Con solo 13 años, es la nadadora escobarense con más futuro. Fue elegida “mejor deportista” de su club en 2011 y sueña con llegar a los Juegos Olímpicos. Una gran promesa bajo el agua.

Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web

Simpática, extrovertida y fresca. Así es Candela Nieves, la joven nadadora federada de Independiente de Escobar (CAIDE) que asoma como gran promesa de la institución verdinegra. Primera a la hora de entrenar, cuentan sus profesores que no afloja nunca. Y ese es uno de los secretos de su éxito. Aunque el inicio de su historia en el agua se remonta a una década atrás.

“Empecé a nadar a los 3 años, para hacer un deporte. Nunca hubiera esperado llegar a competir, me fui formando de a poco. Vinimos a Independiente porque es el club del barrio y como mis papás también iban a empezar a nadar arrancamos todos juntos. Al principio me costaba, estaba todo el día a upa del profesor, Sergio (Carlucci). Me daba mucho miedo. Después me fui acostumbrando al agua”, revela Candela al repasar sus inicios.

Cuando tenía 10 años entró en el pre-equipo, el paso previo a ser federada. Y aprendió desde la adversidad. “Al principio no ganaba nada, siempre salía última y mis tiempos eran malísimos. Después, entrenando cada vez más, me fui perfeccionando y hace dos años que pasé a federados”, cuenta a DIA 32 con total sinceridad.

Poco a poco sus entrenadores la fueron llevando a distintas competencias y así llegaron las primeras medallas, unas con más valor que otras, según Candela: “En mi primer torneo corrí los 25 metros croll y a todos le daban medalla, así que me traje una yo también. Pero mis tiempos eran muy altos. Mis papás me iban a apoyar y yo les decía ‘no vayan, que van a pasar vergüenza, si siempre estoy última’. Mi primer podio fue un tercer puesto en los 50 metros pecho de la categoría Promocional. Cuando me dijeron que había ganado una medalla estaba muy contenta”.

¿Cuál fue el secreto para mejorar tanto? “Entrenar, entrenar y nunca dejar. Pensar ‘ahora soy mala, pero tengo que entrenar más para llegar’. No hay que bajonearse”.

El despegue definitivo

El año pasado Candela tuvo su mejor rendimiento y empezó a demostrar que las pruebas que mejor le sientan son las de estilo pecho, en distancias largas. “Es mi especialidad, nunca gané algo en otra cosa”. Y en el torneo provincial de Miramar se terminó de definir que ese era su estilo. “Fue mi mejor torneo, gané tres medallas; fui 3º en los 50, 2º en los 100 y 1º en los 200 metros”.

Candela se volcó a la natación porque sus padres también empezaron a practicar y hoy ellos son el principal sostén anímico si las cosas no salen tan bien. “Me apoyan mucho, cuando no me va bien me incentivan y me dicen que no deje. A veces me dan ganas de dejar el deporte porque un poco cansa, pero mi familia me apoya y nunca deja que me ponga mal”, afirma la nadadora, que del 16 al 19 participó de un torneo nacional en la Sociedad Alemana de Villa Ballester y logró dos terceros puestos, en 100 y 200 metros.

Como le pasa a cualquier deportista de cierto nivel, hay veces que ella debe elegir entre los amigos o la natación, ya que los horarios no son compatibles. “Me pasó que hubo cumpleaños o fiestas y yo tenía torneo. ‘¿Qué hago? Y… voy al torneo’. Eso es lo malo del deporte, que la vida social la tenés que dejar un poco de lado. Mis amigas me entienden. Igual, cuando puedo las voy a visitar”, sostiene resignada y con la madurez de un adulto.

La continuidad es clave en esta disciplina y ella lo sabe, por eso sufre si no puede hacer su rutina de entrenamientos: “Cuando estoy enferma siento algo en el pecho que me dice que no puedo faltar, no sé por qué. Ya hace diez años que hago natación y no voy a cambiar de deporte”.

Candela, que en julio cumplirá 14 años, planifica en grande a la hora de pensar en su futuro y sus deseos: “Si por mí fuera, llegaría a los Panamericanos, a los Juegos Olímpicos, ese sería mi sueño. Quiero dedicarme a la natación, salvo que no pueda por algún tema familiar o laboral. Ahí tendré que dejar, pero eso no está en mis planes”, señala.

Sus proyectos inmediatos están dentro del agua, donde más disfruta y mejor se siente. Como las sirenas…

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