A los 54 años, Ángel Ferlaino dejó el país para instalarse en Roma, donde enseña pádel y maneja un predio deportivo. El recuerdo de Cremolatti y la ambigüedad de estar mejor, pero lejos de sus afectos.
Escobarenses por el Mundo
Natali Bradichansky vive y trabaja en Tel Aviv desde hace un año. Cuando estalló la guerra, decidió quedarse a ayudar. Su madre, Rosana Nuñez, asegura que no puede dormir.
Dejó Escobar de joven y hace 20 años está radicado en Viena, considerada “la mejor ciudad del mundo para vivir”. Trabajó de mozo, es asesor financiero y dirige un equipo de fútbol. Aunque extraña, dice que no volvería al país.
Desde 1990 vive en Yokohama, pero dice que conserva las costumbres de su vida en Loma Verde, donde vuelve cada tanto. “Acá tengo un valor agregado por ser argentino”, asegura. Además, comparte el recuerdo de su participación en la guerra de Malvinas.
Con 22 años y mucho empuje, este emprendedor escobarense viajó 14 mil kilómetros para lanzar un proyecto de inversiones digitales. “Quiero enfocarme en generar el impacto por el cual sueño”, sostiene, fascinado por la experiencia en suelo árabe.
Luis Inchaurraga vive en España hace 23 años y se consagró como el mejor bartender de ese país. “Cuando llegué, juntaba los puchos del piso para fumar”, confiesa. Hoy es el número 1.
Está viviendo en Estados Unidos desde hace seis años, se casó y formó una familia. Trabaja de lo que le gusta, está bien económicamente y por ahora no piensa en volver al país. “El deporte abre puertas impensadas”, afirma.
Cansado de la rutina y el desgaste laboral, hace cuatro años se fue a vivir a Brasil junto a su esposa y sus tres hijos. Vendió todos sus bienes en Escobar y construyó posadas para turistas en Praia do Rosa. “Creo que no volvemos más”, sostiene, adaptado y feliz.
A los 17 años Rubén Barreira se mudó a Capital Federal y forjó una notable carrera artística: produjo grandes espectáculos, fue director del teatro Margarita Xirgu y acaba de inaugurar un centro cultural en la capital española. Pero no se olvida de sus raíces.
Hostigado por el poder político, buscó otros horizontes fuera de Escobar. Las vueltas de la vida lo llevaron a trabajar en Portugal y Emiratos Arabes. Pero siempre vuelve a visitar el pago.