En tiempos donde la educación pública, la juventud y el avance de la tecnología están en permanente debate, un estudiante de la Escuela Técnica Nº4 de Garín logró unir esas tres asignaturas y destacarse en un evento internacional.
Se trata de Lucas Del Frate (19), quien obtuvo una medalla de oro en la última edición de la ExpoCiencias Internacional en la ciudad de Puebla, México, organizada por el Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico (MILSET).
Colegios, instituciones y universidades de más de treinta países de los cinco continentes participaron del evento, que se realizó del 21 al 27 de octubre. Además de exponer sobre proyectos científicos, los estudiantes compartieron actividades interculturales.
En ese escenario, el representante argentino presentó su invento Vitor Inox USB, un pendrive que tiene como objetivo demostrar y concientizar sobre la falta de seguridad informática.
“Muestra qué tan fácil es vulnerar un equipo, con la idea de que los usuarios tomen conciencia y utilicen medidas de seguridad para que no los vulneren”, le explica a DIA 32.
Vitorinox USB es un código malicioso que conecta al atacante con la víctima para robarle información. Su inventor asegura que lo desarrolló y lo probó únicamente en sus entornos controlados; es decir, entre sus dos computadoras.
“Se llama Vitorinox porque puede ser una navaja suiza para ejecutar tareas, sirve para todos los sistemas operativos y el usuario le da la utilidad que desea. Es un pen tester, que se puede utilizar como herramienta de trabajo para automatizar ciertas tareas, como el escaneo de puertos y de redes wifi”.
El financiamiento para que pudiera aterrizar en México llegó de la mano de la empresa tecnológica Pixar, de Loma Verde, que se hizo cargo de los costos de inscripción, traslados, alojamiento y comidas. Por su parte, el Municipio aportó los pasajes de ida y vuelta.
El estudiante garinense estuvo solo en su stand y presentó el proyecto en español y en inglés. “La experiencia es súper recomendable, te abre la cabeza totalmente. Yo fui con una idea, con una forma de pensar y, por ejemplo, ver el método de estudio de los canadienses y la forma en que desarrollan los proyectos me sorprendió mucho”.
“Sacar la cabeza de Argentina, Buenos Aires, Garín, te ayuda a entender un montón de cosas y a darte cuenta de que no estás solo, que hay muchísimas personas en el mundo con las que se está en sintonía a pesar de que todos piensan diferente”.
Proyecto de negocio
Entusiasmado con su proyecto, Lucas Del Frate asegura que tiene capacidad para producir diez pen drives por semana y ponerlos a la venta por veinte dólares. Los clientes serían empresas de seguridad informática y su personal. También quienes realizan auditorias probando la seguridad de los sistemas en todo tipo de compañías.
“Existe otro dispositivo similar desarrollado por una empresa de Estados Unidos, fueron los pioneros, pero además de tener un costo de 70 dólares por unidad es poco el stock que hay. Ellos solo ofrecen el dispositivo; yo ofrezco el dispositivo y el programa de concientización”, señala.
Aunque admite que el apoyo de una empresa de desarrollo tecnológico o de programación le vendría muy bien, asegura que, de no conseguirlo, se las puede arreglar solo.
“Estoy buscando certificarme para generar confianza en los clientes. Tengo que demostrar que estoy capacitado para ofrecer una herramienta que puede ser peligrosa en el mercado. También quiero desarrollar conocimientos para, en un futuro, ir mejorando mi dispositivo”.
Atacante de sistemas
Su pasión por la seguridad informática se dio a partir de la película Hackers: ningún sistema es seguro. A los 15 años empezó a estudiar de forma autónoma y durante la pandemia se metió de lleno. Tanto, que dejó de lado la escuela.
“No me arrepiento, porque cuando volví desarrollé mi primer proyecto de ciber informática: una micro computadora, del tamaño de un teléfono, que no tiene monitor, pero sí todos los puertos para conectarlo. Con eso hackeaba redes wifi”, comenta.
Una y otra vez, Lucas aclara que son proyectos para demostrar de qué forma se puede vulnerar un sistema para después protegerlo. “Mi pasión es ayudar y proteger. La palabra atacar suena mal, pero yo lo veo como algo positivo para a partir, de ahí, poder mejorarlo”.
“Mi pasión es ayudar y proteger. Soy un chico común, que encontró su motivación y su sueño a temprana edad”.
A pesar de estudiar día y noche, dice que no es una persona extraordinaria: “Soy un chico común, que encontró su motivación y su sueño a temprana edad. Gracias a mis padres pude tener una computadora, que no era de las mejores pero que me sirvió para introducirme en este mundo”.
Cuenta que va a la plaza con sus amigos, toma mate y sale de fiesta. También es cinturón negro de Taekwondo y un apasionado por los deportes, en especial las artes marciales.
Este año egresó del secundario y piensa estudiar de forma independiente, porque las carreras que hay en el país no lo certifican internacionalmente. “Estoy en busca de trabajo en seguridad informática dedicado al pen testing de auditorías, que es un nicho de mercado muy específico. Quiero una empresa que acompañe mi desarrollo y aprendizaje”, finaliza, con gran entusiasmo.
