Su acuerdo con el intendente de Escobar desencantó a quienes veían en el lanzamiento del alcalde de Tigre la posibilidad de una renovación política a nivel local. Además, la candidatura a diputado nacional de Sandro Guzmán y el interrogante sobre el destino político del distrito.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Históricamente, los escobarenses hemos mirado a Tigre con admiración y, por qué no admitirlo, mucha envidia. Es que el antiguo partido de Las Conchas, al que supo pertenecer lo que hoy es Ingeniero Maschwitz, ha tenido en las últimas décadas un desarrollo exponencial y armonioso, que lo posiciona según sus estándares como el mejor del Conurbano. El que todos quisieran ser.

Sergio Tomás Massa (41) recién empezaba la secundaria en el Colegio Agustiniano del barrio de San Andrés, en su San Martín natal, cuando Ricardo Ubieto, a quien luego sucedería en la Intendencia, había comenzado a poner a Tigre en el camino de prosperidad que hoy sigue transitando. El hombre era un hábil dirigente vecinalista, que supo pilotear los destinos de su distrito acomodándose a las circunstancias políticas del momento. Gobierne quien gobierne el país, Tigre siempre cotizó en alta y él ganó todas las elecciones.

El recordado Ubieto murió en 2006 y, a la postre, el heredero de su trono fue el “Pibe de Oro”, como todavía lo evocan sus acólitos de la primera hora. Tras haber sido director ejecutivo de la ANSES durante cinco años, en diciembre de 2007 asumió la Intendencia de Tigre con un gran triunfo electoral como candidato del Frente para la Victoria. Durante un año estuvo de licencia en el Municipio porque se desempeñó como Jefe de Gabinete de la Nación y en 2009 fue uno de los candidatos testimoniales a diputado nacional que acompañó a Néstor Kirchner en su derrota contra Francisco De Narváez.

Para entonces, su otrora cálida relación con el kirchnerismo estaba desgastada y con destino sellado. Más todavía después de conocerse los cables de Wikileaks que lo mencionaban como una de las fuentes más fluidas de la Embajada de Estados Unidos, ante cuyos confidentes habría llegado a calificar de “perverso” y “cobarde” a Kirchner.

Pero nada de eso afectó a su imagen pública ni a su gestión en Tigre. Por el contrario, Massa pudo seguir potenciando su figura y su liderazgo territorial, con un perfil de político joven, dinámico, hasta canchero, audaz y conciliador, que hoy lo posiciona como la opción electoral más fuerte para los no kirchneristas y los antikirchneristas de cara a las elecciones legislativas del 27 de octubre, que tendrán su antesala en las primarias del 11 de agosto.

Caía de maduro

Después de llevar el suspenso al extremo, el alcalde de Tigre concretó el sábado 22 su postulación como candidato a diputado nacional por el Frente Renovador. Lo acompañan en esa lista figuras tan disímiles como el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi; la periodista de TN Mirtha Tundis, el ex gobernador Felipe Solá, el industrial Ignacio De Mendiguren, el ex ARI Adrián Pérez y -algo más atrás, en el puesto 23- el actor Fabián Gianola. También Sandro Guzmán, que va en el octavo lugar y tiene un escaño asegurado en la Cámara Baja del Congreso.

En Escobar, para quienes anhelaban el lanzamiento de Massa ilusionados en que podría traer nuevos aires a la política doméstica, su acuerdo con Guzmán significó un trago difícil de pasar; como se dice, un baldazo de agua fría.

Sin embargo, la relación entre ambos mandatarios no es de ayer. Comenzó apenas el garinense abandonó las filas del pattismo, a finales de 2007. De hecho, él fue uno de los primeros en darle la bienvenida a la liga kirchnerista de intendentes cuando aún no había consumado su alejamiento del Paufe.

Desde entonces, el vínculo entre ellos siempre se mantuvo aceitado, como buenos vecinos. Más aún, desde 2009 conforman el denominado “Grupo de los 8”, junto a los intendentes justicialistas Pablo Bruera (La Plata), Joaquín de la Torre (San Miguel), Jesús Cariglino (Malvinas), José Esverri (Olavarría), Gilberto Alegre (General Villegas) y Luis Acuña (Hurlingham), y el senador provincial Jorge D’Onofrio.

Los mítines del G8 nunca fueron vistos con agrado desde la Casa Rosada. Y mucho menos en los últimos meses. Una anécdota que pinta de cuerpo entero este recelo ocurrió en diciembre del año pasado y tuvo por protagonista involuntario a Guzmán, quien debió salir a desmentir por la agencia oficial Télam su presencia en un acto oficial de la Municipalidad de Tigre.

Pese a todas las señales que mostraban a Massa y a Guzmán en la misma vereda, no pocos se llevaron una sorpresa al conocerse el acuerdo entre ambos tras el cierre de las listas. Es que hasta horas antes del cierre de listas había varios que se adjudicaban -en medios, redes sociales y afiches- ser los ungidos por el tigrense. Pero cuando se despejó la neblina, el único que mostró la chapa del Frente Renovador fue Guzmán.

“Nosotros estamos trabajando en este espacio peronista desde hace ya bastante tiempo con un conjunto de intendentes que no somos oposición al gobierno, todo lo contrario, lo hemos apoyado siempre y lo seguiremos haciendo, pero a veces queremos una alternativa o tener una voz propia, o que nos dejen hacer política a compañeros que por ahí venimos de una franja diferente”, había declarado el intendente de Escobar horas antes del lanzamiento de Massa y, por añadidura, su alejamiento del kirchnerimo.

Así, quienes pensaban que votando a Massa castigarían a Guzmán quedaron ahora atrapados en un callejón sin salida que ni siquiera podrán resolver cortando la boleta, ya que uno y otro van en la misma lista.

