El proyecto para permitir comercios y departamentos en un tramo residencial de la ruta 26, entre Maschwitz y Savio, volvió a generar tensiones. Quejas de vecinos, argumentos del Ejecutivo y debate en el Concejo Deliberante.

Después de cinco años casi sin noticias, el proyecto de rezonificación de la ruta provincial 26, en el tramo que une a las localidades de Ingeniero Maschwitz y Maquinista Savio, volvió al centro del debate. La iniciativa del intendente Ariel Sujarchuk prevé el desarrollo de actividades comerciales y la construcción de departamentos en una zona que actualmente es residencial. Los vecinos se oponen a este cambio porque consideran que tendrá un impacto negativo y temen que se pierda la frondosa arboleda que caracteriza a ese corredor.

La controversia resurgió porque el Departamento Ejecutivo envió al Concejo Deliberante un proyecto para incorporar rectificaciones técnicas a la ordenanza de rezonificación sancionada en 2016, a pedido de la Dirección Provincial de Ordenamiento Urbano y Territorial. Algo similar había ocurrido en 2019, aunque aquella vez pasó casi inadvertido y sin levantar polvareda.

Hace cinco años, la votación se dio en una sesión caldeada: el recinto del Concejo estuvo colmado por funcionarios y militantes del oficialismo, mientras que un centenar de vecinos de la ruta 26 hizo sentir su repudio desde la calle Asborno. Ahora, por la pandemia y la virtualidad, la polémica se manifestó en las redes sociales y el debate de los concejales transcurrió en una destemplada sala del teatro Seminari.

La rezonificación impulsada por Sujarchuk, que para entrar en vigencia requiere una convalidación provincial, plantea un cambio en el estatus de las parcelas ubicadas a ambos márgenes de la ruta 26. Es una extensión 2,2 kilómetros, poco después de la rotonda que está en cruce de esa arteria con la autopista Panamericana.

Las parcelas afectadas, que actualmente son “zona residencial exclusiva”, pasarían a ser “zona residencial y comercial extraurbana”, lo que permitirá incorporar actividades que hoy no están contempladas y, por ende, modificaría la singular fisonomía del lugar.

El área comercial está prevista en los extremos del corredor y es donde se estipulan las modificaciones más notables. En esos dos sectores, que suman unos 600 metros, se permitirá la construcción de viviendas unifamiliares y multifamiliares, centros comerciales, culturales, deportivos, profesionales y de salud; entidades bancarias, hosterías, hoteles, oficinas y restaurantes.

La otra porción de las parcelas -la más extensa- se encuentra en el centro del corredor y es donde se permitirá la edificación de viviendas unifamiliares y multifamiliares y oficinas de hasta 12 metros de altura -cuatro pisos-, tal como establece la ordenanza 5351/16. La principal modificación con respecto a aquella norma es que reduce de 1.000 a 600 metros cuadrados la superficie mínima de los terrenos donde se podrán desarrollar este tipo de actividades.

Además, el proyecto aprobado el pasado viernes 18 establece un incremento de la densidad de población permitida: de 60 a 150 habitantes por hectárea -antes era 300- y el aumento en el máximo de metros cuadrados que se pueden construir con respecto a la superficie de una parcela.

Por otra parte, se mantiene explícitamente la prohibición para la apertura de locales bailables, salones de fiestas, criaderos de animales, hipermercados, estaciones de servicio, funerarias, industrias, talleres y templos.

Asimismo, la normativa precisa una serie de requerimientos básicos para la instalación de un comercio -minorista, de escala local y barrial- o residencia. Deberán contar con una planta de tratamiento de líquidos cloacales, cocheras, veredas normalizadas, desagües pluviales y un reservorio de agua de lluvia, además de incorporar energías renovables, entre otras exigencias.

También se dejó asentada la necesidad de construir calles colectoras para evitar una congestión vehicular mayor de la que ya existe, especialmente en horas pico.

