Es el mayor exponente escobarense del periodismo. Trabajó más de 15 años en Clarín y ganó un premio internacional por una investigación sobre coimas policiales. Hoy es editor general de un portal y afirma: “Me motiva darle espacio a los que no tienen lugar”.

En una profesión que generalmente es poco valorada, Javier Drovetto (41) es el fiel reflejo de que se puede brillar a fuerza de dedicación, esfuerzo y profesionalismo. Dueño de una “pluma” audaz y afilada, trata temas que muchas veces no están en la agenda de los grandes medios ni reciben un tratamiento serio y profundo: la pobreza, los presos, el medio ambiente o la desigualdad. Se abrió su propio camino y hoy tiene el placer de vivir haciendo lo que más le gusta: escribir notas y liderar una redacción periodística.

“Sinceramente, no sé por qué soy periodista. Tengo dos recuerdos de mi adolescencia relacionados: uno es que en la secundaria devoraba Página 12, y el otro es que tenía un programa de actualidad en la radio Cir Color, de Escobar. Esos serían mis dos antecedentes con la comunicación”, le cuenta a DIA 32, que lo entrevistó para saber más acerca de su labor en los medios.

-¿Recordás cuál fue tu primera nota publicada?
-En 1999 fui pasante en Clarín y cubría partidos de Primera B y C. Iba mucho a Armenio y después pasaba por teléfono los informes. La primera vez que pude firmar una nota fue cubriendo un partido de Tigre, que en la semana había sido amenazado por la barra, y salió en el Clarín del domingo.

-¿Y tu primer trabajo como periodista contratado?
-Después de haber hecho la pasantía en Clarín me vuelven a llamar para ofrecerme un contrato a término para hacer un anuario de camionetas 4×4 que salía junto al suplemento Autos. Tenía 20 años, no sabía manejar ni tenía registro y tenía que hacer diez fichas de camionetas, describiéndolas y contando sus características. Después de eso me contrataron para ser periodista de planta.

-¿Cómo fuiste volcándote del periodismo deportivo al de investigación?
-Estudié en DeporTea y mi trabajo final fue una investigación sobre pago de sobreprecios y desvío de fondos durante la gobernación de Eduardo Duhalde, por prestaciones en los Torneos Juveniles Bonaerenses. Desde mi génesis siempre me gustó más lo social que lo deportivo. También llegué a cubrir las prácticas de River para el diario, me encantaron, pero me fastidiaba perseguir a los jugadores para que te den una nota.

-¿Sentís que fuiste incorporando cosas y perdiendo otras con el paso del tiempo?
-Vivo del periodismo hace 21 años. Hoy trabajo con otra velocidad, con más capacidad para producir, para llegar al nudo más rápido. También mejoré mucho la escritura, la capacidad de crear una historia. Incorporé templanza para no aventurarme, no comprar primeras versiones. Quizá en el último año perdí espacio para escribir porque estoy como editor general y eso hace que coordine equipos. Mi satisfacción es que mis periodistas logren el mejor contenido posible.

-¿Cuál es tu mayor motivación a la hora de investigar y escribir una nota?

-Exponer injusticias. Siempre me motivó la posibilidad de darle espacio a comunidades que no tienen lugar en los medios. Esa es mi zanahoria. En los últimos años he contado sobre pueblos originarios despojados de sus territorios y en situación de pobreza. También que el perfil del preso promedio argentino es ser pobre, adolescente, no haber terminado la primaria y en algún momento haber vivido en la calle. Siempre busco dignificar y jerarquizar el rol del periodista.

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-¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Clarín tanto tiempo?
-Muy buena, estuve casi 17 años. Me formé como periodista, tuve grandes maestros y editores. Quizá me sobraron dos años, porque en ese lapso estuve pensando en qué proyecto podía embarcarme. Me agarró la pelea entre el Grupo Clarín y el gobierno kirchnerista y el ambiente no era el mejor. Había cumplido un ciclo y no quería el día de mañana contarle a un futuro hijo que solo trabajé en Clarín. Pero me quedan los mejores recuerdos y ahí conocí a mi novia, Agustina Heb.

-¿Te generó algún dilema moral trabajar en Clarín en algún momento?
-No, siempre trabajé en mis enfoques y con la misma transparencia y honestidad. Me sentí incómodo conmigo mismo cuando me di cuenta que necesitaba hacer otra cosa, algo más independiente, elegir otras temáticas y Clarín ya no era ese espacio. Pero el día de mañana no descarto que lo pueda ser.

-¿Coincidís en que hoy las redes sociales ocupan un lugar que antes era exclusivo de los medios de comunicación?
-Sí, y creo que ese lugar que ganaron ayudó a agravar la crisis de los medios. La sociedad busca la información en las redes y todos los medios tienen su espacio en ellas, igual que los periodistas que se han convertido en grandes comunicadores a través de las redes. Muchas personas conocen el laburo mío y lo valoran porque me siguen en redes sociales y no tienen idea de dónde estoy publicando.

-¿Cómo ves a los grandes medios en el país?
-En una gran encerrona, en una gran crisis, por el modelo de negocio. La mayoría dan pérdida. La sociedad se creó un hábito que es no querer pagar por información, y ahí también tienen que ver las redes y la irrupción de los sitios web. Los medios del mundo están en esa crisis de ver cómo cobrarle a la audiencia porque la publicidad ya no alcanza para bancar las redacciones.

-¿Seguís algo del periodismo escobarense?
-Admiro a los emprendedores que sostienen durante años medios locales con la dificultad que implica ser independientes. No sigo tantos medios de Escobar, pero conozco el laburo de Ciro Yacuzzi, tanto en su web como en la revista, y también a algunos periodistas que trabajan con él. Para saber algo me vuelco a esos medios, porque sé quiénes los hacen.

-¿Tenés algún proyecto en mente para un futuro cercano?
-Me gustaría que un medio como en el que estoy (redacción.com.ar) pudiese trabajar con otros de toda América Latina. Con las mismas características, emergentes, innovadores, para formar una red que jerarquice el periodismo independiente y participativo, que escucha a sus audiencias y se enfoca en soluciones para hacer una sociedad más justa.

FICHA PERSONAL

Una trayectoria en las grandes ligas

Javier «Colo» Drovetto nació el 11 de marzo de 1979 en Capital. Es el quinto hijo varón de Juan Carlos Drovetto y Lucrecia Monsalve. Al igual que sus cinco hermanos y su padre, es hincha de Ferrocarril Oeste. Se recibió de periodista deportivo en la Escuela DeporTea y escribió en varios medios: los diarios Clarín y La Nación y las revistas Brando y Pymes, entre otras publicaciones. Es docente y titular de cátedra en la Escuela de Comunicación ETER. En 2008 ganó el premio Rey de España por su nota Viaje por la ruta 14, un camino interrumpido por las coimas, donde descubrió una organización ilícita liderada por la policía de Entre Ríos para coimear a automovilistas y camioneros que ingresaban desde Brasil. La escribió junto a un colega de ese país. Actualmente es editor general del sitio web redacción.com.ar. “Es una comunidad de periodistas, emprendedores, comunicadores, innovadores sociales, lectores y miembros movilizados por construir un periodismo abierto, participativo y constructivo que impacte en la realidad”, afirma.

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