A punto de cumplir 50 años como médica, es la pediatra más antigua de Escobar. Se formó en hospital Castex y fue jefa de servicio en el Erill. El recuerdo de su padre en la Intendencia y su deseo de vivir en El Cazador.

1-¿Dónde naciste?
-En Escobar. Como chiste digo que hace 130 años que vivo acá, porque mis cuatro abuelos vinieron a fines del siglo XIX, tanto los Caballero, maternos, como los Larghi. Mi abuelo le compró el terreno a un vecino que a su vez se lo había comprado a Eugenia Tapia de Cruz, es la casa donde todavía vivo, en la calle Travi.

2-¿Dónde estudiaste?
-No hice Jardín, no quería ir. La primaria y el secundario en el colegio Santa María, donde salí recibida de maestra porque en esa época era magisterio, soy de la primera promoción. Igual, nunca ejercí.

3-¿Ya sabías que querías estudiar medicina?
-Claro, siempre tuve inclinación por las Ciencias Biológicas, tuve excelentes profesoras como Ada Paupy de Amor y Estela Odeón de Peralba, será por eso, aprendí mucho de las dos. Consciente e inconscientemente debe haber algo más que te lleva a estudiar medicina. Lo hice en la UBA, en casi siete años.

4-¿Por qué elegiste la pediatría como especialidad?
-Hice la residencia en el Hospital Castex, en San Martín, y siempre me gustó esa rama. Es donde más prevención se puede hacer, en los adultos es diferente.

5-¿Cuál fue tu primer trabajo?
-Quedé como médica interna de guardia de Pediatría en el Castex. Primero estuve en Neonatología y después en Pediatría, en total 11 años. Y el doctor (Carlos) Legaria, por entonces director del hospital de Escobar, consiguió que cumpla 12 horas de guardia acá, que en esa época era unidad sanitaria provincial.

6-¿Cuándo abriste tu consultorio?
-El 21 de septiembre de 1977, en mi casa. Todavía tengo los muebles de ese entonces, camilla, balanza, escritorio… En 1999 me pasé a Rayén, donde sigo atendiendo.

7-¿Qué es lo más gratificante de tu profesión?
-Es grandioso hablar con los niños, y que la verdadera función es la prevención. No solo dando vacunas, sino de accidentes, de futuras enfermedades. Siempre les digo a las madres que la sal y el azúcar, en exceso, son veneno. También hay que diagnosticar tempranamente enfermedades delicadas.

8-¿Te tocaron muchos casos de enfermedades difíciles?
-Sí, tengo bastantes que se han curado. La leucemia, la meningitis, llevan internación, uno acompaña, habla, visita a los chicos… Cuando se curan es una alegría.

CAMADA. Junto a otros reconocidos pediatras escobarenses, en el buffet del hospital Enrique Erill.

9-¿Atendiste a muchas generaciones?
-Creo que no llegué a tener nietos, todavía, de gente que haya sido paciente mía. Sí hijos, un montón. Es lindo que me los traigan.

10-¿Cómo ves la pediatría en Escobar?
-El problema de la medicina en general es que no se consiguen médicos de guardia. No quieren, no sé dónde están. Es una lástima.

11-¿Sos la pediatra con más experiencia en Escobar?
-Sí, soy la resistencia digamos (risas). De las pocas que quedan de mi generación: se jubilaron Héctor Langone, Beatriz Carrasco, Claudia Fina… otros ya fallecieron. Yo no me pienso jubilar, me gusta venir, hablar con la gente, atender.

12-¿Dejás el teléfono encendido las 24 horas?
-Sí, pero trato de que no me llamen de 2 a 7 de la mañana, porque me desvelo y al otro día no puedo trabajar bien.

13-Pasando al plano personal, ¿qué es lo que más te gusta de tu imagen?
-No soy coqueta. Con la pandemia me saqué todo, anillos, pulseras, porque había que lavarse mucho las manos. No le doy bolilla al exterior, pero estoy más gordita.

14-¿Cuál es el principal rasgo de tu carácter?
-Soy sincera, tengo mucha paciencia, aunque a veces me pongo nerviosa.

15-¿Tres cosas sagradas para vos?
-Mi hijo y mi trabajo, no tengo otra.