Con estas condiciones, el Ejecutivo buscará remediar el caótico ejemplo de la calle Mendoza, en Maschwitz, cuyo polo gastronómico y comercial fue creciendo a grandes zancadas y sin ninguna planificación, al punto de no tener siquiera veredas ni tratamiento de aguas servidas.

“La propuesta de promover una zona sobre el corredor de la ruta 26 con usos residenciales, comerciales y otros, que complementen a la zona residencial circundante, resultaría viable, por cuanto responde a una demanda de diversificación de actividades en el sector”, sostiene un informe de la Dirección Provincial de Ordenamiento y Urbano Territorial que forma parte del expediente.

PUNTO CERO. La rezonificación se inicia a la altura de la calle San Martín, donde está la sede del colegio Dover.

Malestar vecinal

Con el apoyo de organizaciones defensoras del medioambiente, vecinos de Maschwitz y Savio que viven en el área afectada volvieron a expresar un enérgico rechazo al plan de rezonificación. La Asociación Vecinal Ruta 26 dio a conocer su postura a través de una petición en la plataforma Change, que en pocos días superó las 4.000 firmas.

“Nosotros protegemos celosamente nuestra arboleda, ya que es única y biodiversa. Reconocemos y cuidamos su gran valor ambiental en términos de mitigación de los efectos del cambio climático y como refugio de gran cantidad de aves presentes en la zona. Es una decisión unánime y consensuada, entre toda la vecindad, que no queremos que sea afectada por centros o desarrollos de carácter comercial”, argumentan en el petitorio.

Un día antes de la votación en el Concejo Deliberante, decenas de vecinos organizaron un “bocinazo” de protesta en la rotonda de 26 y Panamericana. Pero el proyecto salió aprobado, de todas formas.

“Sentimos una profunda indignación, pero estamos dispuestos a seguir luchando por la protección de este pulmón verde del partido de Escobar”, expresaron a través de Change.

“El malestar es muy grande, el impacto ambiental va a ser impresionante. En la ordenanza dicen que van a preservar entre un 40 y un 60% de los árboles. Cuando ves las imágenes del corredor, restale el 60% de la arboleda y te vas a dar cuenta del impacto. No hay forma de que instalen todo lo que quieren instalar con los árboles. Si no los talás, no tenés espacio para hacerlo. Entonces, que no digan que no van a talar árboles, porque no es real”, afirmó a DIA 32 una vecina que solicitó mantener su identidad en el anonimato, por “razones personales”.

Respuesta oficial

Desde el Ejecutivo, quien defendió la iniciativa del intendente y respondió a las críticas fue la secretaria Legal y Técnica, Laura Guazzaroni. “Con este proyecto se pretende proteger y no avasallar. Buscamos regular y que las cosas ocurran con un determinado marco normativo, que sean iguales para todos los vecinos y vecinas de nuestro distrito”, explicó en declaraciones a El Día de Escobar.

Por otra parte, la funcionaria negó de manera rotunda que la iniciativa contemple la tala indiscriminada de árboles a lo largo del corredor: “No es probable que eso tenga asidero desde lo normativo”. “En primer lugar, el proyecto menciona que se va a hacer un relevamiento de especies arbóreas en la zona. Además, hay un porcentaje de especies que no pueden afectarse. Y lo que sí podría llegar a estar afectado por las construcciones, habría que justificarlo”, señaló.

“Es una imagen muy salvaje imaginar que vamos a permitir cortar indiscriminadamente árboles para poner ladrillos por encima de ellos. El proyecto busca proteger y generar un efecto contrario a ese”, sostuvo Guazzaroni.

Además, le bajó los decibeles a la discusión y aseguró que el plan es una “simple regulación”: “Si los dueños de las parcelas deciden seguir dándole el mismo uso y destino que le dan actualmente, así será. Ojalá esto sirva para aclarar y despejar miedos”, concluyó.

Debate legislativo

Dado que el oficialismo tiene 15 concejales y, por ende, mayoría propia para impulsar las iniciativas del Ejecutivo, se daba por descontado que el proyecto de rezonificación de la ruta 26 saldría aprobado en la sesión del Concejo. Lo que llamó la atención fue la postura de todo el arco opositor, que criticó en coro la iniciativa pero se abstuvo a la hora de votar.

