Fue botellero, albañil, operario, vendedor ambulante y hasta concejal, aunque su huella más grande la dejó en su paso por la delegación municipal de Garín. “Cometí muchos errores, pero nunca dejé de atender a un vecino”, afirma. Un jubilado que quiere seguir trabajando.

Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar

1- ¿Cuál fue tu primer trabajo?
Botellero, a los 6 años. Fui el primer botellero que ingresó al Tattersall de San Isidro, en 1952, y el primero de Garín, en el ‘55.

2- ¿Qué otros empleos tuviste?
En el ‘59/‘60, trabajé en un taller que estaba al lado del hoy bar “Chiflo”, donde se hicieron las primeras bombillas de acero inoxidable del país. Ahí manejé un torno paralelo. Del ‘62 al ‘66 trabajé de peón de albañil con Eduardo Sacheto, después me fui a trabajar con don Roberto Lugones en edificios de altura en Buenos Aires y del ‘71 al ‘76 trabajé en la Ford. Me casé y cuando volví de la luna de miel renuncié y me fui a trabajar a una distribuidora en Garín, hasta julio del ‘81. Desde entonces me dediqué a comprar y revender en la calle hasta el año ’99, que me incorporo, sin buscarlo, a la política.

3- ¿Por qué renunciaste a una empresa tan pretendida como Ford?
Era lo más grande que había, pero renuncié para ir a laburar a la calle, que te daba más libertad y mayores posibilidades económicas. La calle es un río inmenso, en el cual te pasas 28 días sin pescar y el día 29 sacaste la canasta llena y te sirve para todo el mes, al menos en esa época. Hoy la calle está completamente cambiada.

4- Fuiste un trabajador polifuncional…
Sí, menos robar hice de todo en la vida. Te digo más, junté sapos para el laboratorio Squip de Martínez en lo que hoy es Panamericana y Márquez, que entonces era una laguna. Al sapo se le inyectaba la orina de la mujer y de acuerdo a la reacción del animal se sabía si estaba embarazada o no.

5- ¿Ya estás jubilado?
Sí, a partir del 1º de agosto pasado. Trabajaba en una estación de servicio y un poco me jubilé por la presión de mi hija y mi mujer, que me hicieron todos los trámites. Ahora me voy a tomar dos o tres meses sabáticos y después algún trabajo voy a hacer, porque con el haber jubilatorio no alcanza.

6- ¿Siempre viviste en Garín?
No, soy oriundo de Tigre y criado en San Isidro. El 16 de junio de 1955 vinimos a vivir a Garín. Fue justo el día que comenzó la Revolución Libertadora que luego derrocó al general Perón.

7- ¿Cómo lo ves en la actualidad?
Con mucha tristeza, porque Garín no sólo está destruido desde el punto de vista físico sino también desde el punto de vista anímico. La sociedad se ha acostumbrado a una dejadez total y no reacciona. En realidad, la sociedad del partido de Escobar no reacciona.

8- ¿Qué hace falta, a tu criterio, para que la situación se revierta?
Primero, dirigentes que tengan calidad. Segundo, si las personas que viene a regir los destinos del distrito, primariamente, no son del lugar, no lo pueden querer, porque nadie quiere lo que no es suyo. Y lo siguiente es que pongan empeño y voluntad. Los dirigentes de los últimos diez años no dan con el target que necesita el partido de Escobar.

9- ¿Qué balance hacés de tu paso por la función pública?
En lo personal fue muy positivo por todo lo que aprendí. En cuanto a lo funcional, creo que también, no se equivoca aquel que no hace cosas… Cometí muchos errores, pero nunca dejé de atender a un vecino, hasta cuando había una orden de que para aceptar la queja de un frentista tenía que traer la boleta con la tasa al día. Yo sostengo que el delegado es el fiel representante del intendente, en forma y figura. O sea, si el delegado es inepto es porque el alcalde es inepto. Yo aprendí el 90% a los castañazos y Patti era un tipo que conocía mucho porque salía a caminar la calle. Hoy los intendentes no caminan la calle porque no pueden enfrentarse con nadie.

10- Los vecinos de Garín te recuerdan como un delegado que trabajaba a la par de los empleados, ¿a qué se debía ese compromiso?
A una conducta de vida. Siendo concejal los sábados a la mañana me ponía a disposición del delegado de aquel entonces y lo acompañaba a juntar basura en el pueblo.

11- ¿Como concejal alguna vez tuviste que votar contra tus convicciones por disciplina partidaria?
No me tocó esa mala suerte. Igualmente, los concejales obedecen a una línea partidaria que viene de más arriba y son “levantamanos”.