16-¿Cuántas horas dormís por día?
-Como varios de los Larghi, soy bastante nocturna. Suelo andar despierta hasta las 2 de la mañana y me cuesta levantarme. Pero ahora empecé a desayunar leyendo el diario, tranquila, antes lo hacía de parada, apurada.

VOCACIÓN. “ Yo no me pienso jubilar, me gusta venir, hablar con la gente”, afirma, en su consultorio.

17-¿Y qué hacés hasta la madrugada?
-Siempre tengo algo para hacer. Si no miro la tele o estoy en la computadora, hablo por teléfono con un primo que también le cuesta dormir, es algo genético. Mi papá era igual.

18-¿Un gran gusto que te hayas podido dar?
-Ir al pueblo Río Seco de Soria, en España, de donde era mi abuelo materno, él nació ahí y vivió hasta los 11 años. Fue algo hermoso, siempre me gustó mucho viajar. También conocí Barcelona, en un congreso para pediatras.

19-¿En qué te cuesta ponerte un freno?
-En comer.

20-¿Qué te gusta?
-Lo salado, todo lo que tenga pescado, mariscos y verduras.

21-¿Un hecho histórico que te haya marcado?
-La vuelta de la democracia en 1983. Fue muy importante. Y además mi padre ganó la Intendencia de Escobar, algo que no esperaba.

22-¿Cómo fue ser la hija del intendente?
-Eran duras las críticas. Una vez le dije que dejara antes y me dijo que no, que lo habían votado.

23-¿Cómo evaluás su gestión?
-Hizo muchas cosas, como el camino al Paraná, la pavimentación de calles en Savio. Era súper honesto. Cuando iba a entregar el mandato, pidió un préstamo para comprarse un traje, porque los que tenía eran viejos y estaban raídos. Miraba cada cheque que firmaba para saber en qué se gastaba la plata de la Municipalidad.

24-¿Cuál fue tu mayor logro personal?
-Mi profesión, casi cincuenta años como doctora.

CAMINO AL ALTAR. El dia de su casamiento, en la parroquia de Escobar, acompañada por su padre.

25-¿Una década de tu vida?
-De los 40 a los 50 años, porque nació mi hijo a los 40 y pude formar mi familia. A esa edad uno es distinto, no tiene juventud pero sí más experiencia.

26-¿Cómo te llevás con la tecnología?
-Bien, uso WhatsApp, Facebook, la computadora, mando mails. Hay que hacer historias clínicas, facturar, todo por Internet.

27-¿Todo tiempo pasado fue mejor?
-En mi vida personal, no. En el pueblo de Escobar, sí, era mejor antes.

28-Qué es lo que más te gusta de Escobar?
-Que soy de acá de toda la vida, desde mis raíces.

“El hecho histórico que más me marcó fue la vuelta de la democracia en 1983. Además, mi padre ganó la Intendencia de Escobar, algo que no esperaba”.

29-¿Qué le cambiarias?
-Hay mucho tránsito, edificios por todos lados… pero me gusta mi ciudad. Tenemos linda plaza, la planta de moras está desde que era una nena y se mantiene muy bien.

30-¿Qué harías si ganaras 1 millón de dólares?
-Construiría una casa nueva, en El Cazador, algo que siempre quise hacer y que tuve la ilusión desde chica.

31-¿Cómo te gustaría que te recuerden?
-Como alguien que hizo las cosas lo mejor que pudo, como persona y doctora.

32-¿Un deseo?
-Que mi hijo esté bien.

FICHA PERSONAL

Una vida dedicada a la salud de los chicos

Nacida el 24 de marzo de 1949, María Felisa Larghi es hija de Ofelia Caballero y Oscar Roque Larghi. En Escobar todos la llaman Marisa: “Cuando nací, mi mamá me quería poner así y no se aceptaba en esa época. Entonces me puso los nombres de mis dos abuelas”, aclara. Está casada con Enrique Gaztañaga y es madre de Miguel (32). Fue Jefa de Pediatría del hospital Erill entre 1999 y 2003. No tuvo cargos políticos, aunque le habían ofrecido la Secretaría de Salud cuando su padre era intendente. “No tenía sapiencia ni experiencia en ese momento”, confiesa. Pensante, dada y amable, hace docencia en cada consulta.

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