Télam Buenos Aires, 21/08/2008 El diputado kirchnerista bonaerense Jorge Alberto Landau, aporta datos durante su exposición en el debate sobre la reestatización de Aerolíneas Argentinas en el recinto de la Cámara Baja. Foto Roman von Eckstein/Télam/cl

El diputado nacional del PJ responsabilizó a la clase dirigente local de los males del distrito y afirmó que ahora se está “en una transición” postpattismo. También analizó la gestión de Guzmán y el rol de la oposición.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

A once años de aquel trunco sueño de suceder en la Intendencia a Luis Patti, a quien durante ocho meses suplantó interinamente pero con impronta propia. Jorge Landau sigue siendo un hombre determinante en la escena política local. Y cuando hace declaraciones se priva de poco. Así como toma distancia de Sandro Guzmán a la vez que lo respalda, o evoca su afecto por Eduardo Duhalde sin privarse de cuestionarlo, mete el bisturí a fondo al analizar el comportamiento de la clase dirigente escobarense, en una entrevista con DIA 32 que dejó un puñado de definiciones para reflexionar.

¿Se animaría a decir que la forma de llevar la gestión de gobierno por parte de Sandro Guzmán representa mayoritariamente los intereses, gustos y necesidades de la población escobarense?

Las elecciones son la encuesta más certera. Si me tengo que guiar por el comportamiento del mes de junio, se advierte que tuvo una buena aceptación de la población y buena llegada a la gente. Ahora han pasado varios meses y creo que él siguió en una inercia que es comprensible. Si actuando de esa manera le fue bien, que siga gobernando así es una actitud muy humana. Yo tengo un temperamento diferente, pero aprendí que las cosas no se dan como uno quisiera sino con el ritmo que la propia realidad impone.

¿Sobre qué aspectos le gustaría que el gobierno municipal tuviera un poco más de punch?

Me gustaría que sea más innovador en las distintas áreas, pero es un problema de temperamento personal. Cuando me tocó ser intendente traté de hacer en poco tiempo montones de cosas, porque era la única oportunidad que tenía de cambiar la sociedad. Si tengo en mis manos las palancas para poderlo hacer, soy de la idea de im­primirle todo el ritmo posible, pero respetuoso las formas que tiene el intendente. Además, le ha dado resultado. ¡A ver si lo convenzo de que cambie y le va mal!

El eslogan oficial dice que “Escobar es más que nunca”, ¿usted qué opina?

Estamos en una transición. Mucha gente que acompaña a Sandro viene de estar con Patti y eso no es lo más adecuado para tener un gobierno justicialista como uno quisiera. Durante todos estos años hemos tenido mucho enfrentamiento interno en Escobar, en general incentivado por Patti, y antes por la gente de Valle. Santroni, Angioi y todo el gobierno anterior. Vivimos de enfrentamiento en enfrentamiento y eso perjudicó mucho al pueblo de Escobar. Nos quedamos enredados en peleas internas mientras se nos iba la vida y se nos escapaban las oportunidades: Ford, el parque industrial que Mariano Oks terminó instalando en Pilar, el centro regional que queríamos desarrollar acá y que también se empieza a hacer allá, Toyota, los tribunales Siempre están las oportunidades y Escobar las pierde.

Ahora, echarle la culpa a la dirigencia política es muy fácil, pero lo que falla es la clase dirigente de Escobar, porque estas oportunidades se pierden por la falta colectiva de visión estratégica de lo que se quiere. ¿Por qué crecen Campana, Pilar y Tigre? Porque analizaron y fortalecieron sus potencialidades, no sus debilidades, y desarrollaron un proyecto estratégico. Cuando traje la UBA y el centro de Escobar me hizo un vacío, me dijeron: “Estuvimos cuarenta años sin universidad, podemos estar cuarenta años más”. Y así piensa la clase dirigente de Escobar. Entonces endilgarle y exigirle a Sandro que plantee otra cosa también tiene el riesgo de que se quede solo.

¿Cómo se tuerce esta tendencia histórica de la que habla?

