Percusionista, baterista y profesor de danzas folklóricas, su primer álbum compila obras inéditas de otros artistas escobarenses, con quienes las grabó. “Es un disco solista con mucha gente”, señala.

Por MARTIN POZZO
Director de revista La Negra

El primer disco de Leandro Barreto (34) se llama DMI (Documento Musical de Identidad) y es un registro de la historia artística que le tocó compartir en los últimos 15 años. A lo largo de este material discográfico, producido por él, se encuentran obras inéditas de diversos cantantes escobarenses.

“Es un disco solista con mucha gente. Me puse la mochila de este emprendimiento y lo saqué de viaje”, cuenta el percusionista, baterista y profesor de danzas folklóricas sobre su ópera prima, que contiene diez canciones con una gran variedad de sonidos y ritmos de Argentina y Latinoamérica.

El abanico musical que convive en DMI tiene la particularidad de contar con distintas formaciones en cada tema y con improntas personales que cada grupo de intérpretes le otorga.

“Los temas no los compuse yo, pero sí son míos, porque son parte de la historia de la música, desde mis inicios. Todos los temas son inéditos. Cada canción tiene una carga emocional distinta, compartida con distintos músicos, en distintas etapas de mi vida”, explica el artista, radicado en Matheu, sobre el concepto del disco.

“Es muy emocionante lo que pasó. Lejos del egoísmo de sentir que tomé estas composiciones y las hice mías, todos los que participaron del disco se pusieron muy contentos, éramos un montón de gente en el estudio”, recuerda, gratificado.

A lo largo de su labor docente, Barreto presentó diversos proyectos pedagógicos, entre ellos “Lectura musical” (narra la evolución de los instrumentos a través de la historia), y la creación de la puesta teatral y musical “Ellas Latinoamérica”, un homenaje a las mujeres de la cultura y la lucha por la independencia de nuestro continente.

Durante su carrera participó en la grabación de los discos Salamanca (2002), de Salamanca; Ellas Latinoamérica (2013), de Ellas Latinoamérica; Inmaterial (2014), de Tackellus; Luna Madre (2015), de Ellas Latinoamérica; Andando (2017), de Facundo Mocoroa; Talentos de Familia (2017), de Familia Pérez; Alumbramiento (2018), de Joaquín Peduzzi; y Mi voz en el viento (2018), de Ignacio Journé (también produjo el material). Próximamente se editarán los discos de Sopa de Gaviotas (conjunto vocal femenino) y de Juano Siembra (cantautor), donde también interviene.

Como músico sesionista, acompañó a diversos artistas de la escena folklórica local y nacional (Federico Pecchia, Facundo Mocoroa, Claudio Sosa, Federico Toledo, Ce Suárez Paz, Federico Rosso, entre otros) en escenarios tan importantes como el Festival Nacional de Música Popular Argentina de Baradero, el Centro Cultural Kirchner, Caras y Caretas y Niceto Club, así como Entre Ríos y Mendoza.

Actualmente, Barreto está presentando en formato cuarteto y octeto sus propias composiciones, fiel a su estilo renovador en los sonidos orquestales, que lo caracterizó en casi dos décadas con la música. Lo acompañan Ignacio Journé (voz y guitarra), Martín Koiffman (bajo), Joaquín Carvajal (bandoneón), Mariano Herrera (vientos), Cesar Aguilera (flauta traversa), Sofía Kusznir (voz), Daniel Reynoso (voz) y Diego Frías (instrumentos andinos).

Por todo su impulso, se divisa a la brevedad el próximo trabajo discográfico, ya como cantautor. “Llega un momento que no es más folklore, es música, algunas cosas folklóricas son tradicionales y muchas otras son fusión”, concluye el responsable de un disco que ya se convirtió en un tesoro de gran valor cultural.

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