Corre, nada y pedalea, no se pierde ninguna competencia y rompe sus marcas en cada prueba. Llegó a la final nacional del Campeonato Entrerriano de Triatlón y fue top 10 en el duatlón de Buenos Aires.

Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web

La relación entre Liliana Mercado (41) y el atletismo ya lleva exactamente 30 años de unión, más allá de algunos parates obligatorios sufridos por los estudios universitarios y maternidad. Tres décadas atrás, Rafael y Rufina llevaron a sus cuatro hijos a hacer deporte al campo del Grupo 1 de Atletismo, que estaba ubicado en el barrio Coprovi, a cargo de Pedro Santillán. Allí fueron ella y sus hermanos -Jésica, Williams y Diego-, quienes en 1987 empezaron a competir en torneos zonales, atrapados por esta disciplina.

Liliana siguió corriendo hasta los 19, después dejó por algunos años y volvió con todo en 2007. “Comencé a nadar con Fernando Pérez y Sergio Carlucci en el Club Independiente (CAIDE), después conocí a Luciano Drovetto -mi entrenador- y comencé a correr otra vez entrenando para carreras de 5, 10 y 21 kilómetros. Y a través de mi hermana empecé a entrenar para triatlón desde hace un par de años”, narra, rebobinando su vida para contarle a DIA 32 sobre sus inicios en el deporte que hoy la tiene como protagonista.

Es una continua animadora en las pruebas de calle de distancias medias. En su categoría es muy frecuente verla haciendo podios y bajando tiempos, destacándose en carreras de muy buen nivel, tanto en atletismo puro como en duatlón o triatlón, otras especialidades que adquirió con el tiempo.

“Este año es muy especial, porque en el verano pude finalizar el Campeonato Entrerriano de Triatlón y participar en la final nacional. Además, bajé mis marcas personales en los 8k de General Rodríguez, en los 10k de Puerto Madero y en los 21k de Buenos Aires y clasifiqué entre las diez primeras mujeres del Duatlón de la Ciudad de Buenos Aires. Estoy muy contenta con los resultados y me motiva a seguir mejorando”, cuenta la escobarense acerca de su excelente temporada, producto del esfuerzo, dedicación y compromiso que pone, siempre buscando superarse y viajando a donde haya una prueba atlética, sin importar las distancias.
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Como ocurre en la mayoría de las disciplinas individuales, las horas de entrenamiento son decisivas para tener una buena actuación en las competencias. Cada atleta aboca horas semanales para estar a la altura de las circunstancias y así rendir al máximo. Sobre este factor la deportista del CAIDE también hace hincapié y explica su buena forma física.

“Hago natación tres días por semana durante dos horas, pedestrismo tres o cuatro veces yendo a correr por Loma Verde o Colectora y ciclismo tres veces por semana. Y si no tengo tiempo, hago rodillo. A veces se complica con los horarios del trabajo y con los quehaceres de la casa, pero cuando puedo organizarme trato de cumplir con todo. Sin el apoyo de mi familia esto sería imposible”, reconoce, haciendo un análisis de sus mejores carreras en este año y hablando sobre sus rutinas de entrenamiento.

Con el inicio del calor se inicia la temporada de triatlón, donde los atletas soportan el esfuerzo más grande y las exigencias del cuerpo van en aumento. Allí es donde ella saca más fuerza y se planta en cada aventura todoterreno, nadando, yendo arriba de su bicicleta y corriendo a pie, a pura adrenalina.

“Ya venimos entrenando todo el año para esto, comienza en noviembre y dura hasta marzo. La idea es poder completar nuevamente las carreras y mejorar los tiempos”, sostiene Liliana, cuyo máximo objetivo es correr un medio Iron Man (1,8k de nado, 90k de ciclismo y 21k de pedestrismo) en 2018. Tiempo tiene. Y entusiasmo le sobra.

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