Tiene que haber una dirigencia dispuesta a cambiar. Hasta que no exista un movimiento de otras características en la sociedad de Escobar, una toma de conciencia diferente de qué es lo que se quiere y hacia dónde se avanza, va a ser muy difícil plantear cuestiones hacia el futuro. Si no surge un movimiento de estas características. es muy difícil cambiar la realidad. Con la venida de Sandro al peronismo tratamos de saldar las heridas de los enfrentamientos que mencioné antes y trabajar más pacíficamente. Es una forma diferente de hacer las cosas, menos salvaje y menos destructiva. Si nos dedicamos a destruir esa fórmula de convivencia, no vamos a hacerle un bien al funcionamiento de Escobar. Al contrario, tomemos esto como una transición para proponer hacia el futuro un proyecto estratégico y no pensar que sería más conveniente anexar a Escobar a otro municipio para que nos vaya mejor.

¿Está en su ánimo volver a ser intendente o da por definitivamente cerrado ese capitulo?

No lo descarto, pero la realidad es que uno se guía por la inercia de los acontecimientos. Nunca me propuse ser diputado, hasta que un día Duhalde me puso en la lista. Mi función ahora es tratar de ayudar a que el Municipio sea cada vez más justicialista, que haya un puente entre el gobierno y la gente. El futuro dirá, pero mi idea es seguir haciendo lo que estoy haciendo, no pienso en otra cosa. Sandro me ha dicho que su intención es seguir, así que mi idea es apoyarlo en su gestión. Nos costó mucho construir la unidad con él y yo no la voy a romper.

¿Coincide con que en Escobar hay bloques minoritarios pero no existe oposición parlamentaria?

No está estructurada fuertemente, pero aparecerá cuando nos acerquemos a las elecciones, con candidatos tratando de colgarse de un opositor nacional para ver si lo puede subir a la ola y, en un golpe de magia, depositarlo en el sillón de intendente.

¿Y no es nocivo y hasta antinatural que en el ínterin no se haya una oposición real?

Y si, claro. Lo que estoy planteando de la clase dirigente de Escobar comprende tanto al peronismo como a los partidos de oposición.

Pero ahora el paisaje político es particularmente monocolor…

Con Patti hemos vivido una locura, metió a todo el mundo en una burbuja haciéndole creer que iba a ser gobernador, presidente, y en la parábola terminó preso. Esa locura de creer que Escobar estaba elegido para ser el centro del universo lo terminó destruyendo todo. Que tengamos un período de calma, de tranquilidad y gris, si se quiere, a lo mejor no está tan mal. Es el otro término dialéctico que tiene esa realidad: de la locura pasamos a la tranquilidad. Ya Silvio González era un poco eso. Y a lo mejor está bien que sea así. Aunque yo quisiera que fuera diferente, ese es un espejo al que tenemos que mirarnos siempre, pero por lo malo.

Garín partido, pulgar abajo

“La división de un municipio siempre es buena en tanto permite proximidad de la gestión con la gente, mejor control y funcionamiento. Ahora, armarlo para tener más concejales me parece un disparate Con Lezama y Chascomús se cometió un error, porque se cedió a la extorsión de los vecinos sobre la ruta 2 Con el mismo criterio cortamos la Panamericana para que se independice Garín. Pero no creo que se pueda concretar, no es esa la tendencia del gobierno provincial»

Definiciones


De Eduardo Duhalde: “Le tengo un afecto personal muy grande pero creo que debió haberse retirado como presidente de la Nación y ser un hombre de consulta. Verlo en esa foto en andas no me gusta. Me da la sensación de que es como mandar el reloj para atrás”.

De CFK: “La conocí personalmente cuando teníamos la batalla contra Menem, en 2003, y desde aquel momento tengo una muy buena relación. Comencé a ser secretario de los congresos nacionales por ella, como una especie de intermediario confiable Algunas veces me llama, pero no soy de los que va a Olivos a charlar ni formo parte de la mesa chica”.

De Elisa Carrió: “Sabiendo deliberadamente que eso no es así, larga comentarios como que los decretos de necesidad y urgencia son nulos de nulidad absoluta para armar con eso un eje político. Me debiera producir irritación, pero a esta altura aprendí cuáles son los códigos que se utilizan en la política y los sustraigo, aunque no los comparto”.

De Luis Patti: “Su primera época fue buena, pero el saldo, que es lo que importa, es que ha sido malo para Escobar, lo atrasó terriblemente. No quería formación política de ningún tipo, quería empleados, y eso fue destruyendo la gestión”.

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