Desde su apertura, a fines de 1974, el emblemático comercio está en la esquina de San Martín y General Paz. Un matrimonio de inmigrantes portugueses que apostó por Escobar sin olvidar sus raíces.
Comercios
Su local de la avenida Villanueva es un mundo inabarcable de productos. Pero lo que más se destaca es la calidez con la que atiende. “Hay que ser agradecido con el cliente”, afirma.
Con la apertura de varios locales, esta moda mundial también empieza a asentarse en la ciudad. Perfumes intensos y sabores exquisitos para disfrutar en invierno.
Miembro de una tradicional familia escobarense, lleva 54 años en el comercio que inició su abuelo y siguió su padre. “Me gusta conversar con la gente que viene”, afirma.
Desde hace 30 años les da de comer a los escobarenses y los hace sentir como en casa. Anfitriona atenta y pícara, querida y frontal, no se guarda nada. “La cocina siempre fue lo mío”, afirma.
En la década del 90 fue un lugar de culto para muchos escobarenses. Cerró en 2001, pero dejó su huella. “Hoy no hay bares, se perdieron”, lamenta Antonio Mo.
Tres centros comerciales, personalísimos y con propuestas originales, le dieron a esa zona de la localidad una característica única. Un boom que comenzó hace quince años y superó lo imaginable.