Tras haber participado de un éxito musical arrollador, terminó pululando por cuanto reality se le cruzó por el camino para escaparle al anonimato. Pero hoy la cantante y bailarina encontró en Maschwitz un lugar donde comenzar de cero.

Por FLORENCIA ALVAREZ
falvarez@dia32.com.ar

La música se escucha fortísima en toda la cuadra. La antigua casa ubicada sobre la calle Ricardo Fernández 1315, donde hasta el año pasado funcionó el espacio de arte y eventos Las Calas, a una cuadra de la plaza de Ingeniero Maschwitz, se transformó en una encantadora academia de baile de la mano de la cantante María Elizabeth Vera (32).

La ex rasta de Bandana está sentada en la recepción, rodeada de madres que esperan a que sus hijos terminen la clase. La cabeza rapada en los costados, el resto del pelo teñido de todos colores -verde, fucsia, violeta y amarillo-, un top cortísimo y unas amplias babuchas. Un look no muy diferente al que la caracterizaba en su época de estrella del pop.

Lissa -como todo el mundo la conoce- llegó a la escena musical en 2001 gracias al reality show Popstars. Junto a Lourdes Fernández (ahora más conocida como Lowrdez), Virginia Da Cunha, Valeria Gastaldi e Ivonne Guzmán conformaron Bandana, un grupo musical que captó al público juvenil como nunca antes ni después sucedió. Tuvieron récords en el Gran Rex con más de 100 shows, vendieron 500 mil copias de sus discos en solo dos años y medio y recorrieron todo el país, Sudamérica, Estados Unidos y España.

Además, fueron las primeras argentinas en aparecer en la tapa de la revista Billboard y ganaron los premios Gardel, Martín Fierro y MTV. Pero la gallina de los huevos de oro solo duró dos años y medio.

Después de eso Lissa participó de reality shows, grabó un disco solista, en 2012 se vino a vivir a uno de los countries ubicados a la vera de Panamericana, en Belén de Escobar, tuvo una hija el año pasado y en mayo inauguró su academia. De yapa, porque no estaba en los planes, el Día de la Primavera volvió a los escenarios junto a Lowrdez, en Carlos Paz, ante más de 100 mil espectadores.

Antes de empezar la entrevista propiamente dicha, abre una lata de Speed, bebe un trago y, con su natural soltura, se disculpa: “Perdón, es que no estoy durmiendo mucho”.

Recién volvés de Córdoba, ¿cómo fue presentarte de nuevo ante tanta gente? ¿Te movió interiormente?

Después de tanto tiempo haber hecho algo tan groso como eso me movilizó mucho, fue pura adrenalina. Y más con Lowrdez, que para mí es una hermana que me dio la vida. Nos emocionamos mucho. Habíamos hecho cosas individualmente, pero no es lo mismo.

¿Piensan volver juntas a los escenarios con una nueva denominación?

Sí, tenemos muchas ganas de hacer un montón de cosas y estamos buscando nombre. Por ahora solo tenemos Dúplex y Las Mosquitas Muertas. Aceptamos sugerencias.

Hace diez años que se disolvió Bandana, ¿tenés buenos recuerdos?

Aprendimos mucho todas, pasamos por cosas buenas y malas, pero ni en las buenas ni en las malas teníamos tiempo para detenernos a pensar en lo que nos estaba sucediendo. Por ejemplo, fuimos a Estados Unidos y ganamos el premio MTV, pero al otro día había que estar en Buenos Aires para hacer una nota y al siguiente había que salir de gira. Todo era muy a mil y eso no nos gustaba tanto. Hicimos muchas cosas que hoy por hoy solas nos cuesta alcanzar, pero cuando lo logramos en grupo no lo entendimos.

¿Pensás que si lo volvieras a vivir ahora le sacarías más jugo?

Obvio, estaría hablando con Dios y María santísima. Imaginate que estuve en lugares con Paulina Rubio de un lado, Shakira del otro, Enrique Iglesias… Yo era una tarada. Creo que si hubiese tenido 24 años en vez de 20 hubiera sido otra cosa. Me quiero morir.

¿Te sirve haber pertenecido a ese fenómeno? ¿Chapeas?

Sí, chapeo mucho. No me sirve para hablar con Shakira, pero en cualquier momento me la voy a volver a encontrar. Siempre me dijeron que nos parecemos, a mí no me parece, pero las dos somos acuarianas. Los que nos conocen dicen que solemos tener reacciones similares frente a un detonante determinado.

¿Cómo siguió tu carrera a partir de la disolución del grupo?

Hice un disco solista, trabajé en Telefé en una tira de adolescentes que se llamaba Frecuencia 04 y en la trayectoria de solista pasó que mi manager enloqueció, no sé qué le pasó a ese hombre. No me pagó un montón de cosas, ni el monotributo, y me daba papeles que para mí eran legales. Me comió la plata, no me pagó y me quedé en la ruina…

¿No hiciste plata con Bandana?

Lo que pasó fue que en el medio de lo de Bandana me quisieron secuestrar y tuve que vivir un tiempo en un hotel con mi familia. Ahí se fueron todos mis ahorros, porque la producción nos mandó al Abasto Plaza, donde estuvimos más de un mes. Cuando terminó Bandana me descontaron todo. Pero la cuestión es que yo había dado por supuesto que ellos se iban a hacer cargo de los gastos, sino hubiera buscado otra opción. Eso costó mucha plata. Yo me fui de Bandana con cinco mil pesos y sin laburo.

¿Cómo te levantaste de eso?

