Pasaron 18 meses desde el anuncio presidencial, pero el terreno donde se debería construir sigue siendo un pastizal sin ladrillos. Desde el Municipio aseguran que se están agotando los pasos previos a la licitación de la obra.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

En los albores de su 117° aniversario, Garín y su gente siguen esperando, pacientes, ilusionados, una concreción largamente anhelada y de real trascendencia para la población: la construcción del Hospital del Bicentenario, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció aquel viernes 17 de octubre de 2008. Pasaron ya 18 meses, y faltan apenas semanas para el 25 de Mayo, pero del sanatorio todavía no se vio ni un ladrillo. Tanta demora, como efecto lógico, dio paso a una creciente desconfianza de la ciudadanía, curtida en decepciones por promesas políticas que no se materializan. Sin embargo, desde la Secretaria de Salud del Municipio aseguraron a DIA 32 que el proyecto se encuentra encaminado y que la obra estará iniciándose en el curso de 2010.

Las razones oficiales

“Una obra no empieza 24 horas después del anuncio”, señaló al ser consultado sobre las demoras el secretario de Salud de la Comuna, Matías Bertol. Y aseguró: “Ya está todo pensado para que la obra empiece antes de fin de año”. Su conflanza se basa en que están terminando de confeccionarse los pliegos de bases y condiciones para licitar la construcción, según informó.

Cierto es que este tipo de proyectos suelen enmarañarse en las redes de la burocracia, pero otros municipios contemplados en el programa de los siete nuevos hospitales del Bicentenario le sacaron varios cuerpos de ventaja a Escobar.

En junio del año pasado, por ejemplo, Ituzaingó ya había llamado a licitación y estaba evaluando las ofertas de las empresas constructoras. Tres meses después, Esteban Echeverría se encontraba a la misma altura del proceso. En Laferrere y Rafael Castillo la obra está en plena ejecución. Sin embargo, en Escobar ni siquiera se llegó a colocar la piedra fundamental en diciembre del año pasado, como se había anunciado en junio.

Solo la comuna de Paraná (Entre Ríos) va todavía más atrasada: recién está autorizando la compra de un terreno para la edificación del hospital.

¿Dónde está la traba, el escollo principal?, le preguntó DIA 32 a Bertol.

La fuente de financiamiento es PAMI, y si bien la partida está afectada, destrabarla es difícil. Pero esa etapa ya viene avanzando muy bien, porque se está llegando a la instancia de liberación de los recursos. Nosotros, desde el Municipio, ya compramos el terreno, hicimos las escrituras, tenemos el proyecto de obra hecho y ahora se está armando el pliego de bases y condiciones, con la idea de estar licitando la obra a más tardar en mayo. Todas estas son cuestiones técnicas que no se explican cuando se hace un anuncio, por eso la gente se pregunta qué está pasando. Pero se avanzó mu­chísimo.

Memoria técnica

El nuevo hospital está planteado como un establecimiento polivalente de segundo nivel de complejidad, con el objetivo primordial de articular con el primer nivel de atención y colaborar así con la red asistencial.

En sus aproximadamente 22.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en dos plantas, el futuro complejo de salud aportará 150 camas de internación, diferenciadas en terapia intensiva para adultos y recién nacidos (neonatal), terapia intermedia e internación de cuidados progresivos. Además, estará equipado para la atención ambulatoria programada y de urgencia materno infantil y de adultos. También se desarrollarán cirugías ambulatorias y programadas, generales y traumatológicas. Contará con unidades de tratamiento obstétrico de modalidad UTPR (Unidades de Trabajo de Parto y Recuperación conjunta) para la atención integral de la embarazada, complementada con quirófanos para cesáreas.

Asimismo, brindará atención en laboratorio de pacientes ambulatorios programados de guardia y de internación, diagnóstico por imágenes (radiología simple y contrastada, mamografía, ecografía y tomografía), tratamientos físicos y kinésicos y otros estudios como ecocardiogramas, electroencefalografías, ergometrias, espirometrías y audiometrías.

Su localización será en un predio ubicado sobre la calle Almirante Brown, entre Rodríguez Peña y Quinteros, accesible desde los dos ramales de la autopista Panamericana y también de fácil y rápida llegada para las comunidades de Maquinista Savio y 24 de Febrero.

El costo de toda esa infraestructura sanitaria orillaría los 130 millones de pesos, lo que equivale a casi seis mil pesos el metro cuadrado, que pagará el gobierno nacional con reasignaciones presupuestarias de PAMI.

El plazo previsto para la entrega de las llaves es de 180 días, a partir del inicio de los trabajos de construcción.

