozco mucho. Sé que en la última elección su mujer fue candidata en una lista del Frente para la Victoria, que es subsecretario de Estado y que hace cinco o seis años es vecino de Escobar. Lo que no me gusta son los oportunismos electorales. Que le vendan falsas ilusiones a la gente con un gran plan de viviendas cuando todavía su gobierno no construyó las 274 casas que tiene que construir en Maquinista Savio. Como tampoco me gusta que se venda como lo nuevo cuando hace años es funcionario de un ministerio nacional con un presupuesto hasta cinco veces superior al de la Intendencia de Escobar.

Al igual que usted, él también dice que es distinto. ¿Quién es más distinto a Guzmán?

Si son socios comerciales, como dijo el intendente y él lo reconoció, y forman parte del mismo espacio político, imagino que deben tener pensamientos parecidos…

Si fuera intendente, ¿en qué aspectos sería distinta su gestión a la actual?

Por supuesto que va a haber muchísima más transparencia en la gestión y en la respuesta al vecino. Queremos un municipio 2.0, más moderno, informatizado. Además, vamos a tener cercanía con la gente y eso nos va a permitir solucionar mucho más rápido los problemas, no solo en los temas más básicos sino también en los más complejos. Queremos que Escobar tenga un crecimiento horizontal, no vertical como el que está teniendo, con desarrollo y con progreso, pero sin que se pierdan las cuestiones culturales típicas. Yo tengo sentimiento de pertenencia, nací, crecí y viví toda mi vida acá. Por eso quiero a Escobar y quiero que esté mejor.

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