En medio de la tensión por un acuerdo salarial, el ciclo lectivo 2014 también comienza con otros problemas, como la infraestructura edilicia, la necesidad de nuevos establecimientos y la inseguridad al acecho. Soluciones en marcha y respuestas pendientes.

Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar

Como cada año y desde hace mucho, el inicio del ciclo lectivo no se da precisamente en el ideal de los escenarios. Y no solo por la cuestión salarial, que una vez más se erigió en el conflicto de mayor escala entre el Estado y los docentes. Dejando a un costado el espinoso asunto de las paritarias, en las escuelas del distrito hay otros problemas que siguen esperando una solución de fondo, como el mantenimiento y la mejora de la infraestructura edilicia, el vandalismo combinado con la delincuencia y la necesidad de crear nuevos servicios educativos para acompañar el crecimiento poblacional -y, por añadidura, de la matrícula escolar- que ha experimentado el partido de Escobar en el último tiempo.

El grado de complejidad de la situación varía según desde dónde se la mire, y por supuesto que ni todo está tan mal ni todo está tan bien. Por un lado, hay obras encaminadas y soluciones en puerta a muchos de los reclamos de los directivos, a la vez que otras demandas siguen postergadas y sin una luz de esperanza a la vista.

“Estamos recibiendo día tras día las notas de los directores con sus demandas en cuanto a arreglos de toda índole: electricidad, gas natural, pozos ciegos, herrería, vidriería, y los estamos abordando”, afirmó a DIA 32 la presidenta del Consejo Escolar, Cecilia Guzmán. La funcionaria, enrolada en el Frente Renovador, admitió que la inversión pública no alcanza para atender todas las necesidades, aunque evitó entrar en polémicas partidarias: “Nosotros estamos para gestionar y trabajar para conseguir lo que hace falta, no para echarle la culpa al otro y esperar que las cosas caigan de arriba”.

Actualmente hay tres obras en ejecución. A través de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), dependiente de la Dirección General de Cultura y Educación, se está realizando la instalación del gas natural en el Jardín de Infantes Nº927 del barrio Doña Justa, en Ingeniero Maschwitz. En la escuela Nº22 de Islas se está haciendo el cerramiento del comedor, con fondos propios del Consejo. En tanto, ante la falta de respuestas de la Provincia, el Municipio asumió el compromiso de llevar a cabo la construcción de aulas y sanitarios en la céntrica Secundaria Nº17 de Belén de Escobar.

Asimismo, el Consejo recibió subsidios para continuar y terminar las plantas depuradoras de las escuelas primarias Nº28, del barrio Lambertuchi, en Escobar, y Nº32, en Maschwitz, que están en proceso de licitación. A esto se agregan cinco nuevas aulas que serán distribuidas en distintas escuelas, una lista de trabajos menores de mantenimiento -baños, griferías e instalaciones eléctricas- en varios establecimientos educativos y la apertura de un nuevo servicio de Nivel Inicial: el Jardín de Infantes Nº928 del barrio Amancay, en Maquinista Savio.

Sin embargo, desde los sindicatos docentes plantean una mirada muy crítica al analizar el panorama de la infraestructura escolar en el distrito. “La situación de los edificios es pésima por falta de mantenimiento. Aparte de que en los últimos diez años solo se creó una escuela: la Nº35 de Garín. Si cotejamos el crecimiento de la población del partido de Escobar con el crecimiento de las escuelas en estos diez años, este último es nulo”, señaló a esta revista el secretario adjunto del Círculo de Educadores de Escobar, Adrián Acevedo, entidad adherida a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB).

Acevedo argumentó su postura con casos concretos: “A la Primaria Nº12 de Maschwitz se le cayó el techo y lo vienen reclamando hace como dos años. En la Secundaria Nº6 de Matheu construyeron hace más de un año los baños nuevos y no llegaron a inaugurarlos que ya se filtraba agua y se inundaban todos, un desastre total. En algunas escuelas están esperando que falte un maestro para completar las sillas y mesas que faltan. Es una vergüenza. La única preocupación del gobierno es demostrar que los chicos concurren a las escuela, sin importar en qué condiciones”.

En una sintonía similar expresó a DIA 32 su punto de vista Claudia Consigilio, secretaria adjunta de Suteba, quien calificó de “regular a mala” la situación edilicia local: “Se hacen pocas obras y las que se hacen se hacen mal, con cero planificación, para satisfacer ciertos intereses y con material deficiente. Y eso que son licitadas por un montón de plata y sobreprecios mediante. Hay un descontrol organizado”, indicó.

Además, Consiglio cargó fuerte contra el Consejo Escolar: “Que le den bola a los reclamos significaría que están haciendo algo, y para que ellos hagan algo tienen que reconocer que no se estaba destinando la plata, incluso la que venía al Municipio desde Provincia para el arreglo de escuelas”.

Inseguridad y vandalismo

Hace rato que los edificios educativos están a merced del vandalismo y la delincuencia, un flagelo que parece no tener techo. Por caso, quince establecimientos de gestión pública -de los 104 que hay en el distrito- fueron víctimas de robos durante el receso escolar.

Sin vigilancia nocturna ni cámaras de seguridad, los colegios son un blanco débil, de lo más fácil de vulnerar para pequeños maleantes que causan graves daños. Tristemente, las más de las veces quienes atentan contra estas instituciones son chicos que concurren a las mismas o que viven en sus barrios, es decir, que ultrajan a la propia comunidad educativa a la que pertenecen.

La solución a este problema, claro está, no es nada fácil. “No es algo que competa al Consejo Escolar, es un tema social. Lamentablemente, no se dan cuenta que la escuela es para ellos y que cuanto más linda y cuidada esté, más cómodos van a estar. Esa es una de las cosas contradictorias, la actitud social del vandalismo. ¿Qué te podés robar de una escuela? Evidentemente, a los jóvenes que están en un mal camino les sirve cualquier cosa”, evaluó Guzmán.

En este punto Consiglio coincidió en que “los robos en las escuelas no escapan a la situación conflictiva general de la sociedad. La escuela termina siendo un receptáculo de todos los conflictos sociales: familiares, laborales, etcétera”.

Como queda expuesto, el panorama dista de ser el mejor, aunque quizás tampoco sea peor al de otros años. De lo que no hay dudas es de que al sistema educativo aún le quedan muchas materias por aprobar.

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