El brutal asesinato del adolescente sacudió a la sociedad escobarense, que salió masivamente a las calles a pedir justicia y seguridad en dos históricas marchas del silencio.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Era un día más en la casa de los Scaldafferro, sobre la calle San Lorenzo al 443. Estaban Franco (24), Tomás (21), Martín (16) y un primo de los tres, también adolescente. Eran las 4 de la tarde y en un rato se irían a jugar un partido de fútbol con sus amigos. Gerardo estaba al lado, en el local de Roymar, atendiendo cuestiones del negocio. Y su esposa, Daniela, acababa de salir con Kiara (12), la menor de la familia. Por eso cuando escucharon que golpeaban la puerta, los chicos creyeron que era ella, que se habría olvidado algo, y abrieron confiadamente. Quizás, si no fuera porque es la única vivienda de la cuadra que no tiene rejas, las cosas hubieran sido diferentes. Pero eso nunca se sabrá.

Lo que siguió, detalles más, detalles menos, ya es vox pópuli. Dos delincuentes entraron por la fuerza, arrojaron al piso a los cuatro varones y empezaron a recorrer la casa. Fue ahí, en un descuido, cuando los chicos aprovecharon para escaparse, a los gritos, pidiendo ayuda. El primero en asomarse y poner el cuerpo fue Gerardo, a quien apuñalaron con una cuchilla que habían tomado de su cocina. Lo dejaron malherido de dos puntazos, retorciéndose sobre el asfalto.

A Martín le fue peor: lo atacaron por la espalda y le clavaron esa misma cuchilla a la altura de los pulmones. Los delincuentes dejaron el tendal de sangre y huyeron en un auto junto a dos cómplices. Su hermano mayor tomó a Martín en brazos y corrió desesperadamente una cuadra y media hasta la guardia del hospital Erill. Por su padre pasaría enseguida una ambulancia.

La herida del adolescente fue muy profunda y le provocó una fuerte hemorragia. Su cuadro era insalvable y los médicos, pese a su empeño, no lograron el milagro: falleció horas más tarde, ya en la madrugada del sábado 13. A Gerardo lo trasladaron al sanatorio de la Trinidad, en San Isidro, donde se repuso y fue dado de alta una semana después.

Por tratarse de una familia muy conocida y numerosa de la ciudad, y porque Martín era popular en el Instituto Santa María, donde cursaba el quinto año de la secundaria, el caso se conoció rápidamente y generó todo tipo de reacciones en las redes sociales. Desde allí, en medio del dolor y la consternación, se lanzaron las convocatorias para dos marchas del silencio, el lunes 15 y el viernes 19.

La concurrencia a la plaza San Martín fue multitudinaria, histórica: más de tres mil personas en la primera y unas diez mil en la segunda. Todas unidas en un silencio conmovedor, ensordecedor y contundente, que solo se interrumpió cuanto tomaron la palabra los familiares del adolescente. Sus palabras también fueron emotivas: no pidieron venganza, pidieron igualdad social.

“Es una pena que tuviera que pasar lo de Martín para que se diera esto. Pero está pasando y yo sé que desde donde él esté, debe estar con su sonrisa brillante celebrando que Escobar se puso de pie y comprendió que nos tenemos que juntar”, expresó su tía, Carla Leonardi.

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Dudas y maquillaje

La investigación del caso está en manos del fiscal Martín Zocca, quien trata de armar un rompecabezas al que por ahora le faltan varias piezas. Si bien el hecho fue registrado por las cámaras que los Scaldafferro tienen en el frente de la casa y en la vereda del comercio, los autores del crimen aún no estarían identificados.

Se sabe que escaparon en un Honda City gris, pero la patente tampoco se habría podido determinar con exactitud por el ángulo de filmación de las cámaras. También está comprobado que no alcanzaron a robar nada de la casa.

Uno de los datos más desconcertantes del hecho es que los delincuentes no tenían armas, algo de lo más infrecuente en una entradera. El modus operandi, el lugar y el momento elegidos y otros aspectos despiertan sugestivos interrogantes sobre la pericia de la banda y sus verdaderas intenciones.

Como sucede cuando no hay certezas ni pistas firmes, la investigación de Zocca no descarta ninguna hipótesis.

Entretanto, 48 horas después del asesinato desembarcaron en la ciudad decenas de efectivos de diversas fuerzas de seguridad -Prefectura, Infantería, Gendarmería, Policía Federal y Aeroportuaria-, que se apostaron en las principales calles y avenidas para realizar una exasperante puesta en escena. No estaban buscando a los asesinos de Martín: estaban para la foto. Esa que se sacaron el jueves 18 el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, junto al intendente Ariel Sujarchuk.

Por supuesto, al cierre de esta edición ya habían levantado campamento y todo volvió a ser como era hasta ese viernes 12 a las 4 de la tarde, antes de que la tragedia golpeara a la puerta de los Scaldafferro.