Cuántos son realmente esos votos y adónde irá a parar ese caudal es una incógnita que las urnas dilucidarán el mes que viene.

¿Dejará la Intendencia?

La candidatura a diputado nacional de Sandro Guzmán abre un gran signo de interrogación acerca del futuro político del distrito a partir de diciembre. Es que aún en el peor escenario electoral imaginable, su octavo lugar en la lista del Frente Renovador le garantiza un lugar en el Congreso. Con un módico 20% será más que suficiente. La pregunta es: ¿Dejará el sillón de Lambertuchi por una banca en la Cámara Baja?

Si Guzmán es electo diputado, tendrá que tomar una decisión entre dos opciones: o sigue su mandato en la Intendencia hasta diciembre de 2015 y renuncia a la banca ganada, o renuncia a la Comuna y asume en el Legislativo. Aunque todavía no hizo ninguna declaración al respecto, desde su entorno nadie pone en duda que dejará el Municipio. Y ahora la pregunta es: ¿En manos de quién?

Por haber encabezado la lista de candidatos a concejales en las elecciones de 2011, en las que Guzmán consiguió la reelección, el primero en la línea de sucesión es Walter Blanco, su jefe de Gabinete, quien no lo acompañó en su salto al Frente Renovador. Si es una estrategia electoral para “repartirse la torta” o un divorcio político, el tiempo lo demostrará. Por lo pronto, lo cierto es que el partido de Escobar podría volver a quedar bajo el conglomerado de municipios que responden al Frente para la Victoria si Guzmán se va y Blanco asume por él.

Hasta ahora, no obstante, el sanfernandino rehusó ocupar interinamente la Intendencia durante las licencias de Guzmán y le cedió el honor al presidente del Concejo Deliberante, Elio Miranda, que fue segundo en esa lista de 2011. Pero esta vez las circunstancias serán muy distintas. Ya no se tratará de cubrir unas vacaciones con piloto automático sino de un período de dos años donde lo que está en juego es si el municipio vuelve o no a manos del kirchnerismo.

Una tapa anticipatoria

En su edición de marzo de este año, la portada de DIA 32 planteaba: ¿Para dónde patea Guzmán? Hubo que esperar hasta el 22 de junio, con el cierre de las listas para las PASO, para tener la respuesta de aquel interrogante. Guzmán ya no patea para el kirchnerismo; ahora, juega para Massa.

El cierre de las listas y las divisiones en el oficialismo

El alejamiento de Sandro Guzmán del kircherismo dejó las aguas divididas en dos en el Palacio Municipal: de un lado, la gente de su riñón, que lo acompañó sin miramientos en su salto al Frente Renovador; del otro, quienes no sacaron los pies del plato y se quedaron levantando las banderas del Frente para la Victoria.

La lista del oficialismo es poco menos que testimonial, un seleccionado de funcionarios y concejales que encabezan tres funcionarios de máxima confianza del intendente. Los secretarios de Control de Gestión e Infraestructura, Sebastián Rey; Políticas Públicas, Germán Maldonado; y Desarrollo Social, Gabriela Garrone.

Otros nombres de la nómina de candidatos a concejales son Oscar Fontán, Mónica Bono -prima de Guzmán- y Mario Flamenco.

Por el lado del kirchnerismo no hubo grandes sorpresas y la renovación quedó pendiente, o en todo caso relegada. El primero en la lista es Hugo Cantero, que desde 1995 viene alternando mandatos de concejal con cargos en el Ejecutivo y actualmente es secretario de Políticas Públicas del Municipio. En segundo lugar va María Rosa Pereyra, que buscará su tercer mandato consecutivo. Y en el último escalón del podio está Luis Carranza, que buscará el quinto, aunque desde diciembre se alejó del Concejo Deliberante para estar a cargo del programa de cooperativas “Argentina Trabaja”.

Los aires nuevos en la lista del FPV recién empiezan a asomar en el cuarto lugar, con la candidatura del referente de La Cámpora y gerente de ANSES, Pablo Ramos, y en el quinto, donde aparece el nombre de Laura Russo, esposa del referente de Kolina y funcionario de Alicia Kirchner, Ariel Sujarchuk.

Varios a la expectativa

A pesar de la aparente polarización, varios sectores de la oposición no pierden las esperanzas de tener una destacada participación en las legislativas y conseguir algunas bancas, más teniendo en cuenta que este año se renuevan 12 y no 10, con lo cual el piso de votos para ingresar un concejal descenderá de 10% a 8,3%.

Una de las novedades que presentarán estos comicios es la conformación del Frente Vecinal Todos por Escobar, que postula como primer candidato a Leandro Costa, hijo del senador Roberto Costa y actual concejal de AVE con dos años de mandato por delante. Su compañero de binomio es el ex diputado nacional Miguel Jobe, referente del PRO en el distrito. Del mismo espacio participó hasta días antes del cierre de las listas el empresario José Manuel Achával, segundo en los comicios de 2011, que finalmente no se presentó de candidato.

La boleta local de la coalición vecinalista se presentará como colectora del Frente Renovador, por lo que los votantes de Massa la tendrán como posible opción en el cuarto oscuro.

La única fuerza que tendrá internas en las PASO es el Frente Cívico, por el cual se presentaron tres listas. Una está encabezada por el presidente de la Juventud Radical, Cristian Vila; otra por Juan Butori, que en 2011 fue candidato a intendente por la Coalición Cívica; y la tercera por Domingo González, referente de Libres del Sur en Escobar.

En tanto, por el Frente Unión por la Libertad y el Trabajo que lidera De Narváez el primer candidato a concejal será el empresario Eugenio López, mientras que por el Frente de Izquierda se presentará la sindicalista docente Claudia Consiglio.

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