Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
Tan introvertido para hablar como audaz para jugar, así es Noé Sotelo. Oriundo de Ingeniero Maschwitz, es el diamante en bruto del Círculo de Ajedrez de Escobar (CAE). Elogiado por todos, no deja de sorprender en cada partida que disputa, capaz de hacer jugadas imposibles para los grandes pero normales para él, que las ejecuta como ninguno.
Llegó al Círculo conociendo el “juego ciencia” a través de su padre y después de la visita del profesor Edgardo Cavagna a la EGB Nº 13, donde Sotelo cursa sus estudios primarios. Rápido para pensar, quienes saben del tema dicen que su principal cualidad es que razona como un adulto y que calcula las jugadas de manera admirable. Empezó en los torneos del Círculo participando en la cuarta categoría, fue logrando ascensos y al cierre de esta edición estaba a punto de subir a primera, después de haberles ganado a reconocidos y experimentados ajedrecistas escobarenses.
Cavagna, actual presidente del CAE y uno de los que más conocen a Noé, le contó a DIA 32 sobre los inicios, el gran presente y el inmejorable futuro del chico, un fenómeno en la difícil tarea de dar jaque mate. “Noé arrancó en nuestra escuela a los 7 años. En ese momento teníamos como profesor al maestro internacional Rodolfo Garbarino, ‘zorro viejo’, que enseguida le echó el ojo. Nos dijo que tenía muchas condiciones, que sería conveniente separarlo del grupo de principiantes y apuntalarlo para una alta competencia”.
La hora de competir
En 2007, Noé Sotelo disputó la final Argentina en Junín, donde demostró sus conocimientos con un cuarto puesto en el Sub-10, entre doce participantes. “Yo hablé con los padres y les dije que ellos debían decidir si les interesaba que Noé compita, porque él va ir creciendo y nosotros no queremos crearle falsas expectativas”, planteó Cavagna. Ellos no están en condiciones económicas de ayudarlo, así que más de una vez hemos ‘mangueado’ a la Municipalidad y a distintas personas. Es un problema, porque le creas la esperanza de que va a competir y resulta que si no hay plata el chico no puede viajar”.
Futuro promisorio
“Este chico puede llegar a Maestro Internacional tranquilamente, es lo que nosotros quisiéramos algún día para Escobar. Las condiciones están dadas: tiene pasta, condiciones, le gusta y es un ajedrecista nato, por más que sea chiquito. Ya tiene el ‘bichito’ del ajedrez adentro y no lo larga nunca más. Hay que seguir apuntándolo, lo que pasa es que nosotros económicamente no podemos solos, no nos da el cuero. Este no es un club grande, es un círculo chico con 100 socios y de esos cien la mitad no paga, como en todos lados. Siempre les digo a los jugadores de primera que no pueden venir a jugar una vez al año y nada más, que vengan a dar una manito. Si no vamos a terminar como la película Luna de Avellaneda”, resumió el presidente del Círculo, tan crudo como realista en su análisis.
¿Qué tiene de distinto Noé a los de su edad?
Su mayor virtud como ajedrecista es que razona como una persona grande, es muy buen calculador.
El sueño de Noe Sotelo
¿Cómo empezaste?
Mi papá me enseñó a mover las piezas y me empezó a gustar.
¿Qué te atrae del ajedrez?
Que hay que pensar.
¿Cuál es tu táctica?
Estudiar, yo estudio casi todos los días…
¿Te gustaría seguir jugando de grande?
Sí, a veces sueño que soy gran maestro…
¿Crees que vas a llegar a serlo?
Sí, creo que sí.
¿Tus compañeros de escuela qué te dicen?, ¿saben que jugás?
Algunos saben y dicen que es aburrido, pero a mí me gusta.