El viejo hospital

Apenas se conoció que el distrito tendría un segundo nosocomio, las miradas se posaron sobre la esquina de Tapia de Cruz y Gelves, donde funciona el hospital provincial Enrique Erill. Las dudas sobre su continuidad como tal fueron alimentadas por el ex ministro de Salud provincial, Claudio Zin, con declaraciones poco precisas ante un par de periodistas locales, en 2008, en una visita protocolar a Garín. “Será un gran centro materno infantil”, soltó el funcionario, de quien con ninguna pregunta fue posible conocer mayores detalles.

La incertidumbre sobre el futuro del hospital de Belén de Escobar se fue acrecentando a tal punto que el intendente Sandro Guzmán debió atender más de una audiencia por este tema. Según quienes lo consultaron, les dijo que no hay motivos para preocuparse, ya que el Erill seguirá siendo el hospital zonal de agudos que es actualmente.

“Si bien se pensó en transformarlo en materno infantil, eso no implicaba que no tenga el resto de los servicios, como traumatología y guardias médicas. Era un proyecto que en algún momento se charló, pero al día de hoy la idea es trabajar con dos hospitales”, afirmó Bertol.

En esa línea, el titular de la cartera sanitaria municipal destacó que el Erill “se verá descomprimido y podrá mejorar sus prestaciones” una vez que el hospital del Bicentenario esté en funcionamiento. “Tendremos en el distrito dos centros polivalentes, uno de mayor complejidad y otro que va a apuntar más a la atención primaria, pero que va a tener la cobertura de los demás servicios”, garantizó.

Ojo por ojo, diente por diente

Paralelamente al impacto que representará para el sistema de salud pública local la apertura de un segundo hospital, desde la Secretaria de Salud de la Comuna se están desarrollando dos proyectos que apuntan a reforzar la cobertura del primer nivel de atención. Se trata de un hospital oftalmológico, que se construirá al lado del polideportivo municipal de Garín, sobre el boulevard Perón, y un centro odontológico de alta complejidad en Maschwitz, entre el ACA y el Sindicato de Gastronómicos, en la Colectora Oeste.

“Así quedará equilibrado el sistema con los tres niveles jerárquicos de atención, con lo cual no se va a colapsar una única estructura sanitaria, como ocurre ahora con el hospital Erill, que no da respuestas y vierte la sobredemanda al resto de los centros de salud”, graficó Bertol.

La construcción del sanatorio de la vista comenzaría “a mediados del segundo semestre de este año y demandará entre 5 y 7 meses”, señaló Bertol. Para el nuevo centro de odontología, que incluirá prestaciones de mayor complejidad al inaugurado en 2007 al lado de la Secretaría de Salud, los plazos son más cortos. “En 120 días tendría que estar trabajando”, afirmó el funcionario.

En ambos la atención en todos los servicios será gratuita. Según las proyecciones oficiales, sólo se recuperaría la mitad del gasto a través del recobro a las obras sociales, ya que el 50% de los pacientes potenciales no tendría cobertura médica.

Metas cumplidas

La gestión iniciada por el dentista Bertol a principios de 2009 se anotó el primer poroto grueso al municipalizar el servicio de emergencias médicas. Durante el mismo periodo también se inauguró el Centro de Rehabilitación Temprana de Matheu, en un proyecto conjunto con Fleni que ya había iniciado la anterior administración de gobierno.

Ahora, en el horizonte hasta diciembre de 2011, la meta más relevante para cerrar el círculo es materializar los ya mencionados proyectos del nuevo hospital y los centros municipales de oftalmoiogía y odontología.

“Hay un montón de cosas más para hacer, pero si logramos terminar estos primeros cuatro años con este nivel operativo estaríamos conceptualmente muy conformes, teniendo el piso de gestión que tomamos. Además, eso nos permitiría potencializar una segunda etapa”, deslizó pensando más allá del actual mandato de Guzmán.

Convenios y confusiones

A horas de las elecciones de junio pasado, la hasta entonces ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña, compartió un acto en AFUG con el intendente Sandro Guzmán, donde firmaron el convenio para la construcción del hospital En su discurso. Ocaña informó que el mismo tendría “250 camas y la tecnología necesaria y adecuada para atender esa demanda”. Pero la actual información oficial habla de 150 colchones.

“No sé por qué Ocaña habló de 250 Yo nunca recibí un paper que dijera eso. No sé de dónde salió», respondió sobre la diferencia Matías Bertol.

En ese mismo acto, también se refrendó un convenio entre el Municipio y la Secretaria de Obras Públicas de la Nación para dotar de infraestructura a la zona adyacente del futuro hospital. Las mejoras consistirían en la pavimentación y repavimentación de calles perimetrales y accesos, saneamiento hidráulico y provisión de gas. agua corriente y cloacas. Todo por una inversión de $ 18,9 millones. A la fecha, tampoco esta parte se ha materializado.

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