El hallazgo de una granada en una escuela primaria de Maquinista Savio encendió una luz de alerta naranja en las autoridades. Detuvieron a tres menores que serían autores de varias amenazas de bomba falsas.

Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar

Para zafar de una prueba. Para hacer una “broma” pesada. Por mera estupidez. Las falsas amenazas de bomba en las escuelas existen desde hace mucho tiempo y por diversas razones, pero este año cruzaron la raya y se convirtieron en una cuestión de Estado. De hecho, el propio ministro de Seguridad de la provincia, Cristian Ritondo, reveló que el 911 registró más de 3 mil llamados de este tipo solo entre septiembre y octubre. Además, aseguró que se iniciaron al menos 120 causas contra padres y estudiantes por las comunicaciones intimidatorias que impidieron el normal desarrollo de las clases.

El partido de Escobar, por supuesto, no está ajeno a esta situación. En 2017 se recibieron seis amenazas de bomba en establecimientos escolares del distrito, contra ninguna del año pasado. Tres de ellas, en la Escuela Primaria N°25 del barrio Amancay. Las otras fueron en la Primaria Nº21, también de Maquinista Savio; en la Primaria Nº34 del barrio San Miguel, en Ingeniero Maschwitz; y en la Secundaria N°7 del barrio Cri-cri, en Garín. En todos los casos se trató de una falsa alarma, aunque para constatarlo debieron evacuarse los edificios y perderse horas de clase.

Frente a este panorama, el juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay, dispuso que una división de la Policía Federal especializada en delitos contra la seguridad pública se aboque a profundizar las tareas para hallar a los responsables. Y surtió efecto: el viernes 16 se realizaron allanamientos en domicilios particulares -dos de Savio y uno de Maschwitz-, donde fueron aprehendidos tres menores de edad acusados de ser los autores de las amenazas.

Además, en esas viviendas la Policía secuestró 17 teléfonos celulares y aprehendió a una mujer de 24 años que durante uno de los procedimientos “entorpeció la tarea policial al haber ocultado uno de los teléfonos debajo de un sillón”, informó la Secretaría de Seguridad del Municipio.

Por su parte, la Justicia dispuso que los menores y sus padres se presenten ante los tribunales para prestar declaración en las causas iniciadas por “intimidación pública”, un delito que puede ser castigado con una pena de dos a seis años de prisión.

De mal en peor

Como si estas amenazas de bomba no generaran ya un dolor de cabeza suficiente, el miércoles 8 la escuela de Amancay volvió al centro de la escena por un caso todavía más grave: tras un llamado anónimo, los peritos de la División Explosivos de San Isidro recorrieron los salones y encontraron una granada de mano FMK2 oculta bajo un pupitre entre papeles de diario. Los expertos retiraron el peligroso artefacto -tiene una onda expansiva de 8 metros- y lo hicieron detonar dentro de un pozo, en una plaza cercana.

Fue el tercer hallazgo de este tipo en menos de cinco meses en el partido de Escobar. En junio, una vieja granada apareció tirada debajo del puente de Garín, a un costado de la Panamericana. Y dos semanas después, en julio, se encontró otra en una calle de Loma Verde, cerca de la Colectora Este.

Los dos primeros episodios se prestaron a las más diversas interpretaciones -hasta ahora, ninguno se esclareció-, al igual que este último de Maquinista Savio, que se produjo -casualmente o no- en el mismo momento en que HIJOS y otras organizaciones realizaban un escrache contra el arresto domiciliario de Luis Patti en el country Septiembre, a menos de diez kilómetros.

Qué hay detrás de esta inquietante seguidilla es, por ahora, todo un misterio.

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