Son de los animales más despreciados de la Tierra. Nadie los tendría como mascota, ya que están asociados a la transmisión de enfermedades como la rabia, a ataques en medio de la noche para chupar la sangre de las personas, a la mala suerte y a los vampiros como el Conde Drácula de Transilvania, inspirador de tantas historias y películas.
Entre más de 1000 especies de murciélagos que habitan el planeta, hay tres que se alimentan de sangre. A pesar de que son sudamericanas, la leyenda llega hasta África, donde se habla de un vampiro que bebe sangre de animales y humanos.
En diversos ámbitos se relaciona a los murciélagos con cuestiones diabólicas y brujerías. Las brujas de las civilizaciones primitivas los usaban en sus amuletos. Durante las celebraciones de Halloween se los utiliza para asustar, acompañados de diablos y brujas. Algunos indígenas los consideraban dioses o entes diabólicos.
Para los griegos el murciélago era un animal híbrido, de aspecto siniestro y fantasmal. En Egipto, India, y Cuba fueron utilizados para curaciones médicas empleando su sangre, orina, huesos u otras partes del cuerpo. En la antigua Roma se lo relacionaba con el diablo y en el período Barroco era símbolo del anticristo. Eso explica por qué el arte cristiano representa al demonio y a su séquito infernal con alas de murciélagos, mientras que a los ángeles los muestra con alas de pájaros.
Sitio crucial
Un estudio académico realizado por especialistas de distintas instituciones del país arribó a una conclusión sorprendente sobre la Reserva Natural y Educativa de Ingeniero Maschwitz, al considerar que se trata de un sitio crucial para la reproducción y conservación de murciélagos.
De la elaboración del informe participaron investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Facultad de Veterinaria de la Universidad del Salvador (USAL).
También intervinieron representantes del Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina (PCMA), una fundación integrada por investigadores, estudiantes y miembros de la comunidad interesados en conocer y conservar a los quirópteros que habitan en nuestro país.
El muestreo realizado en la reserva lindera al Arroyo Escobar se hizo a partir de notar la abundancia de dichos mamíferos, sobre todo en hembras preñadas, que señalan a esta área protegida como un valioso enclave reproductivo. “La presencia de vegetación nativa hace que el ambiente esté en buenas condiciones para que se establezcan murciélagos”, explica a DIA 32 el biólogo Andrés Palmeiro, integrante del PCMA.
“Sumado a esto, hay una gran cantidad de eucaliptus, que no son nativos, pero que al romperse sus ramas brinda varios refugios, se producen cuevas en los árboles y son utilizados por ellos”, amplía el especialista.
Palmeiro señala que la Reserva de Maschwitz es uno de los tantos puntos de estudio dentro de uno más general que están llevando a cabo en el AMBA para armar un mapa de riesgo sobre distintas enfermedades que puedan transmitir los murciélagos, como la rabia y la leptospirosis.
Sin alertas rojas
Los especialistas capturaron distintas especies, realizaron meticulosas mediciones morfológicas y tomaron muestras de saliva, sangre y materia fecal de los murciélagos, siguiendo estrictos protocolos de manipulación.
El relevamiento más reciente es de diciembre de 2023. En esa oportunidad se capturaron diez ejemplares, destacándose la presencia del murciélago pardo común y del moloso cola gruesa.
Sumados a los hallazgos previos, de noviembre de 2022, el total de murciélagos capturados asciende a 38. “La proporción significativa de hembras preñadas confirma la importancia reproductiva de la reserva”, apunta el informe. Se estima que estos mamíferos pueden vivir más de 30 años.
“Los murciélagos no representan ningún problema ni peligro para los seres humanos. Al contrario, son beneficiarios, ya que brindan una gran cantidad de servicios ecosistémicos. En la provincia de Buenos Aires hay 14 especies que por las noches salen a alimentarse de insectos y artrópodos. Estos últimos pueden ser transmisores de enfermedades”, dice el biólogo.
“Los murciélagos no representan ningún problema ni peligro para los seres humanos. Al contrario, brindan una gran cantidad de servicios ecosistémicos”.
“La rabia puede llegar a ser un problema, pero no debería haber un contacto directo entre los murciélagos y la gente. El principal factor de riesgo puede llegar a ser el de los murciélagos con las mascotas. Si esa mascota no está vacunada, tiene contacto con el murciélago y luego con la persona, la mascota es la que transmite la enfermedad a sus dueños”.
Sin embargo, según los estudios a los que se refiere Palmeiro, solo el 5% de los murciélagos de la provincia presentan la enfermedad, o sea que la prevalencia es muy baja y es algo que es fácilmente controlable: solo se necesita tener vacunadas a las mascotas.
“Ninguno de los murciélagos que capturamos -y luego liberamos al ambiente- ha dado positivo para la rabia. Las estadísticas que tenemos se remiten a los centros de zoonosis, que suelen ser murciélagos que la gente encuentra en el piso o en situaciones particulares donde quizás sí tengan rabia, pero los de las colonias silvestres están sanos”.
Características y aporte al ecosistema
Los murciélagos entran en semi letargo durante el día, reduciendo su temperatura corporal y consumo de oxígeno. Buscan refugio en ambientes naturales como cuevas, huecos y cortezas de los árboles, hojas, raíces o en construcciones como edificios, puentes, campanarios y alcantarillas.
Algunos poseen especializaciones morfológicas asociadas al tipo de refugio que emplean, como es el caso de los miembros de la familia Thyropteridae, quienes poseen ventosas para adherirse a las hojas de la Heliconia.
Los que viven en espacios abiertos, lejos de la vegetación, emiten llamadas de baja frecuencia que les permiten detectar insectos a distancias grandes. Los que se alimentan cerca de la vegetación producen llamadas de alta frecuencia que detectan los insectos a corta distancia, pero también se valen del olfato y la visión.
Estos mamíferos cumplen servicios esenciales para la naturaleza: comen insectos plaga para los cultivos, actuando como controlador biológico ideal; devoran mosquitos que transmiten enfermedades a los humanos; polinizan flores que únicamente se abren en la noche; dispersan semillas que permiten la recuperación de los bosques nativos; su excremento es el guano, uno de los mejores fertilizantes, utilizado comercialmente en varios países por sus componentes minerales y naturales. Los hematófagos tienen saliva anticoagulante y se está experimentando en medicina para tratamientos cardíacos.
Así como Loma Verde está plagado de ardillas correteando entre los cables y en Matheu es común ver zorritos paseándose por parques y campos, la Reserva de Maschwitz también tiene su propia población exótica: los murciélagos.
RESERVA DE MASCHWITZ
Pulmón de fauna y flora
Creada en 2019, la Reserva Natural Educativa de Ingeniero Maschwitz tiene una superficie de 23 hectáreas y funciona como pulmón de fauna y flora. Se encuentra entre las calles Sucre, Mendoza, las vías del tren de la línea Mitre (Ballester-Zárate) y el Arroyo Escobar.
Son terrenos administrados por el Estado nacional pertenecientes a la antigua Estancia “Los Arenales”, de Benito Villanueva, reconocido miembro de la vida política argentina, que llegara a ser diputado, senador y presidente interino a principios del siglo XX.
