Dueño del vivero escobarense más antiguo, lleva toda una vida ligada a las plantas y las flores. Amante del automovilismo, la música clásica y los asados, dice que su paso por la política le dejó sinsabores y arriesga que Leandro Costa será el próximo intendente.

1 ¿Cómo surge el Vivero Hisaki?
Lo abre mi padre. Y fue el primero que tuvo Escobar. Viajó a Japón y allá vio estos negocios de plantas, cuando regresó, a los dos meses, me dijo: “Telmo, quiero poner un vivero en la casa”. Lo hizo, no podía estar sin hacer nada. Así empezó.

2 ¿Tiene idea de cuántas plantas tiene en el negocio?
La verdad que no. Es imposible saberlo, son miles. Hoy lo manejan mis hijas y yo hago acto de presencia, pongo la cara del japonés (risas).

3 ¿Cuáles son las más vendidas?
Los plantines, que son de temporada, y las plantas de parque.

4 ¿Cómo están las ventas?
Bien, la gente viene. Vale mucho la buena atención, la promoción boca a boca y el hecho de estar en internet.

5 ¿Tiene plantas preferidas?
Mi preferida es mi especialidad: la rosa. Mi padre me asesoraba y me decía que no la deje: “Hisaki y la rosa es un conjunto”, era su frase. Hoy el cultivo lo sigue mi hija, con la rosa miniatura.

6 ¿Cuál es el secreto para mantener un rosal en una casa?
La rosa se agarra todas las pestes. Pero si la planta es vigorosa no tiene que tener problemas y florece seguido.

7 ¿Usted fue el creador de la rosa negra que se presentó en la 37º Fiesta de la Flor?
No, el creador vino de Europa, de Holanda, y nosotros la trajimos a Escobar. También la rosa sin espinas fue un boom. Para mí no era algo que me llamara la atención, porque nunca le di bolilla a las espinas de las rosas. Pero tuvo mucha repercusión, hasta salimos en la tapa de Clarín.

8 ¿Cómo se logra que no tenga espinas?
La producen así genéticamente. Esa variedad la creó una firma francesa.

9 ¿Cómo surgió tener su propio Jardín Japonés detrás del vivero?
Porque mi padre y Alberto Ferrari Marín hicieron el Jardín Japonés de Escobar. Cuando el ingeniero Yasuo Inomata vino a la Argentina paró en mi casa; él hizo todo de nuevo el Jardín Japonés de Buenos Aires, le puso su sello. A mi papá le gustó y le pidió que le haga uno propio en casa. La gente lo visita mucho cuando viene al vivero.

10 ¿Usted también va?
Sí. Es para meditación. Cuando uno tiene que pensar en algo es una ayuda. Lo sigo usando porque apacigua. Se hacen al fondo para que lo disfrute el dueño de la casa.

11 ¿Qué recuerdos le quedaron de sus ocho años como presidente de la Fiesta de la Flor?
Me dio muchas satisfacciones. Fue una muy linda experiencia, porque me gustan las flores y fui uno de los fundadores. Uno la floricultura la lleva en el alma.

12 ¿Por qué cree que hoy ya no tiene la convocatoria de antes?
Porque las cosas se hacen repetitivas y no hay innovaciones. Así de simple. Se debería haber dedicado más al paisajismo. La gente compra un lote, hace su casa y quiere hacer un jardín lindo, saber de paisajismo. Yo lo hice un año, poniendo más paisajismo en los pabellones, pero tengo tanta suerte que de 21 días… ¡llovieron 15!

13 Le tocó la maldición gitana….
No… ¿¡qué maldición!? (risas)

14 ¿Por qué siempre llueve tanto en esas semanas?
Porque hay un cambio de clima y eso hace que el tiempo no esté estable.

15 ¿Que le agregaría a Escobar como Capital Nacional de la Flor?
Que se mantengan los espacios libres bien arreglados, algo que normalmente no pasa. Las plazas deben tener el sello de las flores, muchas plantas. Y que sean cosas didácticas para la gente, que se interese.

16 En 2013 la Fiesta de la Flor cumplió medio siglo, ¿piensa que llegará al centenario?
Es difícil, falta mucho. Cada vez las cosas se hacen más pesadas y el problema es que se hace en solo 21 días, habría que buscarle otros complementos. Una alternativa sería dividirla en varias etapas a lo largo del año, con semanas de distintas flores y después seguir con la fiesta convencional.

17 ¿Su paso por la política local ya es parte del pasado?
Sí. En 2005 y 2007 me postulé a concejal por el PRO, con Miguel Jobe. Pero no volví a intentarlo porque no me gusta la actuación de la política argentina. Me colmó. Quise que las cosas se hicieran mejor, pero no se puede. Es tan grande el aparato que es muy difícil remar juntos.

18 ¿Pero sigue simpatizando con el PRO?
Sí, me gusta. Macri puede llegar a ganar, ha dirigido varias instituciones y eso vale mucho, aunque le falta carisma.

19 ¿Qué opina del gobierno nacional?
No lo veo muy bien. Tiene cosas positivas, como la ayuda social, aunque habría que ver de dónde sacan la plata. Lo más negativo es que no tiene un rumbo fijo, una meta.

20 ¿Cómo ve a Escobar?
Mal, no me gusta. La urbanización es la principal falla de la ciudad, por eso tenemos todos los problemas de tránsito que tenemos. Está mal diagramada, tenemos veredas anchísimas y podríamos achicarlas para hacer avenidas doble mano.

21 ¿A quién ve como futuro intendente en octubre?
A Leandro Costa, porque es nativo de Escobar. No me vengan con “Acero” Cali y los que no son de acá. A la política hay que sentirla.

22 Yendo a sus gustos, ¿un hobby?
Ir a ver automovilismo. Me gustaba la Fórmula 1, aunque ahora no es la de antes. Yo era hincha de Juan Manuel Fangio.

23 ¿Una comida preferida?
El asado completo, con buenas achuras.

24 ¿Qué música le gusta?
La clásica, para mí es un sedante.

25 ¿Cuántas horas duerme?
Entre 8 y 10 horas, duermo bien.

26 ¿Qué es lo último que hace antes de acostarse?
Leer, me gusta mucho.

27 ¿Qué le gustaría dejar de hacer porque lo irrita?
Ir al banco.

28 ¿La mejor película que vio?
La princesa que quería vivir, pero no soy muy amante del cine.

29 ¿Su mayor alegría?
Mis nietos, tengo seis.

30 ¿Su decepción más grande?
Cuando las cosas no van como uno quiere.

31 ¿El mayor gusto que se dio en su vida?
Ser presidente de la Fiesta de la Flor. Fue una satisfacción grande. Como soy socio fundador, para mí fue como llegar a la cima.

32 ¿Cómo le gustaría que lo recuerden?
Como un buen tipo.

FICHA PERSONAL

Telmo Hisaki nació en Belén de Escobar el 13 de agosto de 1936. Hace 55 años está casado con Marta Giussani, con quien tuvo tres hijas: Iris, Violeta y Margarita. “Todas con nombres de flores, se dio así”, señala. Además, es abuelo de seis nietos. Es miembro fundador de la Fiesta Nacional de la Flor, de la que fue presidente entre 1996 y 2004. Toda su vida se dedicó a la producción de plantas y hoy sus hijas siguen el mismo camino en su vivero: el primero que tuvo la ciudad. Simple, gentil y apacible, cualidades de un hombre enamorado de las flores.

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