“Al igual que en 2016, hoy tampoco podemos votar afirmativamente este expediente y seguimos convencidos de que ni siquiera deberíamos tratarlo en este recinto”, expresó la titular del bloque de Juntos por el Cambio, Yésica Avejera.

Por su parte, el radical Diego Castagnaro (monobloque Cambia Escobar) sostuvo que el plan del Municipio “degradará” ese tramo de la ruta 26. “Podría realizarse en otras áreas del distrito que ya están así”, argumentó, poniendo como ejemplo el barrio porteño de La Boca. “Consensuemos con los vecinos de esa zona para ver qué otros usos se pueden hacer”, sugirió.

También la concejal macrista Carina Chmit (monobloque Compromiso por Escobar) expresó su desacuerdo con algunos de los usos previstos en el proyecto. “Me imagino a ese sector de la ruta 26 como la calle Mendoza, que es un lugar gastronómico al que va gente de todos lados. Pero ese barrio colapsó y a sus vecinos les sonó la vida”, comparó.

Párrafo aparte para el ex candidato a intendente de Juntos por el Cambio, Leandro Costa, quien faltó sin aviso ni explicaciones a la sesión, a pesar de haberse reincorporado recientemente a su banca, tras un año de licencia. A la misma hora de la votación, el referente del PRO difundió en su página de Facebook un video manifestando su rechazo a la rezonificación.

La presidenta del bloque del Frente de Todos, Patricia de la Cruz, fue una de las voces que celebró el plan impulsado por Sujarchuk. “Hoy hay dos posiciones: quienes decimos sí al desarrollo y al trabajo en la ruta 26 y los que dicen no con una falsa disyuntiva sobre el cuidado del medioambiente”, expuso en el debate.

El proyecto fue aprobado por unanimidad con los votos del oficialismo y la sugestiva abstención de los concejales opositores, quienes dejaron aún más desairados a los vecinos que esperaban ser representados por ellos.

Aunque la ordenanza de 2016 prevé en su artículo 3º la convocatoria a una audiencia pública, el debate parece haberse agotado. Si la tercera es la vencida y esta vez la Provincia le da okey a la ordenanza, la transformación de la 26 será un hecho, guste a quien le guste.

LANZAMIENTO. A 800 metros de la autopista, los carteles que anuncian el desembarco de Green Style.

“VIVIR ENTRE ÁRBOLES”

Green Style, el desarrollo que ya plantó bandera en la ruta 26

Dentro del corredor de la ruta 26 que abarca la rezonificación hay varios barrios privados, un colegio y algunos comercios. Pero lo más llamativo que se puede encontrar en ese trayecto son dos carteles publicitarios de Green Style, un incipiente desarrollo urbanístico que promete lo que muchos habitantes de las ciudades anhelan: “Vivir entre árboles”.

En su sitio web, detalla que se trata de un complejo de 5.300 metros cuadrados, con cuatro condominios y un total de 64 viviendas, de dos y tres ambientes con cochera. Paradójicamente, propone vivir rodeado de una frondosa arboleda. “Priorizamos los espacios verdes, el confort y la calidad”, aseguran.

El emprendimiento, ubicado a 800 metros de la Panamericana, está en desarrollo y promete departamentos tipo casa en planta baja, con jardines privados y unidades en pisos altos con balcones aterrazados. Además, ofrecerá un espacio verde central, control de accesos con vigilancia monitoreada, control de perímetros y alarma, y un sistema de video vigilancia moderno.

Las empresas que lo impulsan son las mismas que están levantando en Belén de Escobar los edificios de lo que se conoce como Distrito Boero, un complejo de departamentos ubicado en las adyacencias del colegio preuniversitario: Autocrédito, Delta Morphosis y el Grupo Portland. Esta última compañía fue una de las que aportó dinero ($250.000) para la campaña nacional del Frente de Todos en 2019, según información de la Justicia Electoral.

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