Con la puesta en marcha de un tomógrafo, el hospital de Escobar logra dar un salto de calidad en su cobertura de trauma. Además, recibió una nueva ambulancia y aparatología, mejoró su instalación eléctrica y renovó un tercio de su edificio.

Demandó mucho trabajo, pero finalmente las obras en el hospital Erill quedaron inauguradas oficialmente el viernes 20, con un acto encabezado por el gobernador Daniel Scioli y la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner.

No se trata de meros arreglos cosméticos, ya que tras una larga espera comenzó a funcionar a fines de septiembre el primer tomógrafo del partido de Escobar -de 16 cortes y de última generación-, cuya compra implicó una inversión de $1.750.000 del Ministerio de Desarrollo Social. Además, el nosocomio recibió del Ministerio de Salud de la Nación una ambulancia de alta complejidad valuada en $600 mil, que se suma a su flota de otras dos unidades, y un subsidio de dos millones para la compra de equipamiento en la unidad de terapia intensiva y área críticas.

Por su parte, la Fundación Pérez Companc aportó la friolera de  $10.900.000 para adecuar el servicio de diagnóstico por imágenes, construir un nuevo shock room y reubicar la farmacia, además de remodelar la circulación interna y construir las nuevas oficinas que dan a la avenida Tapia de Cruz.

Con ese dinero también se renovó la entrada principal, se amplió la planta baja a un terreno lindante al de la guardia y se remodeló el cuarto piso, lo que permitió aumentar de 5 a 8 las camas de terapia intensiva. De esta manera, prácticamente un tercio del edificio cambió su aspecto y funcionalidad.

En tanto, el Ministerio de Salud bonaerense invirtió más de 2 millones de pesos para el aumento de la bajada de potencia eléctrica, algo fundamental para la instalación de la nueva tecnología. También fueron nombrados un médico y 5 técnicos especialistas en tomografía.

“Este es el día más importante del hospital desde su edificación”, aseguró el director del Erill, Carlos Ramos. “Es como ir subiendo una montaña. Nosotros queremos plantar bandera en el pico, hoy llegamos a la mitad, sabiendo que podemos y que hay que seguir avanzando”, agregó en declaraciones al portal El Día de Escobar.

Hasta ahora, las personas que requerían de algún estudio con tomógrafo debían ser trasladadas al hospital de General Pacheco y después al de San Fernando para ser atendidos por un neurocirujano. Pero que ese periplo tan incómodo, sobre todo para pacientes en estado crítico, ya es parte del pasado.

Junto con otros siete hospitales, el de Escobar forma parte de una red de trauma constituida en 2010 por el Ministerio de Salud debido a su cercanía con una ruta como la Panamericana, donde con frecuencia se producen todo tipo de accidentes. Esta red incluye también a los hospitales San Martín, de La Plata; San Roque, de Gonnet; Güemes, de Haedo; Sor María Ludovica, de La Plata; El Cruce, de Florencio Varela; Alberto Eurnekian, de Ezeiza; y Simplemente Evita, de La Matanza.

El trauma, que incluye las consecuencias de accidentes, choques y caídas, es la primera causa de muerte entre los jóvenes. Según los datos arrojados por un estudio que relevó 1.156 casos en 14 hospitales públicos en la provincia de Buenos Aires, de cada 4 jóvenes que mueren, 3 fallecen por un hecho traumático, entre los cuales la primera causa son las colisiones con motos. Por eso la importancia de poder atender a los accidentados de forma rápida y con la tecnología necesaria. Nada más y nada menos que para salvar vidas.

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