Una decena de fábricas cerraron y otras están en vías de hacerlo por la caída de la actividad. Cientos de trabajadores escobarenses quedaron en la calle y el fantasma de 2001 vuelve a sobrevolar.

Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar

Dicen que los números son fríos, pero en este caso revelan una realidad más que caliente: según el informe del INDEC publicado en noviembre, la industria cayó en septiembre 11,5% con relación a igual mes de 2017 y acumula un desplome de 2,1% en lo que va del año. Hay que remontarse a julio de 2002 para encontrar una caída mensual tan pronunciada (-12,2%). Además, hubo retrocesos por quinto mes consecutivo en casi todos los sectores y no se avizora un futuro mejor.

Las estadísticas a nivel local también hablan por sí solas. Una decena de empresas ya cerraron sus puertas y otras tantas están tramitando su baja de manera formal. La autopartista Faurecia, Fundición Escobar, Megamat, la logística Transgroup, Pinturas Colorín y CLASA son algunas de las firmas que bajaron la persiana.

Otras están tecleando, como la metalúrgica Enerbom y la cooperativa gráfica MadyGraf, víctima del tarifazo con boletas de electricidad por un millón de pesos al mes. Más del 20% de las compañías disminuyeron su producción abruptamente y un porcentaje aún mayor estaría por seguir el mismo camino.

Por caso, Frío Star redujo su producción de paneles térmicos en un 60% y la fábrica de cocinas industriales Kokken está abriendo solamente tres días a la semana.

Como correlato, cientos de trabajadores escobarenses ya han quedado en la calle. “Un 7% de la población activa industrial está sin trabajo o a punto de no tenerlo”, revela la última encuesta realizada por la Unión Industrial de Escobar (UIDE). De hecho, hay fábricas que suspendieron entre un 7 y 10% del personal y otras que están adelantando vacaciones para evitar esa medida.

“Esto es una recesión que viene, como mínimo, por tres trimestres de 2019. Por ahí haya una mejora de las economías regionales que están vinculadas al agro, pero el grueso, si llega el crecimiento por la recesión, recién lo va a ver a fines del año que viene”, afirma el presidente de la UIDE, Marcos Villar, para quien la crisis “recién arranca” y el futuro es “desalentador”.

Cuando vos tenés un programa económico donde tu única variable no es la productividad sino el mercado financiero, pasan estas cosas”, apunta el presidente de la UIDE, Marcos Villar.

Callejón sin salida

Son varios los factores que terminaron provocando este verdadero desplome de la actividad industrial en el país: la devaluación, la suba de la tasa de interés, la baja del consumo interno, la apertura desmedida de las importaciones y el espiral de inflación son los principales elementos de un cocktail demoledor.

“El primer factor es la caída de la actividad. Todo el sistema productivo local acusa entre un 20 y 30%. Eso deviene en un alargamiento en la cadena de pago, que va de 60 a 90 días. Esas variables son preocupantes, porque hacen que las empresas no puedan sostener su economía. Y el otro problema es la falta de crédito, lo que hace que te vayas financiando con tu cliente y proveedor, así como la importación descontrolada”, explica Villar.

“Cuando vos tenés un programa económico donde tu única variable no es la productividad sino el mercado financiero, pasan estas cosas”, apunta el dirigente industrial, dueño de Frío Star. Y amplía: “La plata financiera es volátil: cuando el inversor ve un riesgo, se raja. Es el famoso capital golondrina”.

Para Villar, no hay dudas de que la crisis actual es responsabilidad del gobierno: “No se puede hablar de impericia, porque la gente que llega al poder no es tonta y sabe lo que hace. Si vos mirás para atrás, la gente de este gobierno siempre movió papeles. Hoy no tenés una sola persona que haya sido industrial trabajando en el gabinete. Entonces, no esperes una política industrial productiva”.

Además, advierte que el acuerdo con el FMI asegura un camino al abismo. “Salimos a buscar un blindaje, aunque le pongan otro nombre. Y el año que viene, cuando no les alcance la caja fiscal, van a ir a otro nombre, pero no va dejar de ser un megacanje para pasar las elecciones. Es inevitable pensar que vamos por el mismo camino que en 2001”, asegura, tan preocupado como convencido.

HERNÁN GONZÁLEZ

“La situación puede empeorar”

El secretario de Producción del Municipio y ex presidente de la Cámara de Comercio de Escobar advierte que lo peor de la crisis no pasó. “Sostener hoy una pyme es complicado”, afirma.

-¿Cómo está afectando la crisis económica a la industria escobarense?

-La afecta fuertemente, de la misma manera que lo hace con el resto de Escobar. El aumento de las tarifas, las altas tasas de interés y la caída de las ventas hacen que la producción sea prácticamente inviable y sostener una pyme o cualquier otra industria se hace realmente complicado. Todo esto también hace que las nuevas empresas que quieren instalarse en el partido demoren su decisión.

-¿Cuántas empresas han cerrado o disminuido su producción en el partido?

-Ocho empresas dieron de baja o la están tramitando por la situación económica del país en este año. Además, más del 20% de las empresas o industrias disminuyeron su producción abruptamente y un porcentaje aún mayor está viendo que va a tener que hacerlo debido a la situación económica.

-¿Cuáles son los sectores más castigados por la crisis?

-Hoy son todos, pero más que nada calzado, textil, metalúrgico, autopartista, plástico y farmacéutico.

-¿Que acciones adopta el Municipio para mitigar el impacto de la crisis en estas empresas?

-Desde el Municipio se articulan políticas para tratar de no perder empresas y atraer nuevas con herramientas legislativas, de promoción industrial y programas que solicitamos a Nación y Provincia. Lo mismo sucede desde el área de Empleo, que funciona con un gran profesionalismo en la captación de currículums y derivarlos a las empresas, vinculándose también con Nación y Provincia para obtener programas de beneficios para aquellas que tomen mano de obra y programas para la contención y reinserción de los desocupados.

-¿Cree que esta coyuntura va a mejorar el año entrante?

-Creo que la situación puede empeorar, teniendo en cuenta la crisis actual, los factores que la producen y por la información que nos llega de las empresas.

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