Nacido y criado en la ciudad, trabajó en el corralón de Rizzardi, en la Fiesta de la Flor y también junto a su hermano: en la agencia de seguros y en la Intendencia. Simple y frontal, hoy disfruta de estar jubilado, con tiempo para todo.

1-¿Por qué te dicen “Cascote”?
-Me pusieron así porque siempre andaba tirando y pateando cascotes, tenía mucha puntería con la mano. Tendría 10, 12 años, y me acuerdo que mi mamá se enojaba cuando me llamaban así.

2-¿Cómo recordás tu infancia?
-Muy feliz, fue muy linda. No puedo quejarme. Se vivía en la calle, se era sociable a través de la calle. Conocías a cada vecino de tu barrio. Andaba en bici, jugaba a la escondida, había enfrentamientos de fútbol de barrio contra barrio. Si pudiera elegir vivirla de nuevo lo haría, tal como la tuve.

3-¿Dónde estudiaste?
-Hice la primaria en la Escuela N°3, que es la Nº1 ahora, y la secundaria en Campana.

4-¿Cuál fue tu primer trabajo?
-Le atendía el puesto de diarios a Edgardo Bretal, que lo tenía en La Martona. Yo iba los sábados para que él descanse y así me ganaba unos pesos.

5-¿El trabajo que más disfrutaste?
-Cuando llevaba la contabilidad en lo de Manuel Rizzardi, que era mi tío. Estuve 16 años. Y también me gustó trabajar con mi hermano en la aseguradora.

6-¿Cómo recordás tu paso por la función pública?
-No tenía un cargo político, ayudaba a mi hermano en la gestión. No era muy grato trabajar ahí, no era para mí. Estuve tres años, casi todo su mandato.

7-¿Qué sentías al ver a tu hermano como intendente?
-Orgullo, no más que eso. Tenía su parte buena, que era ayudar a la comunidad de una u otra manera, pero pasa que a veces tenés tantas trabas que no podés y eso te da impotencia. Más para una persona recontra conocida como mi hermano.

8-¿Qué balance hacés de su gestión?
-Creo que hizo una buena intendencia, aunque no tenía un poder político fuerte. Estaba muy supeditado a lo que el Concejo Deliberante mandara, pero a nivel administrativo fue una buena gestión, cuando asumió se debían aguinaldos y él encarriló todo.

9-¿Cómo ves a Escobar hoy?
-Escobar explotó a nivel gente, pero no en obras. Tendría que tener un crecimiento paralelo, de gente, obra e infraestructura.

10-¿Qué opinión tenés de Ariel Sujarchuk?
-Es un intendente normal, que no está haciendo mal las cosas. Faltaría hacer cloacas y agua corriente en muchas zonas, más asfalto, a veces se priorizan otras cosas y no esas obras. No hay dudas de que tenía demasiadas asignaturas pendientes de la gestión anterior. Lo bueno es que tiene un manto de frescura.

11-¿Qué cosas te gustan de Escobar?
-Me gustaba más cuando era un pueblo y todos nos conocíamos, pero bueno, no está más eso. Escobar es un pueblo grato para la gente y el progreso es imparable. Nunca le dio la espalda a los foráneos, es un pueblo acogedor.

12-¿Qué te parece la presidencia de Mauricio Macri?
-Tengo una buena imagen de él, creo que puede ser el eslabón para sincerar la política y que no sea un medio de vida sino un medio para servir. No le va a resultar fácil para nada, hay cosas que no se cambian en 48 horas.

13-¿Qué le criticarías?
-Algunas cosas que dijo de más. Siendo político tenés que medir lo que decís o prometés. También se extralimitó en las subas de los servicios, debió hacerlo más paulatinamente, no podés dar un 15% de aumento en sueldos cuando la luz y el gas subieron un 70%. Le faltó cintura.

14-En el plano personal, ¿qué cosas te ponen de mal humor?
-Me molesta la impuntualidad, la falta de limpieza, el desdén por los demás.

15-¿Y qué te pone bien?
-El respeto, la cordialidad, el buen humor.

16-¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?
-Bien, llegar a viejo y después negarlo no es lindo, la vida es así. Uno siempre añora los años de juventud, que son de esplendor para el ser humano.

