Ignacio Leguizamón tiene 17 años pero una amplia experiencia en la escena folklórica. Empezó a dúo con su padre y ahora emprendió su propio camino. Su anhelo: “ser un músico reconocido”.

Por GUSTAVO CEJAS
gcejas@dia32.com.ar

Los domingos de asados, mates y guitarreadas en su casa de Garín trazaron un rumbo en su vida. Ricardo Ignacio Leguizamón creció en el ambiente folklórico y desde muy pequeño -a los 8 años- comenzó con sus primeros rasguidos en la criolla.

Hoy, con 17 años, Nacho es un prometedor músico. Su debut fue en una peña cerca de su casa, en 2004. Luego, su padre, Ricardo Leguizamón, lo invitó a subir al escenario garinense del festival de Raíces Provincianas. A partir de allí se le abrieron las puertas a diferentes peñas locales.

Fue también junto a su padre que logró el mayor reconocimiento, en el dúo Los Leguizamón. Tocaron casi 4 años -muchas veces con músicos invitados-, pero el show más importante fue en febrero de este año en la Peña Oficial de Baradero, donde obtuvieron el “Premio Revelación” y lograron el pasaporte al escenario mayor para 2012.

Otra distinción que lograron fue con su chacarera dedicada a Garín en los festejos del 117º aniversario de la localidad. En ese show, ante miles de personas concentradas en el boulevard Perón, compartieron cartelera con el Chaqueño Palavecino.

Con su padre tocó casi 4 años. En febrero obtuvieron el Premio Revelación en la Peña Oficial de Baradero y quedaron clasificados para el Festival del Encuentro de 2012.

A pesar de los logros, el dúo dejó de tocar. “No por peleas, sino para probar nuevos rumbos”, explica Nacho, que continúa presentándose como solista. Siempre con un repertorio folklórico, con canciones de autores variados y dos de su propio sello: una zamba y una chacarera que hablan de amor.

El estilo que lo representa está influenciado por el Dúo Terral, Horacio Banegas y Marcelo Mitre, entre otros. Nacho se incluye en el estilo denominado folklore de proyección, donde se utiliza bajo, batería, bandoneón y violín.

Además de dedicarle tiempo a los ensayos, el joven continúa con sus estudios secundarios. Sus deseos como artista no son ningún secreto: “Me encantaría llegar a ser un gran músico, tocar en grandes festivales y ser reconocido”.

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