HISTORIAS TRAGICAS

La lista negra de la inseguridad

El asesinato de Martín Scaldafferro es un caso más que vuelve a rebasar el vaso y se suma a un largo historial de víctimas fatales de la delincuencia en el partido de Escobar. Repasamos los hechos más resonantes de la década en curso, muchos de los cuales también causaron gran conmoción.

2010 – Febrero

Mauro Rajoy (22): Trabajaba en un comercio de la ruta 26, en Maquinista Savio. Un delincuente entró a robar y lo mató de un tiro.

2010 – Septiembre

Matías Berardi (16): Su trágica historia recorrió el país y causó en Maschwitz una conmoción similar a la del caso de Martín Scaldafferro. Fue secuestrado cuando volvía de una fiesta de egresados en Costanera Norte. Sus captores lo mataron tras intentar escapar de la casa donde lo tenían cautivo, en Benavídez. Fue hallado a la vera de la ruta 6, en Campana, con dos balazos en la espalda.

2010 – Noviembre

Rubén Fangio (42) y Darío García (46): Eran policías y fueron acribillados a balazos por una banda que intentó asaltar un camión de caudales del Banco Provincia, a la altura del kilómetro 38 de la Panamericana, en Garín.

2011 – Agosto

Mario Alzugaray (26): Dos delincuentes lo sorprendieron en la puerta de su casa, en Matheu, cuando volvía de cenar con dos amigos. Le robaron la billetera y el celular y lo mataron de un balazo en el tórax.

 

2012 – Enero

Noemí Condori (27): Dos ladrones entraron a robar de madrugada a su casa, en el barrio Villa Saboya de Matheu, y le dispararon a sangre fría en el pecho; también a su marido, Mario Quispe, que recibió dos balas en el brazo pero sobrevivió.

 

2012 – Enero

Nilda Villafañe (54): Falleció tres días después de recibir un balazo en la cabeza por proteger a su hijo, de 15 años, de dos delincuentes que entraron de madrugada a su casa, sobre la calle Lambaré, en Maschwitz. Tras el crimen, la familia de la mujer decidió mudarse.

2014 – Marzo

Juan Carlos López (15): Dos jóvenes le dispararon en la cabeza desde una motocicleta y sin mediar palabra mientras repartía tarjetas de una discoteca, a metros de su casa, en Roma y 2 de Abril, Garín.

 

2014 – Julio

Genaro Salvador Yapu (36): Fue ultimado de un disparo en la cabeza tras resistirse a un robo. Dos delincuentes sorprendieron al comerciante cuando llegaba en auto a su casa, en el barrio Lambertuchi.

2014 – Agosto

Fernando Escalón (31): Recibió un puntazo a la altura del hombro por parte de un delincuente que le quiso robar la moto sobre la calle Falco, en el barrio Baldi, cuando regresaba a su casa después del trabajo.

 

2014 – Septiembre

Paulino Viracocha (80): Fue salvajemente asesinado de cinco cuchilladas en el tórax y la espalda por dos delincuentes que ingresaron a su casa, en el barrio La Matilde de Garín, y la incendiaron antes de escapar.

2014 – Noviembre

Abraham García (17): Recibió un balazo en el abdomen en un forcejeo con dos delincuentes que entraron a robar a la verdulería de su familia, en la esquina de Don Bosco y Colón, en Belén de Escobar.

2014 – Diciembre

Eduardo Merigliano (53): Era remisero y regresaba de un viaje al barrio Amad, en Garín, cuando dos delincuentes que circulaban en una moto robada lo interceptaron, quiso huir y recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza.

 

2015 – Abril

Emmanuel Ponce de León (24): Fue asesinado de un disparo en el pecho al resistirse al robo de su motocicleta, con la que trabajaba de delivery, en el barrio Doña Justa de Ingeniero Maschwitz

 

2015 – Noviembre

Raúl Frattini (61): Dos adolescentes de 15 y 18 años lo ultimaron de un disparo en la nuca, delante de su esposa, mientras asaltaban su vivienda, también en el barrio Doña Justa.

2015 – Noviembre

Hugo Cardozo (18): Murió de un disparo en el hígado cuando tres delincuentes entraron a robar en la casa de su familia, en el barrio Stone de Belén de Escobar.

 

2016 – Abril

Paula Meléndez de Cufré (88): Falleció dos meses después de haber sido brutalmente golpeada por un depravado que la asaltó y trató de violarla en plena vía pública, sobre la calle Santiago del Estero, en Ingeniero Maschwitz.

 

2016 – Abril

Claudio Verón (38): El remisero lomaverdense fue asesinado por un pasajero que le asestó un disparo mortal en el pecho luego que se resistiera a ser robado al llegar a destino, en el barrio La Loma de Garín. Su cuerpo fue encontrado horas después en el baúl de su vehículo Fiat Siena gris.

 

2016 – Junio

Andrea Marilina Romero (14): Fue asesinada de un disparo cuando intentaba defender a su madre de una banda de encapuchados que ingresó a robar a su casa, en el barrio 1º de Julio de Matheu.

 

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