17-Te mantenés muy bien físicamente, ¿cuál es la fórmula?
-Siempre hice mucho deporte. Jugué mucho al fútbol, a la paleta, al vóley, a todo lo que podía.

18-¿Qué harías si fuera el último día de tu vida?
-Lo pasaría con mi familia, en una reunión, comiendo.

19-Si tuvieras que irte a vivir a otro país, ¿a cuál irías?
-A Francia, no sé por qué, pero por algo se fueron San Martín, Atahualpa… Conozco y me gustó bastante.

20-¿Un gran gusto que te hayas dado?
-Me di muchos gustos, pero me quedo con haber disfrutado ir varios años a esquiar con amigos, la pasamos muy bien, se hizo un grupo bárbaro.

21-¿Y uno que te quede pendiente?
-Ir a visitar a un amigo que vive en Italia, en algún momento por ahí me surge la posibilidad.

22-¿Hay cosas que te gustaría dejar de hacer y no podés?
-En este momento no, estoy jubilado, tranquilo. Sí me gustaría dejar de ir a pagar impuestos y servicios (risas).

23-¿Tu mayor logro?
-El buen nombre. Estuve 16 años en la Fiesta de la Flor y tres en el Municipio, colaborando para el pueblo. A la Fiesta entré porque me venían a buscar de todos los clubes de Escobar para sumarme a sus comisiones y nunca quise, hasta que me convenció Telmo Hisaki y entré. Todos deberíamos comprometernos dos años con alguna institución.

24-¿Ídolos o referentes?
-Admiraba a Roberto Perfumo, a Nicolino Loche y al “Flaco” Traverso, los seguía siempre.

25-¿Un hecho histórico que te haya marcado?
-La guerra de Malvinas. Estaba en la cancha de Vélez viendo un partido cuando empezó y me sentí mal. Era joven y me acuerdo clarito de eso.

26-¿Una década de tu vida?
-Cuando tenía entre 12 y 22 años.

27-¿Todo tiempo pasado fue mejor?
-Uno siempre añora los años de mayor esplendor. Pero cambia todo, yo dormía con gorro porque hacía frío, hoy prendo una estufa y listo. Hubo muchos avances.

28-¿Tres amigos de la vida?
-Cuatro: Carlitos Ortelli, “Toti” Bengoechea, Miguel Szykula y Juan Lavagna.

29-¿Equipo de fútbol?
-Racing. Mi mayor alegría en el fútbol fue cuando fuimos campeones del mundo en 1967.

30-¿Una comida?
-Milanesas de carne con puré y ensalada de tomate.

31-¿Un lugar para vacacionar?
-Villa La Angostura.

32-¿Un deseo?
-Salud. Lo demás… si lo tenés, lo tenés. Y si no, no importa.

FICHA PERSONAL

Hijo de una familia tradicional

Oscar Mateo “Cascote” González nació en la recordada salita de primeros auxilios que funcionaba contigua al Palacio Municipal, hace 70 años, el 11 de marzo de 1948. Su familia es una de las más tradicionales de la ciudad, de los orígenes de los González del año 1700. Mateo Gelves era tío-abuelo de su abuelo, por eso su segundo nombre. Casado con Violeta León, con quien tuvo dos hijas Rocío y Gimena. Confiesa que tiene dos cuentas pendientes: hablar otro idioma y aprender a tocar el acordeón a piano.

MIGUEL SZYKULA

“Oscar es un tipo bárbaro”

“Nos conocimos en la cancha de Boca del Tigre, viendo los partidos de baby fútbol que se organizaban ahí. A pesar de que me sacaba 4 años, nos hicimos amigos y desde entonces seguimos la relación hasta el día de hoy. Después jugamos juntos a la pelota; él jugaba de 6, era bueno. Tenemos tantas vivencias y anécdotas compartidas que no sabría por dónde empezar. Nos hemos ido muchas veces juntos de vacaciones. Del ’85 en adelante fuimos a esquiar a Las Leñas, la pasábamos muy bien. Por supuesto, nuestras familias son amigas también. Oscar es una gran persona, un tipo bárbaro”.

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