La Agencia Municipal de Transporte sacó a licitación todos los recorridos locales. Ahora, las empresas deberán mejorar sus frecuencias, renovar las unidades y equiparlas con tecnología. Además, el proyecto para remodelar la terminal de Escobar.

Por ALEJO PORJOLOVSKY
aporjolovsky@dia32.com.ar

Tratar de llegar a horario de un punto a otro del distrito viajando en colectivo es poco más que una quimera. Por el crecimiento del parque automotor en los últimos años y el caos de tránsito, en parte. Y también debido al mayor número de usuarios. Pero fundamentalmente por el irregular servicio que prestan la mayoría de las líneas comunales. Una problemática que en los últimos años se ha acentuado y a la que, por fin, el Municipio decidió abordar de manera integral.

El primer paso fue declarar en emergencia el servicio, para replantear todo el esquema actual y trazar los nuevos objetivos: desde mejorar la frecuencia de los colectivos, la renovación de las unidades y la incorporación de la tecnología, hasta la remodelación de la terminal de ómnibus de Escobar y la relocalización del parador de larga distancia. En síntesis, un giro de 180 grados.

Para esta misión el intendente Ariel Sujarchuk decidió crear la Agencia Municipal de Transporte, al frente de la cual designó a Luis Carranza, principal referente del Frente Renovador en Escobar. Con el visto bueno de su líder político, Sergio Massa, el concejal aceptó el ofrecimiento y pidió licencia en el Concejo Deliberante, donde ostenta el récord de seis mandatos consecutivos.

El segundo paso de este plan maestro es el llamado a licitación para las once líneas de colectivos comunales -desde la 503 a la 514- que el miércoles 27 fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante. La compulsa viene a poner blanco sobre negro con las tres empresas que brindan el servicio en el distrito -MOTSA, Línea Sesenta y La Nueva Metropol-, las cuales hace tiempo están operando con un permiso precario. Las mismas y otras sociedades de responsabilidad limitada o uniones transitorias podrán presentarse como oferentes.

Entre los requisitos impuestos por la Comuna se destaca la obligación de aumentar la cantidad de colectivos en un 20%, tener un 10% de coches de reserva, que la mitad de la flota sea cero kilómetro y que las unidades no tengan una antiguedad mayor a tres años.

Además, cada ómnibus deberá tener cámaras de seguridad y GPS conectados al Centro de Monitoreo Municipal. Uno de cada diez deberá contar con piso bajo accesible para personas con movilidad reducida y uno de cada cinco tendrá que tener dispositivos para transportar bicicletas.

Otra novedad es que todos los colectivos, independientemente del recorrido que hagan, estarán pintados de color celeste. Esto es para identificarlos y evitar que cobren tarifas provinciales -más caras- en pisos comunales.

El plazo de concesión es de diez años, el doble de lo que se estilaba. “Queremos que las empresas que quieran invertir en mejorar la calidad de servicio tengan una seguridad jurídica a la hora de calcular su inversión”, explica Carranza a DIA 32.

El aumento de rodados por cada línea responde a la idea de mejorar las frecuencias. La idea es que en horas pico sea de 15 minutos. Otro dato interesante: las empresas también tendrán que prestar servicio durante la medianoche. “En la actualidad, desde las 23 hasta las 5 de la mañana la gente se queda a pie”, señala el funcionario.

Para un futuro próximo también se está trabajando en una aplicación para teléfonos celulares que le permita al usuario saber en tiempo real cuánto tardará en llegar el colectivo que está esperando. De la misma manera, se analiza la posibilidad de eliminar algunas paradas para que los trayectos sean más fluidos en las zonas céntricas y fomentar la “movilidad activa” de los escobarenses.

Renovación estructural

La terminal de Rivadavia y Spadaccini tampoco estará ajena al cambio que se viene. Ya hay un proyecto para remodelarla, que prevé reducir el espacio de maniobra de los coches y ampliar el sector de espera con el agregado de techos e iluminación y una oficina de Atención al Usuario, entre otros ítems.

Para mejorar la circulación interna de las líneas comunales se construirá un centro de trasbordo similar al Metrobus porteño entre el andén del ferrocarril y la plaza de la estación, con entrada y salida a la calle Travi y a la avenida Tapia de Cruz.

Asimismo, la Agencia Municipal de Transporte está trabajando con las secretarías de Infraestructura y Espacio Público en el desarrollo de una nueva terminal para media y larga distancia, sobre el boulevard Güemes, lejos del caos vehicular de su actual emplazamiento en la entrada de la ciudad. Sería una reformulación del proyecto que se llevó a cabo en 1998, durante la primera intendencia de Luis Patti, pero que nunca funcionó como tal.

En el Ejecutivo son prudentes con los plazos, pero confían en que para 2019 los usuarios ya puedan notar las mejoras en el servicio.

LUIS CARRANZA

“Queremos que haya un antes y un después en el transporte público”

El titular de la Agencia Municipal de Transporte y referente del Frente Renovador en Escobar se refirió a su reciente incorporación al Ejecutivo y a las metas de su gestión.

-¿Cómo lleva esta nueva función, lejos del Legislativo?

-Fue toda una decisión tomar licencia en el Concejo e incorporarme al frente de esta nueva área municipal, a partir de una propuesta del Intendente con el aval de Sergio Massa. El objetivo que nos hemos planteado es que haya un antes y un después en el transporte público y de cargas en el distrito. Mejorar el servicio y, fundamentalmente, que esto se transforme en una política de Estado, que se pueda desarrollar más allá del gobierno de turno.

-¿Se extraña el día a día del Concejo después de tantos años?

-Extraño las sesiones. La diferencia es que en el Concejo escribís una propuesta en un papel pero no podés resolver algo por sí mismo, mientras que en la Municipalidad podés cambiarle la vida a la gente.

-¿Con qué situación se encontró al asumir el cargo?

-Nos hemos hecho cargo de la Agencia Municipal el 2 de mayo y nos encontramos con dos quejas fundamentales: la frecuencia de los servicios, que es un diálogo que mantenemos abierto con las actuales tres empresas concesionarias y ha habido una mejora, y la calidad de las unidades, que nosotros entendemos que deja mucho que desear.

-Más allá del transporte urbano, ¿cuál es la postura del Municipio con respecto a Uber?

-La decisión es combatir al Uber porque es un servicio ilegal. Los vehículos no trabajan para ninguna agencia habilitada, los choferes y las unidades no tienen el seguro para transportar pasajeros ni la licencia de conducir profesional. Eso les permite cobrar un precio inferior.

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