Al lado del teatro abrió sus puertas un coqueto restaurant, ideal para estirar la salida tras una función. Cuenta con menús diarios y está por inaugurar un patio cervecero, con shows en vivo.

Por JAVIER RUBINSTEIN

La remodelación del Seminari deparó más gratas sorpresas tras su inauguración oficial, en la noche del 31 de mayo. Un mes y medio después, en el salón contiguo al teatro empezó a funcionar un atractivo bar cultural, acorde a la renovada estética del edificio, que complementa la propuesta artística con una interesante oferta gastronómica en un ambiente elegante.

Su decoración estilo vintage, con espejos, arañas y tonos pastel, hace agradable la primera impresión de este apacible lugar. El mérito es de Lucía Martínez, que se encargó de los arreglos y es la cara visible del emprendimiento.

Martínez vive en Ingeniero Maschwitz y ya conocía el paño de la gastronomía. Junto a Pablo Parra, su socio, decidieron encaramarse en este proyecto advirtiendo las nuevas posibilidades que se presentarían a partir de la reactivación del teatro municipal. Así, el 12 de julio abrió el Bar Cultural.

“Queríamos abrir cuando se reinauguró el Seminari, pero no llegamos. Ya estaba pensado que se haga esto, para que la gente tenga un lugar antes o después de ver una obra”, cuenta sobre la idea de retroalimentar el circuito del cine-teatro con gastronomía.

El Bar Cultural está abierto todos los días -lunes y martes de 9 a 21 y miércoles a domingo desde las 9 “hasta que no quede nadie”-, con servicio de desayuno, almuerzo, merienda y cena. “No cerramos nunca, porque siempre hay movimiento”, explica Martínez, mientras le muestra el local a DIA 32.

Lógicamente, el fuerte son los fines de semana a la noche, cuando el salón principal y las mesas de afuera suelen estar a pleno. “Muchos nos reservan para cenar después de las obras, tenemos clientes que ya nos conocen, les gustó y quieren volver, además son habitués del teatro y se fueron contentos cuando vinieron”, detalla Martínez.

Para los mediodías hay menús ejecutivos a muy buen precio, que pueden variar desde milanesas con papas hasta pastas, pollo o pastel de papas; mientras que para la cena se sirven platos más elaborados, como bondiola a la barbacoa, pechugas con puré rustico, lomo a la pimienta y picadas.

A la mañana y a la tarde se puede disfrutar de una surtida carta de cafetería, acompañada por tentadoras tortas, infusiones, licuados, tostados y masitas dulces.

Varios artistas de renombre ya han visitado el Bar Cultural. Hace unas semanas estuvieron nada menos que Araceli González y Facundo Arana, quienes hicieron la “previa” tomándose un café y tras la función de Los puentes de Madison se acercaron a saludar a los comensales, que no podían creer el gesto de amabilidad de los actores. Lo mismo pasó con el humorista “Cacho” Garay.

A mediados de noviembre se inaugurará el esperado patio cervecero, con cerveza artesanal, pizzas y picadas para acompañar. La época del año se presta para unas largas noches de charlas bajo las guirnaldas de luces, que le dan su toque de color a un parque rodeado de plantas y esculturas de metal.

Además, se iniciará un ciclo de espectáculos para promover a los artistas locales, que se presentarán “a la gorra” en el mini escenario del patio.

“Estamos muy contentos. Me encanta el lugar y la gente que viene, estamos hace poco pero vamos muy bien. Y en verano apuntamos a que el patio explote. No hay lugares así por acá”, afirma entusiasmada Martínez, invitando a todos a conocerlo.

 

 

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