12- ¿Te tocó vivir algún caso de corrupción?
Si ha habido casos de corrupción se han manejado con mucha cautela las personas involucradas, porque yo no me enteré de ninguno. Después, suposiciones tenemos todos.

13- ¿Extrañás la política?
No con esta gente. En 2007 la sociedad votó para intendente a Sandro Adrián Guzmán porque era el candidato de Patti. A mí no me molesta que por una circunstancia política se haya tenido que hacer kirchnerista, pero lo que no le voy a perdonar de por vida es que haya querido matar a los pattistas, porque por los pattistas llegó al sillón de Lambertuchi.

14- Si te ofrecieran un cargo público, ¿volverías?
Lo haría con muchísimo gusto, pero con personas que tuvieran los mismos principios míos: trabajar por la sociedad.

15- ¿Te arrepentís de haber trabajado para un hombre que está preso por delitos de lesa humanidad?
No. Primero, porque cuando lo conocí, en 1993, no tenía la menor idea de los pergaminos de su vida personal. Es más, yo no soy amigo de Patti, pero es una persona a la cual aprecio y, de hecho, voy una vez por mes a visitarlo, porque yo no soy quien para juzgarlo. No voy a hacer como Jorge Landau, que lo trajo al distrito y en el momento oportuno dijo que no lo conocía. Hay una diferencia enorme…

16- ¿Qué opinás de la situación del país?
A mí no me van a vender espejitos de colores a esta altura del partido, pero de la “Década Ganada” yo no veo nada. Y no solamente hemos perdido por este gobierno sino también por el menemismo de los años ‘90. Cuando Menem quita el servicio militar obligatorio se realizó la primera barrabasada de la que hoy se pagan las consecuencias. Mal que te pese y te hicieran comer cucarachas y gritar “Viva la Patria”, te hacían tener conducta y respeto, valores que hoy están perdidos. Hoy se perdió el hilo del barrilete.

17- Yendo a tus gustos, ¿qué te apasiona?
La pala y la carretilla.

18- ¿Comida preferida?
Fideos con tuco.

19- ¿Un hobby?
No tengo.

20- ¿Radio, televisión o gráfica?
Radio y televisión. Escuchó a Longobardi y Lanata en Mitre, y tango en FM Garín. Miro noticieros, Bendita TV y, a veces, Intratables.

21- ¿Hincha de…?
Hincha no, simpatizante, de River. El hincha es ciego y acérrimo, a mí me gusta ver fútbol y soy autocrítico.

22- ¿Maradona o Messi?
Messi, por lo extrafutbolístico. Pero los dos fueron los mejores en sus respectivas épocas, como Pelé y otros.

23- ¿Cuántas horas dormís?
Ahora, entre seis y ocho.

24- ¿Cómo te llevás con la tecnología?
Mal, muy mal…

25- ¿Tu mayor virtud?
No tener defectos.

26- ¿Y tu peor defecto?
No tener virtudes (risas).

27- ¿Asignaturas pendientes?
Aprender a tocar el bandoneón como corresponde.

28- ¿Un gran gusto que te hayas dado?
Haberme ido de vacaciones a Mendoza este año con mi mujer.

29- ¿Y un gran gusto que quisieras darte?
Volver a hacer el recorrido que hicimos en el año ‘91 cuando fuimos con mis hijos y el Gimnasio Olimpo a llevar el taekwondo a Chile.

30- ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
No, sino todavía estaría usando aljibe.

31- ¿Qué harías si ganaras un millón de dólares?
Prefiero que lo gané otro. Aparte, yo juego todos los números en la timba y ese día sale una letra, eso seguro.

32- ¿Un deseo?
Darle gracias a la vida, como decía la “Negra” Sosa. La vida me premió con cuatro hijos, tengo a mi mamá con vida, 10 perros, 8 gansos, 18 gallinas… ¡¿qué más puedo pedirle a la vida?!

FICHA PERSONAL

Hombre de convicciones y palabra, Pedro Ricardo López nació en Tigre en 1946. Hijo único, fue criado en la ciudad de San Isidro y el 16 de junio de 1955 -día del bombardeo a la Plaza de Mayo- se mudó junto a sus padres a Garín. Casado con Marilina Dos Santos (59), tiene cuatro hijos: Leonardo (37), Hernán (falleció a los 33 años), Guadalupe (33) y Damián (27). Simpatizante de River, fue botellero, operario de Ford y otras fábricas, vendedor ambulante y funcionario público en la intendencia de Luis Patti: concejal entre 1999 y 2002 y delegado municipal entre 2002 y 2007. Actualmente está jubilado, pero con ganas de seguir trabajando.

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