Fueron cosas que me hicieron mucho ruido, me cansé y decidí actuar por las mías, con mi familia, sin pedirle ni deberle nada a nadie. Mis viejos siempre me apoyaron y aprendí a no depender.

Pasaste por varios realities y hasta por Cuestión de Peso. ¿Fue porque buscabas exposición, porque necesitabas plata…?

Un poco de todo. Yo me quedé sin nada, me llamaban, me ofrecían meterme en un programa y decía que sí. A mí me sirvió para sacar mi nombre a flote, para despegarme de Bandana. Empecé a forjar una imagen propia. A partir de ahí hice cosas, y al estar en exposición constante las 24 horas por no sé cuántos meses hubo mucha gente que se había formado una opinión errada sobre mí, se dio cuenta cómo era en realidad y después me llamó. Para mí fue como matar varios pájaros de un solo tiro.

¿Pagaste un precio muy alto? Porque hay que estar adentro de Gran Hermano Famosos…

Después de lo que me pasó en Bandana me chupaba un huevo todo. Me criticaban porque engordaba o adelgazaba, que te comiste a este, que te comiste al otro… A mí porque me filmaron, pero andá a saber las cosas que pasan detrás de tu árbol… Nunca me enrosqué con eso. Hablen bien o mal, siempre te sirve. Hay que tratar que lo que te dicen de malo te resbale.

¿Y se logra eso o en el fondo siempre te lastima?

No me preocupa por mí sino por mi familia. Cuando me puse de novia con mi actual marido, con el que estoy hace seis años, yo estaba con la vorágine de haber salido de Gran Hermano Famosos y había que ir todo el tiempo a todos los boliches: Cocodrilo, Esperanto, Acqua, a todos los lugares top, todos los días sacándome fotos con todo el mundo. Bueno, dejé todo eso para evitar que le dijeran algo a mi pareja y se pusiera mal. Porque él iba y se agarraba a piñas. Quizás lo que decían de mí era verdad, pero no tenían por qué decirlo delante de él.

¿Cómo conociste a tu marido?

En el boliche, en esa vorágine. Teníamos un amigo en común. Nos cruzamos varias veces hasta que un día lo llamé porque yo iba a Pilar y sabía que él vivía en Don Torcuato. Pensé que quedaba re cerca, entonces lo invité a que me viniera a ver. Vino, me invitó a cenar, charlamos un montón, al poco tiempo nos pusimos de novios y hoy estoy feliz.

¿Tendrías otro hijo?

Sí, pero todavía no. Más que nada porque me sentiría egoísta con mi hija, que el día que yo no esté va a estar sola. Está bueno que tenga un hermano. Podés tener amigos, primos, pero nunca es lo mismo. Yo tengo cuatro hermanos. Y si me explota el cuerpo, se va a la mierda, ya lo reconstruiré.

¿Sos de cuidar mucho tu imagen?

Me tengo que cuidar, no me queda otra. Ya me hice una reconstrucción abdominal después de la beba porque había quedado un desastre. Te abren, te sacan el colgajo, te estiran la piel, te cosen y quedás perfecta.

¡Qué dolor!

Yo no sufrí mucho. Al otro día de la operación no tomé más calmantes porque sino no podía darle la teta a la nena. Así que dije “ya fue” y listo.

Tenés una vida súper activa, cantás y bailás todo el día, ¿qué hacés para bajar?

Miro muchas series, pero sobre todo juego a la Play. Cosas tranquilas, mucho jueguito. Ahora también estoy concentrada en mi segundo disco, escribiendo canciones.

¿Todavía es posible volver a juntarse con tus ex compañeras?

Tenemos ganas, pero estamos un poco complicadas. Valeria se lastimó un brazo, Virginia está con su proyecto solista, Lowrdez está tranqui, como yo, Ivonne está muy complicada… Pero las ganas están. Lo que estamos haciendo ahora es disfrutar la amistad, que tampoco lo pudimos hacer mientras estábamos en Bandana. Nosotras nos conocemos a un nivel que ni los esposos se conocen. No tenemos los egos tan altos y por eso mantuvimos la amistad.

¿Crees que si volvieran les iría tan bien?

Bandana existió solo una vez, quisieron hacer lo mismo con Operación Triunfo, La Banda y no funcionó. No va a volver a existir algo como Bandana. El milagro no se va a volver a repetir.

Un oasis de Capital en el medio de Maschwitz

La academia de Lissa Vera en Maschwitz es nuevita, apenas va transitando su quinto mes, pero ya tiene un buen número de alumnas. “Aposté a ofrecer algo distinto a lo que existe en otros institutos. Por ejemplo, el estilo de coreografías que utilizamos nosotros, los tiempos, es otra la movida”, explica.

El director es Maximiliano Ortuño, “un chico que dentro del ambiente del baile es muy conocido”, apunta. Estuvo en la tercera temporada de Violetta, conoce a Martina Stoessel de la época de High School Musical, trabajó con Susana Giménez, en Ideas del Sur y hasta hizo un video con Madonna.

“Lo que quisimos hacer es un oasis de Capital en el medio de Maschwitz, para que los chicos que están cerca tengan la posibilidad de hacer cosas, pero sin irse de acá”, agrega.

La primera acción para captar alumnos consistió en hacer un casting con los chicos de diferentes institutos de la zona, a partir del cual armaron la obra Había una vez el libro de los sueños. Pero los planes de Lissa no se frenan ahí. También está moviendo todos los hilos para montar un espectáculo en Carlos Paz en el verano.

Además de baile para chicos y escuela de coreografía, en la academia se pueden aprender otras disciplinas: mami dance -para las madres-, pop dance, bachata y reggaeton.

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