La inauguración de la plaza del barrio El Candil dejó en el pasado un tenso enfrentamiento entre los vecinos y el Intendente. En esos terrenos, el Municipio quería construir un edificio de departamentos.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Cuando inauguró el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el jueves 5 de abril, el intendente Ariel Sujarchuk hizo una serie de autocríticas públicas. Entre otras, reconoció que, en su apuro por hacer, más de una vez pecó de no escuchar, al menos lo suficiente.

“Hemos tenido aciertos, pero también errores, y debemos gobernar con más humildad. Por momentos, producto de las ganas de hacer, avanzamos sin escuchar debidamente a todos los sectores”, admitió en aquel discurso.

Lo que le pasó con los vecinos del barrio El Candil quizás haya sido uno de los hechos que lo llevó a la reflexión. Y también a corregir una decisión a tiempo, transformando silbidos en aplausos.

En la apacible tarde del sábado 3, el jefe comunal dejó inaugurada una coqueta plaza en la intersección de Las Dalias y Los Nardos, a dos cuadras de la avenida San Martín. El plan original del Municipio era construir en esos cuatro lotes un edificio de 36 departamentos en tres plantas. Pero pasaron cosas…

La inauguración de esta obra dejó en el pasado un intenso derrotero de enfrentamientos entre los vecinos y Sujarchuk, cuyo historial incluyó declaraciones cruzadas, manifestaciones, presentaciones judiciales de los vecinos -rechazadas en primera y en segunda instancia- y demás tiranteces. En esto, bastante tuvo que ver el fracaso del Programa Escobarense para la Vivienda (PEV) que impulsaba el Municipio.

Esa iniciativa era la que daba marco a la pretensión de construir un complejo de dúplex en el espacio que finalmente se destinó a la plaza. Lo mismo se iba a hacer otros terrenos fiscales de Loma Verde y Garín.

La intención del programa era dar una respuesta a la demanda habitacional y a la falta de crédito hipotecario. Pero no estuvo ni cerca de las expectativas.

Además de cierta desconfianza, la aparición en simultáneo de los préstamos UVA hizo que el PEV quedara definitivamente en el naufragio, a pesar de la fuerte apuesta que el Ejecutivo había realizado para sostenerlo.

Así las cosas, el intendente decidió dar marcha atrás y cumplir con el pedido de los vecinos. Incluso, con una plaza más linda de la que imaginaban. Y de la que también fueron artífices materiales, ya que ellos mismos se ocuparon de colocar el alambrado perimetral.

“Esta plaza nace de las buenas ideas que generan las diferencias”, expresó Sujarchuk durante el acto inaugural. También destacó “la humildad de reconocer errores” y “el afán de buscar siempre canales de diálogos”.

El flamante espacio público cuenta con un amplio sector de juegos infantiles, mesas y bancos, luminarias LED, cestos de residuos, un bicicletero y sistema de riego.

Además, como resultado del Presupuesto Participativo, se diseñó una zona aeróbica con juegos saludables y un playón multideportes.

Con el corte de cintas, simbólicamente, Sujarchuk y los vecinos hicieron borrón y cuenta nueva. Hablando, la gente se entiende.

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