El ex intendente afirma que en los últimos cuatro años el distrito tuvo “una transformación muy grande” y elogia la gestión de Ariel Sujarchuk. “Es una persona capacitada para estar donde quiera”, asegura.

Retirado definitivamente de la política desde que dejó la Intendencia, en diciembre de 2007, y también jubilado de la actividad comercial como productor de seguros -ahora la agencia la maneja su hija, Mariana- Silvio Víctor González (74) lleva una vida tranquila. Disfruta de los cafés con amigos en el bar y de caminar por las calles de la ciudad sin que nadie le recrimine nada. Lo siente como una reivindicación, a pesar de todo, porque su paso por el Municipio fue más que discreto, pero su transparencia y buenas intenciones nunca estuvieron en tela de juicio.

A diferencia de Sandro Guzmán -su sucesor-, quien después de su segundo mandato se llamó a silencio, González accede siempre con predisposición cuando algún periodista quiere hablar con él. Y esta vez no fue la excepción. La última entrevista con DIA 32 fue en septiembre de 2015. Recién habían pasado las elecciones primarias y ya en ese entonces se arriesgaba a darle un voto de confianza a Ariel Sujarchuk.

Hoy no sólo no se arrepiente de aquel vaticinio sino que lo reafirma. “Escobar está mucho mejor, hay una transformación muy grande. Tenía fe de que esto iba a pasar y ocurrió”, sostiene. Su experiencia en la función pública -además de intendente, fue diputado provincial entre 1999 y 2003-, su neutralidad partidaria y su habitual moderación lo erigen en un observador criterioso y equilibrado para analizar a la actual gestión de gobierno municipal.

La entrevista es en la cafetería del remodelado parque de la estación de Escobar y también aborda otros temas; entre ellos, su mirada sobre los cuatro años de Mauricio Macri en la Casa Rosada, sus expectativas en la nueva etapa política que se inició con la asunción del presidente Alberto Fernández y por qué decidió mantenerse fuera de la escena pública local.

-¿Cómo ves este momento de Escobar?
-Muy bueno. Yo soy de acá, conozco, y para mí Escobar tuvo una transformación muy grande. El día del último desfile de la Fiesta de la Flor me hizo recordar el tiempo en el que estaba don Luis Brussi. No había lugares por la cantidad de gente que había venido a Escobar. Fue tremendo. Me puso contento, porque Escobar necesita de eso.

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-¿Te sorprendió esta transformación? ¿O era lo que esperabas de Sujarchuk?
-No me sorprendió, porque hablando con él dos o tres veces me dijo lo que quería hacer en Escobar. Y yo veo que lo está haciendo, está demostrado hoy. Tenía fe en que esto iba a pasar. Ha hecho un equipo de gente muy capaz y lo lleva muy bien, no es él solo.

-¿Qué aspectos de su gestión ponderás?
-Ariel Sujarchuk a Escobar lo mejoró, le hizo la estética. Además, tiene un toque con el vecino que es interesante, porque se preocupa mucho y está mucho detrás de las obras. Aparte, ha hecho un despliegue en cuanto a lo que son los sistemas de seguridad y emergencias. Yo veo, cuando estoy sobre Tapia de Cruz, que viene la ambulancia y adelante un patrullero cortando el tránsito. Está muy ordenado todo, sincronizado. Es solo un detalle, pero funciona igual en otros aspectos.

-¿Encontrás similitudes con lo que fue la gestión de Patti?
-En algunos aspectos sí… Por ejemplo, en la intensidad del trabajo. Luis también era una persona de estar mucho atrás del que trabajaba, de las obras. Pero con distintas magnitudes de organización, y en distintas épocas. Los que recordamos lo que era Escobar y lo que hizo… fue tremendo. Ariel Sujarchuk, después de lo que hemos tenido tras los años de Patti, tomó Escobar y lo cambió. Si comparamos lo que era Escobar hace 6 u 8 años y lo que es hoy, es otra cosa. Nada que ver.

-De todas las obras que se hicieron en los últimos cuatro años, ¿hay alguna que te haya marcado más?
-El microestadio que se hizo en Garín es una cosa brillante. En Escobar repavimentó todo el centro, que estaba destruido. También ha hecho toques muy lindos, como el parquecito de la entrada a Escobar. La gente llega y ve algo lindo. Otra obra es la fachada del Palacio Municipal, que quedó muy bonita. Los centros de salud que se han armado, como la UDP de Garín. Uno que estuvo ahí adentro y sabe lo que sale hacer eso le da más valor todavía.

Tomé la decisión de no estar más en actos públicos. Prefiero mirarlos desde afuera y evitar que me embanderen de un lado o de otro”.

