El Concejo Deliberante aprobó un proyecto de ordenanza para desarrollar un nuevo corredor urbano entre Maschwitz y Savio. Pormenores y cláusulas de una iniciativa que levantó polvareda.

El tramo de la ruta 26 comprendido entre la autopista Panamericana y Maquinista Savio dejará de ser como históricamente se lo ha conocido. Con sus fastuosas casaquintas sobre ambas márgenes, caracterizadas por una monumental arboleda y la particularidad de ser considerada un área residencial exclusiva, pese a estar sobre una arteria provincial y en una zona de exponencial crecimiento en las últimas décadas. Su transformación, de alguna manera, ya está en marcha.

Mal que les pese a los vecinos que agotaron las instancias para frenar la iniciativa, el Concejo Deliberante sancionó por amplia mayoría el proyecto de ordenanza enviado por el Ejecutivo que modifica el uso de suelo de esa zona para dar luz verde al desarrollo de un corredor comercial, habitacional y de servicios. Fue el miércoles 26, en el marco de una sesión tensa y hasta grotesca, donde por momentos las chicanas entre los concejales del oficialismo y Cambiemos superaron a la confrontación de argumentos.

La flamante ordenanza delimita que la futura centralidad urbana se desarrollará únicamente en las parcelas con frente a la ruta y quedará comprendida entre las calles General San Martín (Ingeniero Maschwitz) y Tronador (Maquinista Savio). Un poco más de dos kilómetros de extensión.

Esos terrenos deben tener como mínimo 1000 metros cuadrados y solo podrán ser utilizados para construir “viviendas unifamiliares y multifamiliares -hasta 12 metros de altura-, centros o desarrollos de carácter comercial, cultural, deportivo, profesional y/o de salud, entidades bancarias, hosterías, hoteles, oficinas y restaurantes”. A la vez, queda “expresamente prohibida la habilitación y/o autorización de criaderos de animales, confiterías bailables, estaciones de servicio, funerarias, industrias y templos”, entre otros rubros.

Asimismo, la normativa establece una serie de requerimientos básicos para poder establecer un comercio -minorista, de escala local y barrial- o residencia. Por ejemplo: contar con una planta de tratamiento de líquidos cloacales, cocheras, veredas normalizadas -ahora no hay-, desagües pluviales y un reservorio de agua de lluvia, además de incorporar energías renovables.

De esta manera se buscará remediar el caótico ejemplo de la calle Mendoza, en Maschwitz, con un polo gastronómico y comercial que fue creciendo a grandes zancadas y sin ninguna planificación, al punto de no tener veredas, estacionamiento ni tratamiento de aguas servidas. En ese sentido, el proyecto de la 26 pretende tomar todas las precauciones a tiempo.

En su artículo 2° la ordenanza estipula que el nuevo corredor comercial deberá implementarse “ponderando la preservación y evolución de las mejores características paisajísticas, arquitectónicas y ecológicas de la zona”, para lo cual prevé realizar un inventario de árboles no trasplantables.

De forma extraoficial trascendió también la posible instalación de una sucursal del Hospital Italiano, con 150 camas de internación.

En el oficialismo remarcaron la necesidad de reasignar el uso de suelo en un área de escasa densidad poblacional y reforzaron este concepto con un dato: 17 fincas ubicadas en ese trayecto de la ruta están en venta. Además, insistieron en las fuentes de trabajo que generará este desarrollo y como ancho de espada mostraron informes urbanísticos de la UBA y de la UADE que avalan la rezonificación.

Así las cosas, el proyecto se aprobó por 18 votos contra 5: la bancada macrista reclamó que el expediente quede en comisión y exigió una audiencia pública.

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