Nacida en la década del ‘90, una sola canción interpretada en un programa de cable local le alcanzó para llegar a ser considerada una banda de culto. Años después su video fue furor en YouTube. Y siguen tocando.

Por MARTIN POZZO
Director de revista La Negra

Corría marzo de 1992 cuando unos jóvenes se dirigieron a los estudios de televisión donde transmitía Video Cable Kabuki. Fueron invitados a participar del programa Bolas de fuego, que apuntaba al televidente adolescente. Eran cuatro inexpertos, pero la fuerza y la rebeldía con la que se presentaron aquella vez los catapultó al más allá a partir de la sorprendente viralización por las redes sociales que logró hace unos años.

En esa ocasión, en la formación estaban Martín “Pankurulo” en batería, Quique “De funeral” en la viola, “Villa” Villalba en el bajo y Luis Beatrice (41) en la voz, “ladrándole al mic”, dice actualmente y con más años de experiencia y escenarios.

En aquel programa de la TV local, Oxizakre tocó un solo tema: No tiene nombre, cuya letra repetía “Cheta concheta, concha podrida; cheta concheta, puta cogida”. Tras el último acorde, terminaron arrasando con instrumentos y todo lo que se les cruzara. Rebeldes sin causa.

“Dejamos fluir el espíritu adolescente”, explica Luis sobre aquel show de hace más de 20 años, en el que tenía que explicar al aire que se trataba de una agrupación “thrashcore”, conceptualizar el pogo y describir la procedencia de sus influencias. El video de esa presentación fue furor en YouTube (hacer click acá para ver), donde lleva más de 147 mil reproducciones, y le confirió una particular popularidad en el circuito under.

Al escuchar que hay quienes los presentan como una “banda de culto”, Luis no puede contener su risa. “¡Banda de culto! Lo disfruto. Escuché No tiene nombre en versiones mucho más buenas que la original”.

Actualmente el grupo toca esporádicamente y cuenta entre sus líneas con Juan Domingo (guitarra), Marcos (bajo) y el eterno Luis en voz. Deambulan con bateristas prestados, ya que no tienen uno estable.

Hoy, la arrogancia, la ironía y la actitud punk de Luis permite una visión más rica al capturar tantas décadas de rock.

¿Qué queda de ese adolescente que todos pudieron ver en el famoso video?

¡Uuuuuh!, Mirá, estoy en un momento donde me lo quiero sacar de encima. No es broma, ese pendejo de 18 que se ve en el video no me lo banco más. Por él estoy visitando una vez por semana al psicólogo.

¿Qué comparación podés hacer entre el Escobar musical de cuando nació Oxizakre y el Escobar musical actual?

Ahora lo veo como un rock politizado; antes no era así.

Además de Oxizakre, sos músico electrónico y tenés tres discos como solista (se da a conocer como “Luis Solo”). ¿Cómo se te dio por esa incursión?

La música electrónica y otros ritmos me los puse como desafío o meta. Tengo material para dos discos más que falta terminar. Trato de hacer música escuchable.

Si tuvieses que decirle algo al músico que recién comienza, ¿qué le dirías o aconsejás?

A los que recién empiezan les digo que no la hagan tan larga y salgan a los escenarios, que ahí es donde aprendés. No sean tan desagradables como nosotros (risas), pero no le tengan miedo al público, a mostrar qué es lo que hacen. La vida es un momento y la muerte eterna, ¿qué vas a esperar?

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