-Al igual que vos en su momento, a Sujarchuk le tocó gobernar con un signo político distinto a la Nación y la Provincia, pero los resultados de ambas etapas son muy distintos. ¿Qué explicación le encontrás?
-Mucho es por la dinámica que él le pone a la gestión. No solamente interna, sino también hablando con la gobernadora de lo que él quería hacer y haber encontrado apoyo para hacerlo. Creo que la Provincia nunca dejó de ayudarlo.

-¿Le harías alguna crítica?
-Yo no critico, porque estuve en la gestión y sé que lo que hizo fue un montón. Sí creo que Escobar hoy tiene la necesidad de cruces bajo nivel urgentes. Igual, eso no es problema del intendente sino del ferrocarril. Pero es una obra muy costosa y que va a tocar a muchos vecinos que no les va a gustar.

-En el último año de tu mandato colocaste la piedra fundamental para construir el edificio del CBC de la UBA en el polideportivo de Escobar. ¿Qué sentís ahora al ver el Polo de Educación Superior que se hizo en Maschwitz y la llegada del Colegio Preuniversitario?
-Son obras muy importantes. La gente tiene que darle magnitud a lo que significa económicamente tener un centro de estudios de ese nivel en Escobar. Es algo magnífico. Solamente lo saben los que tienen que viajar todos los días a estudiar a Capital o irse a vivir allá.

-En una entrevista dijiste que te quedó pendiente mejorar la terminal de ómnibus. ¿Qué opinás de la remodelación que se realizó?
-Lo que se hizo fue mejorar todo. La ubicación es la misma. Traería problemas con los comerciantes moverla de lugar, pero las terminales no están en los centros de las ciudades. Tal vez sea el momento de ir haciendo otra terminal para ir mediando las cosas y no sacar todo de acá.

-Me sorprendió que no estuvieras en los festejos de los 60 años del partido de Escobar. ¿Te invitaron?
-Sí, y también me invitaron a la reasunción. Pero tomé la decisión de no estar más en actos públicos. Prefiero mirarlos desde afuera y evitar que me embanderen de un lado o de otro.

-¿Cómo imaginás que puede ser este segundo mandato de Sujarchuk?
-Todo va de acuerdo a la parte económica, amén del ímpetu del intendente. Tenemos la expectativa de que va a ser un año difícil y eso va a repercutir en Escobar. Te digo más: mantener lo que hoy ya ha hecho es un esfuerzo grande. Lo importante es que él ha demostrado que puede hacer un montón de cosas teniendo los medios.

-En la historia de Escobar ningún intendente tuvo un segundo mandato mejor que el primero: ni Fernando Valle, ni Patti, ni Guzmán…
-Tal vez sea porque, a lo mejor, pierdan un poco de fuerza por el desgaste que producen cuatro años de un trabajo duro. Hay que estar ahí adentro. Yo creo más en los equipos que en otra cosa, porque si vos tenés un equipo, tenés muchas fuerzas conjuntas que están luchando por lo mismo. Si te metés solo, te desgastás y no llegás.

-Actualmente está la posibilidad de que Sujarchuk sea nombrado en un cargo nacional y deba pedir licencia en el Municipio. ¿Qué pensás que puede pasar?
-Uno tiene que saber qué intenciones o qué ambiciones tiene. Tal vez se quiera quedar un tiempo más para ir ordenándole todo al que venga atrás, quizás eso sea lo mejor. Pero yo no dejo de decir que es una persona capacitada para estar donde quiera. Todo queda supeditado a cómo se maneje políticamente.

-¿Cómo ves a la oposición?
– Yo creo que van a aparecer nuevas figuras. La gente de Juntos por el Cambio necesita un cambio, que aparezca alguna persona que tenga la capacidad para ser intendente y el apoyo de la ciudadanía. Leandro Costa es un chico capaz, que podría ser un intendente potable para Escobar, pero se ha chocado con un montón de problemas: la parte del gobierno nacional no funcionó y él también la pagó.

-¿Cómo viste la experiencia del macrismo en el gobierno nacional?
-Creo que el macrismo tuvo buenas intenciones, pero nunca le encontró el rumbo a la economía. Algo falló: o la parte interna o intereses que no conocemos, porque las economías no las manejamos nosotros acá, hay muchos intereses creados por corporaciones que son difíciles de manejar en un país donde hay pocos dólares y poca producción. Es muy duro cómo está todo esto.

-¿Qué expectativa tenés de esta nueva etapa?
-Es muy reciente. Creo que Fernández va a poner lo mejor que tiene. No creo que sea una persona que se deje envolver así nomás por cualquier cosa, me parece un tipo muy hábil. Lo conozco por casualidad, porque fue Superintendente de Seguros durante una época cuando yo trabajaba en seguros. Es un tipo que tiene algunos toquecitos interesantes. Por ahora, le veo buenas intenciones y me inspira confianza.

Después de lo que hemos tenido tras los años de Patti, Ariel Sujarchuk tomó Escobar y lo cambió. Si comparamos lo que era hace 6 u 8 años y lo que es hoy, es otra cosa”.

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